Gobierno descarta una tendencia al alza de cifra de homicidios pese a últimos crímenes

Ayer fue formalizado el autor del último asesinato ocurrido en las calles de Coquimbo el pasado jueves, crímenes que mantienen en estado de alerta a los habitantes de esa comuna. En términos generales, la población opina que la única forma de detener esta escala de crímenes es  aplicar medidas ejemplares contra los delincuentes.

No obstante, estos delitos, que se han repetido en la comuna de Coquimbo a lo largo del último año, incluso con asesinatos ocurriendo a plena luz del día y ante la presencia de los ciudadanos, han sembrado dudas entre la población respecto a la efectividad de medidas como el Plan Calles sin Violencia. Este plan tiene como objetivo reducir los asesinatos y se implementa específicamente en la comuna porteña, así como en La Serena y Ovalle.

Al respecto, el delegado presidencial regional, Galo Luna, aunque reconoce el impacto de estos crímenes, destaca que no han experimentado un aumento significativo.

“Sin duda son hechos que conmocionan a la ciudadanía, y son parte de una realidad de la cual nos estamos haciendo cargo desde todas las instituciones del Estado por medio de un plan nacional, el Calles Sin Violencia, que desde que se implementó, se ha detenido la tendencia al alza de homicidios en la región, según cifras de la PDI”, señaló a diario El Día.

Según Luna, este plan permite fortalecer continuamente el trabajo de las fuerzas policiales y el Ministerio Público “para prevenir y esclarecer estos crímenes. En la región, contamos con un índice de esclarecimiento del 75% en homicidios, uno de los más altos del país”, destacó el delegado presidencial.

A fines de junio del presente año, el alcalde de Coquimbo, Alí Manouchehri, hacía un llamado para que se dispusiera de más Carabineros en su comuna, luego que en menos de un mes se produjeran tres asesinatos, pero en esa oportunidad el delegado presidencial (Rubén Quezada) y el general de Carabineros evitaron comprometerse con un eventual reforzamiento.

“Las señales están más que claras y en Coquimbo necesitamos un reforzamiento”, dijo en tono duro en esa oportunidad el edil. 
Sin embargo, ayer tras ser consultado sobre los tres homicidios que ha enfrentado nuevamente la comuna en un corto tiempo (no más de un mes), el alcalde se mostró más cauto y mencionó que “para afrontar el combate contra la delincuencia, se requiere del trabajo conjunto y la voluntad de todos los actores, especialmente para proporcionar a las policías los recursos necesarios para que puedan realizar su labor”, precisó.

De paso, resaltó que como municipalidad son constantes colaboradores de Carabineros y de la Policía de Investigaciones, “por eso todos los esfuerzos que vayan en la línea de abastecer de mejores herramientas a las policías son importantes, ya sea a través del Plan Calles sin Violencia, de la inversión que también está realizando el Gobierno Regional en la materia”, señaló Manoucheri, evitando confrontarse con el delegado presidencial, como ocurrió hace algunos meses, donde deslizó críticas.

Sin embargo, la comunidad de Coquimbo, donde los incidentes violentos han impactado profundamente, manifiesta una fuerte sensación de inseguridad y critica el Plan Calles sin Violencia.

“Me da la impresión que no están aplicando ningún plan, si los asesinatos son cada vez más frecuentes. Al final va a pasar como en otros países, donde manda la delincuencia más que los gobiernos”, sostiene la comerciante, Ana María Costa.

Para José Alcayaga se debe aplicar medidas más duras, “tienen que aplicar medidas ejemplificadoras y no ponerles abogados defensores, que se las arreglen solos”.

En tanto, Juan Villalobos, precisa que “Coquimbo ya no es una ciudad tranquila y estamos en las manos de estos delincuentes, no se les debería dar ninguna garantía, no andar buscando planes de seguridad, esos no resultan”.

Ayer se formalizó al presunto autor del asesinato del jueves en la comuna portuaria, y mañana se formalizará a un presunto autor del asesinato y descuartizamiento de una persona cuyos restos aparecieron en el litoral de Coquimbo.