Los pro y los contra que registra la inmunización en nuestro país

El programa de vacunación en nuestro país es uno de los mejores del mundo y alcanza a un 96% de cobertura, permitiendo erradicar y controlar diversas enfermedades. Sin embargo, en los últimos años han surgido diversos grupos antivacunas que critican el que no existan fórmulas alternativas de inmunización y que creen que más que un programa de prevención y protección a los menores, es un negocio con los laboratorios.
domingo 16 de octubre de 2016

Gabriela nunca ha estado a favor de vacunar  a sus hijos. A los dos mayores permitió que les aplicara correctamente cada vacuna, pero la menor, que tiene una salud más frágil, no fue vacunada sino hasta que cumplió un año. 

Hoy la niña tiene seis años y asiste a primero básico donde será vacunada de forma obligatoria con la Tres Vírica y la DPT que la protege de enfermedades como el sarampión, la difteria, rubéola y tétanos. 

“Yo no sé si serán tan efectivas. Mi hija pasaba varios días  enferma después que la vacunaba. Además,  si ya no le puse las anteriores no sé de qué sirve que le ponga más, pero como ahora se vacuna en el colegio, nos obligan a qu lo permitamos, pero sin informarnos bien para qué es que la inyectan. Deberían existir otras fórmulas para que los niños estén protegidos”.

En nuestro país el programa de vacunación en los niños se inicia desde recién nacidos para terminar en octavo básico con la DPT o triple bacteriana, que contiene los toxoides diftéricos (contra la difteria) y tetánico (contra el tétanos), así como fragmentos de proteína de la bacteria Bordetella pertussis, causante de la tos ferina. 

Este sistema ha permitido erradicar y controlar diversas enfermedades en nuestro país, pero que las autoridades y especialistas llaman a mantener y cumplir, para no exponer a los grupos vulnerables. “La existencia de vacunas ha permitido, por ejemplo, la erradicación de la viruela. También la disminución y eliminación en nuestro país de la circulación del virus de la poliomielitis hace 40 años y la eliminación del sarampión en el año 1992”, explicaba Jaime Burrows a los medios de comunicación a comienzos de este año cuando se entregó el nuevo calendario de vacunación.
Esto porque a pesar de su efectividad, en muchos países estas enfermedades no están controladas y de aumentar el número de personas sin inmunizar, aumentan las probabilidades de que se generen contagios.

Pero así como Gabriela, muchos otros padres han decidido no vacunar a sus pequeños hijos,  formando diversas agrupaciones que han llegado incluso a la justicia para impedir la inoculación. Controversia que ha ido en aumento con el inicio de la vacunación contra el virus papiloma humano que es obligatoria para las niñas de cuarto y quinto básico y que este año incluyó también la segunda dosis a las niñas de octavo básico.

 

RECHAZO A LA VACUNACIÓN 

Felipe González es técnico paramédico y vocero nacional del movimiento antivacunas de Chile. Relata que decidió iniciar una lucha contra el sistema inmunización  luego que su pequeña hija presentara una reacción alérgica. Este movimiento que se encuentra en redes sociales y que ha participado de diversos debates en medios de comunicación fue creado por Desiree Becerra, quien fue la primera mamá en Chile que llevó su negativa a vacunar a su hija a la justicia en el año 2012. “Ella fue el punto de encuentro en el tema de la vacunación y nuestro grupo se creó ese año, pero ya había varios grupos en contra de las vacunas. Por ejemplo,  cuando se presentó el proyecto de ley anti timerosal en el año 2010”.

Felipe también fue uno de los primeros padres que llegó a la justicia con el tema de las vacunas  ya que su hija presentó una asfixia o broncoespasmo cuando recibió la vacuna de los dos meses. “Yo  decidí acogerme al derecho constitucional de la salud  y migré al sistema privado  y encontré una alternativa para proteger a mi hija, porque el Estado tampoco compraba vacunas especiales en ese tiempo”
González alega que  existe una vacuna que posee pocos efectos adversos como la INFARIX que es la que utilizó con su hija y que en Inglaterra es parte del sistema de vacunación, pero que en Chile sólo quien puede pagar por ella la utiliza.

“Esa es una  de las cosas que no nos cuadran. El Gobierno dice que no hay plata para comprar Infarix, que vale entre 40 y 45 mil pesos cada dosis, pero sí había plata para comprar la vacuna contra el papiloma, que cuesta en forma privada 80  mil pesos cada dosis. Esa es una de las preguntas que tiene la gente con respecto a la vacuna en general, porque no todos los niños reaccionan igual”.

Respecto a las críticas de la irresponsabilidad que significa no vacunar a sus hijos y la posibilidad de que vuelvan al país ciertas enfermedades que se creían erradicadas, por existir un grupo vulnerable, tal como sucedió en California, en  Estados Unidos, con un brote de sarampión que se creía controlada y que generó alarma en la población, donde la mayoría de los infectados eran personas no vacunadas. 

“La vacunas han demostrado  que son efectivas a través de las tasas de muertes y de contagio, no si la persona ha generado un anticuerpo que dure  para toda la vida, porque las vacunas duran cierto tiempo, que es en promedio 10 años. La inmunidad del grupo es un mito, porque de 10 años  todos somos vulnerables y los únicos que tienen inmunidad de grupo son los menores  de edad, recién vacunados o que están dentro de los 10 años de protección. Después de diez años ya no tenemos memoria inmunológica”.

González responde que  en nuestro país el Estado no se hace responsable si un niño presenta reacción adversa  después de la vacuna. “Si yo decido  vacunar a mi hija, yo soy responsable de lo que le vaya a ocurrir, porque se da un consentimiento informado firmado o en forma verbal. Si tú no vacunas  a tu hijo, el Estado te dice usted se tiene que hacer responsable. Claro, uno  se hace responsable cuando vacunas y cuando no lo haces y el Estado, ¿cuándo es responsable?, nunca. Si a mi hijo le llega a pasar algo, nadie se hace responsable y nadie costea tratamientos médicos para recuperarlos”. Agrega que con una alimentación saludable también se puede proteger a los niños, además  se están desarrollando vacunas orales que no son invasivas, pero la carga  y respuesta inmunológica es menor a una vacuna inyectable. 

“Es una forma de no vacunar a tu hijo, pero de fortalecer su sistema inmunológico de otra manera”, señala González. El  vocero del grupo antivacunas señala que dentro del movimiento hay personas, que sí podrían inmunizar a sus hijos si el Estado se asegurara de acompañarlos en las futuras reacciones de los niños y si entrega otras fórmulas de protección. 

“Ahora en mi caso personal, que mi hija tuvo esta reacción adversa, se puede repetir, porque no se sabe a qué tipo de componentes es alérgica y como nadie estudia eso jamás lo voy a saber. A mí me causa rechazo el poner una vacuna. Es un riesgo, porque si yo le pongo una vacuna y mi hija tiene una reacción anafiláctica puede morir en minutos”.

Para Felipe González, la vacuna contra el papiloma y su obligatoriedad es un tema controversial.  

 

LA POLÉMICA DEL VPH

Más de 450 mil niñas de entre cuarto  y octavo básico  serán vacunadas en Chile con la VPH para protegerlas contra el cáncer cervicouterino, que es la segunda causa de muerte en mujeres en Chile. En nuestra región la población objetiva alcanza a las 20.110 niñas y hasta el momento la cobertura llega al 31,5%. 

El seremi de Salud, Rosendo Yáñez, explica que el cáncer cervicouterino se puede evitar sólo con prevención, como el PAP y la vacunación antes de iniciada la vida sexual de las mujeres. Es que el virus del papiloma humano es asintomático, se contagia por contacto sexual, sin distinguir clase social y sexo, que no tiene cura y que en muchos casos provoca lesiones que terminan en carcinomas. 

“Es una enfermedad silenciosa que lamentablemente se detecta entre los 35 y 50 años y lamentablemente hay muy poco que hacer. Y la única forma de evitarlo es con prevención. El llamado  a los  padres  es a la prevención. Muchos se preguntan por qué a esta edad, los expertos dela OMS han determinado que la mejor época es antes que las menores entren a actividad sexual y tiene más efectividad la vacuna. Es parte de nuestro compromiso del programa de la Presidenta Michelle Bachelet, que todas las niñas estén vacunadas”, agrega Yáñez.

A pesar de las voces y explicaciones de autoridades llamando a vacunar a sus hijas y confirmar la efectividad y seguridad de la vacuna utilizada en este caso, Gardasil, que según los especialistas previene cuatro tipo de virus papiloma humano que ocasionan cerca del 70% de los cáncer de cuello de útero y contra virus que generan  verrugas genitales;  varios apoderados se han manifestado en contra de la vacunación y han acudido a la justicia. Son más de 60 niñas en Chile cuyos padres han resuelto rebelarse ante la falta de información y los efectos desconocidos de esta medicación. 

Para Felipe, la prevención contra el virus papiloma humano es un tema de la vida privada  y “de quien  yo me involucre y de las barreras que coloco para prevenir el contagio. Es efectivo lo que hacemos como estrategia de prevención del cáncer con el PAP, por ejemplo, pero además, en el momento de elegir las vacunas contra el papiloma, el comité eligió otra vacuna que es Cervarix y no Gardasil”. La primera ya había demostrado que ltenía una duración mayor que la que hoy se aplica.

Para González, más que un tema de prevención y proyección a las niñas y mujeres contra el cáncer existe un tema económico. “La gente dice que si el comité  recomendó la otra vacuna y esa estaba ofreciendo plata, hace relación que el Gobierno eligió la que ofrecía más dinero y eso se ratifica, porque la vacuna no fue comprada por licitación pública y fue trato directo. Aquí algo raro hay, hay algo que tiene que ver con dineros o conflictos de interés con laboratorios”.

Además, agrega que el Ministerio de Salud no entrega respuestas a las dudas de los padres y  tampoco informa respecto a los efectos de esta vacuna.  “La ministra no quiere entablar una conversación real con los padres para entregar claridad. Además los centros de salud deberían hacer charlas informativas para entregar la información a los apoderados”.

Mientras sigue la polémica y el llamado de quienes están en contra y a favor de las vacunas, en todos los colegios de Chile continúa la inmunización programada. Muchos apoderados siguen alerta y un grupo mayoritario acepta la vacunación porque lo consideran el método más afectivo para prevenir enfermedades. Sin embargo, aunque Chile  ha aumentado la cobertura y el control de enfermedades, debemos esperar varios años para comprobar si la vacuna contra el VPH es efectiva y disminuye el cáncer cervicouterino.