Sólo han caído 0,2 milímetros

¿Se evalúa racionamiento? La Serena registra más de 98% de déficit de lluvias

Pocos sistemas frontales alcanzaron la zona en los últimos meses y, los que sí llegaron, dejaron precipitaciones principalmente en el sector sur de la región y en la cordillera, pero con montos bastante bajos.
miércoles 07 de junio de 2023

En la edición de este martes de El Día, se dieron a conocer los pronósticos de un eventual racionamiento del recurso hídrico a causa de la difícil situación que enfrentan los embalses de la Región de Coquimbo. 

“Si hay algo que caracteriza a la zona es su capacidad de acumulación debido a su extensa red de tranques. Sin embargo y pese a la lluvia además de nieve caídas durante el año pasado, la condición actual es compleja”, afirmó a El Día, el gerente local de Aguas del Valle, Andrés Nazer.

Sin ir más lejos, el Embalse Puclaro, ubicado en el Valle de Elqui, se encuentra a sólo un 14% de su volumen. 

“No queremos que pase un racionamiento de agua, pero eso dependerá de las precipitaciones que caigan durante este invierno, del comportamiento de nuestras captaciones existentes y nuevas, además de la depresión de las napas subterráneas y la operatividad de los convenios con las juntas de vigilancia de los ríos de la zona”, agregó el ejecutivo de la sanitaria. 

Sin embargo, la compleja situación del tranque Puclaro y de otros situados en el resto del territorio, no es la única evidencia del déficit de lluvia que lleva afectando a la región desde hace varios años. 

En esa línea, en lo que va del año 2023, La Serena presenta un déficit hídrico del 98,7% en comparación al mismo período de 2022. Ello se traduce en la caída de, apenas, 0,2 milímetros de agua.

Consultado, el meteorólogo del Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas (CEAZA), Tomás Caballero, señaló que actualmente las lluvias presentan un déficit promedio de 72% a nivel regional. 

“Pocos sistemas frontales han alcanzado la zona y los que sí han llegado, dejaron precipitaciones principalmente en el sector sur, como lluvia, y en la cordillera, como nieve, pero en montos bastante bajos. Normalmente presentamos un gradiente norte-sur con montos de lluvias que van disminuyendo a medida que uno avanza hacia el norte, mientras que en el otro eje existe un gradiente este-oeste, que muestra mayores precipitaciones en la cordillera. En consecuencia, los sectores más perjudicados por la falta de precipitaciones son aquellos donde más precipita: la Provincia del Limarí presenta el mayor déficit con un 90%, seguida por Choapa con 72 y Elqui con un 45%. En tanto, en la cordillera se ha registrado caída de nieve más a menudo que en las áreas costeras y de los valles”, subrayó. 

Eso sí, el experto manifestó que aún la región se encuentra inserta en una megasequía que ha estado afectando al país durante los últimos 15 años, por lo que se podría decir que la falta de lluvias “no es algo nuevo”. 

“Se han realizado investigaciones que sugieren que el principal factor en el déficit de precipitaciones, es el fortalecimiento del Anticiclón del Pacífico Subtropical, un lugar de altas presiones que se ubica casi permanentemente en las costas de Chile e impide el paso de los sistemas frontales hacia la zona norte”, dijo. 

Aun así, el meteorólogo del CEAZA sostuvo que es posible que durante este curso, las lluvias alcancen un rango normal, de entre 70 y 120 milímetros acumulados, a causa del desarrollo de “El Niño” y el debilitamiento de la mancha cálida del Pacífico Oeste. 

Por su parte, el meteorólogo de Mi Radio Televisión, Cristóbal Julia, añadió que, en general, los lugares más perjudicados por la falta de precipitaciones son los agrícolas, por cuanto dependen de ellas para que las cabeceras de los ríos aumenten sus caudales y, por lo tanto, tengan una mayor disponibilidad hídrica. 

“Más del 70% del consumo de agua a nivel local, corresponde a esta industria, después viene el humano y en último lugar se encuentra la minería”, aseguró. 

Por otra parte, el experto agregó que la llegada del fenómeno de “El Niño” podría producir que se deje de tener un déficit del recurso hacia el final de temporada. 

“No obstante, climatológicamente hablando es poco probable que con un invierno, aunque sea lluvioso, se nos llenen los tranques y se recuperen los acuíferos. Es así como la nieve acumulada va durar por un período de tiempo. Entonces, lo que hace falta es, para superar o salir de este estado casi permanente de megasequía, es tener, al menos, tres inviernos muy lluviosos”, aseveró. 

Por otro lado, el proyecto Adaptaclim, Indicadores Climáticos para la Adaptación en la Región de Coquimbo, ejecutado por el CEAZA, por solicitud del Ministerio de Medio Ambiente de Chile, entregó importantes datos sobre las condiciones de riesgo que pueden afectar a la zona. 

“En este documento se accede a información sobre riesgos de potenciales pérdidas de área cultivable para uva pisquera por sequía u olas de calor; la falta de disponibilidad de agua en ambientes rurales por disminución de precipitaciones; la pérdida de desembarque de machas o producción de ostión por cambios en la temperatura del mar o la surgencia, así como el riesgo de mayor presencia de medusas o fragatas portuguesas por el aumento de la temperatura del mar”, afirmó la investigadora del Centro Científico CEAZA y directora del Proyecto AdaptaClim, Laura Ramajo.