Jugador del "Unión Minas Tofo"

La historia de Mario García, futbolista amateur que falleció en una cancha de Las Compañías

El volante ofensivo, “de gran talento”, como lo describen sus cercanos, sufrió un ataque cardiaco el domingo mientras defendía los colores de su amado club. Sus funerales se realizan hoy en el sector de Las Compañías.

Había llegado hace dos días del exigente turno de 14 jornadas en una minera de la Región de Atacama, sector Diego de Almagro. El sábado fue a visitar la tumba de su mamita que hace cinco meses había partido y la mañana del domingo, decidió partir a la cancha de siempre, de toda su vida, en el Complejo Juan Soldado, para reunirse con sus compañeros de la serie Súper Seniors en el club deportivo Unión Minas Tofo, que había agendado un amistoso con su similar de Carlos Reyes, proyectando el inicio de la temporada 2023 en la Asociación Serena Norte.

Mario Antonio García Arancibia (52), se despidió de sus hijos para ir a la cancha. Se sorprendieron sus compañeros,  ya que no esperaban verlo jugando nuevamente, por lo que el deté lo consideró como titular. Sin embargo, no pudo jugar más de quince minutos, solicitó el cambio por sentir una molestia en el pecho y acto seguido se desplomó en la cancha.

De manera inmediata el entrenador del equipo, Harly Rojas, paramédico del hospital de La Serena, inició la reanimación cardiopulmonar (RCP), trasladándolo luego al Cesfam Juan Pablo II, donde se confirmó su deceso.

“Habíamos programado un amistoso con el deportivo Carlos Reyes, en varias categorías, debimos suspenderlo”, comentó ayer a El Día, el presidente del CD Unión Minas Tofo, Carlos Carmona, golpeadísimos por la triste noticia.

“Nos llamó la atención que volviera a jugar, ya que hace unas semanas se había despedido anunciando que se quería cuidar de sus piernas, rodillas que le estaban doliendo, sin embargo, regresó y quería jugar por los Seniors”, agregó el directivo, quien dice que despiden a un tremendo ser humano y un futbolista clásico, talentoso que le gustaba vestir la 10 y regalar su talento con esa zurda mágica, de buena pegada y a la que los rivales le temían.

Vistió varias camisetas “El Raca”, como le apodaban sus amigos, aunque el Unión  Minas El Tofo se impregnó en su corazón.“Se había ido a jugar en otros clubes, formaron el Renacer del Barrio, aunque quiso regresar (...) perdimos a un gran jugador, aunque en medio de la pena, queda el consuelo que al momento de sufrir el infarto, estaba jugando al fútbol que era su vida”, agregó.

Sin embargo, el fútbol no era su  única pasión. La música andina  lo acompañaba a todas partes. “Su guitarra, el charango, inundaban los espacios donde se encontraba el Mario”,  recuerda el dirigente.

Frente a la posibilidad de disponer de un desfibrilador en el club, reconoció que “lo hablaremos mañana (hoy) en una reunión de la Asociación, no podemos permitir que estos hechos ocurran sin tener capacidad de reacción, si bien no es una obligación en el fútbol amateur, contar con un desfibrilador sería muy importante, al igual que disponer de tubos de oxígeno o de paramédicos”.

El funeral de Mario se realizará hoy en la mañana luego de una misa en la capilla  Marcelino Champagnat del colegio Marista, que tendrá lugar a las 11:00 horas para posteriormente trasladarlo hasta el cementerio de Las Compañías.

Su sobrina Ana Díaz, complementó que desde las 09:00 horas, harán un recorrido por la población, canchas del complejo Juan Soldado, los clubes que defendió, hasta trasladarlo al cementerio, “estamos golpeados, realmente es muy sorpresivo lo ocurrido, estaba jugando y le dijo al técnico que quería salir porque le dolía el pecho, pero se desplomó rápidamente”, comentó.

Recordó que su tío recién había regresado hace unos días desde la minera, “llegó el viernes, el sábado fue a visitar a su madre que había fallecido hace cinco meses y el domingo fue a la cancha, impensado todo lo que ocurrió”, indicó.

 “Era un buen zurdo, tanto como jugador, como tío, hermano, hijo, músico, le encantaba la música andina, siempre estaba acompañado de sus instrumentos, del bombo, la guitarra, el charango, realmente era muy agradable compartir y estar con él”, describió.

Ana, aprovechó a nombre de la familia, extender el agradecimiento a los clubes, exjugadores que compartieron con él en cancha su pasión por el fútbol, “gracias por acompañarnos, nos llena de fortaleza su amor y cariño por Mario”, concluyó.

Mario deja a su viuda Carolina Paillacar, con quien se unió hace 24 años, padres de cuatro hijos de 22, 16, 11 y 6 años, a quienes les extendemos nuestras condolencias en este momento de pena y d