Economistas y expertos dieron su opinión

Advierten de efectos de consolidar una moneda única para América del Sur

Después de que los presidentes de Brasil y Argentina revelaran su intención de disponerla y extenderla al resto del continente, varios expertos salieron a analizar su factibilidad. En el caso de implementarse, la economía más beneficiada sería la trasandina porque flexibilizaría sus transacciones.
jueves 02 de febrero de 2023

Con el objetivo de alcanzar “estabilidad económica, eliminar el riesgo de tipo de cambio, mayor facilidad para ahorrar y comparar precios, además de mercados financieros más integrados”, la Unión Europea (UE) implementó el euro como moneda única entre sus países asociados en 2002.

Un escenario parecido es el que buscan adoptar los gobiernos de Argentina y Brasil en Sudamérica con la propuesta de entrada en funcionamiento del “sur”, nombre de la moneda.

“Lo que yo pienso, si dependiera de mí, tendría comercio exterior siempre con la moneda de las otras naciones para que no estemos dependiendo del dólar”, afirmó el presidente, Luiz Inacio Lula Da Silva.

En ese sentido, se preguntó por qué no crear una unidad monetaria común entre los países de América del Sur, incluido Chile, tal como se intentó disponer entre el mismo Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, los llamados BRICS.

En tanto, su par trasandino, Alberto Fernández, señaló que no sabe cómo podría operar una moneda común entre ambos países y tampoco en la región, pero si conoce lo peligroso de la dependencia de unidades extranjeras.

Para el abogado de Grupo Defensa, Sebastián Muñoz, no es factible implementar el sur en el corto plazo, sobretodo, por las características de la economía trasandina.

“No tiene fiabilidad internacional y su inflación durante el año pasado terminó en números muy altos. Asimismo, es una economía muy sujeta a intervención estatal, por lo que uno no podría verla como socio”, agregó.

En esta línea, el jurista reveló que para la introducción del euro como moneda común en la UE, las naciones miembros tuvieron que realizar diferentes ajustes internos en sus mercados.

“Por ejemplo, en España, el gobierno de José María Aznar debió llevar a cabo transformaciones en sus políticas fiscales. Es así como tuvo que congelar los sueldos de los empleados fiscales por dos años y lo mismo con las pensiones, para llegar a las exigencias que se les pedían en ese momento”, complementó.

De este modo, el abogado manifestó que no ve que Argentina sea capaz de cumplir con condiciones similares y tener sus cuentas claras.

Por su parte, el ingeniero comercial y académico de la Facultad de Ciencias Sociales, Empresariales y Jurídicas de la Universidad de La Serena, Orlando Robles, sostuvo que Sudamérica se encuentra muy lejos de replicar lo que hizo la Unión Europea.

“Aun así, se podría aplicar. No obstante, hay que tomar ciertos resguardos. La política monetaria es algo muy complejo y Argentina no está en una buena posición acerca de su moneda, debido a que se ha depreciado brutalmente en los últimos años por la inflación. Al mismo tiempo, tienen restringido el mercado del dólar. Eso sí, para ellos sería una muy buena situación, por cuanto podrían flexibilizar sus transacciones en materia de comercio internacional”, dijo.

Así, el experto aseguró que desde la perspectiva política y técnica, sería correcto que las naciones que quisieran participar de este proyecto transparentaran cuáles son los beneficios potenciales para cada una. 

Por último, aseveró que “lo más prudente sería que en un período de 5 a 10 años, los países participantes tuvieran relativamente estabilizada su inflación y que quedara muy claro cuáles son los perímetros del acuerdo, ya que sería ideal que fuera de la mano con tratados de comercio internacional”.