TRAS REVELADOR ESTUDIO

Ciudadanos y expertos cuestionan qué significa pertenecer a la clase media en Chile

El director de Asuntos Corporativos de la empresa Equifax, Ignacio Bunster dio a conocer que según el último estudio realizado por dicha compañía, más de 6 millones de personas en Chile entran en los estratos de clase media, quienes en su gran mayoría no poseen auto ni casa.
domingo 27 de noviembre de 2022

En una entrevista con “Qué hay de nuevo”, el director de Asuntos Corporativos de Equifax, Ignacio Bunster, se refirió a la situación de la clase media chilena, revelando que según los resultados del último estudio realizado por dicha empresa, al menos 6.199.054 personas mayores de 18 años componen la llamada clase media (C2-C3) en Chile, -cuya cifra aumenta hasta los 7,2 millones, si se suma a los menores de edad-, de los cuales, Bunster destacó que 4.2 millones no cuenta con bienes raíces y 4.1 millones no es dueño de ningún automóvil.


Al preguntarle a Bunster qué variantes se midieron, este respondió que para este estudio se basaron en la estandarización del Servicios de Impuestos Internos (SII), para los índices socioeconómicos C2 y C3. 


“La clase media en Chile tiene una situación económica precaria, el grupo C2 tiene un sueldo promedio de $1.400.000 para un grupo familiar de 4 personas y el C3, -que es la clase media pura-, tiene un ingreso promedio de 1 millón”, sostuvo Bunster, alegando que si a eso se suma la posibilidad de tener un hijo universitario, lo más probable es que la familia se enfoque en cubrir necesidades básicas, descartando inversiones que requieren gran capacidad de ahorro, como la compra de bienes inmuebles. 


En cuanto al nivel de deuda, Bunster comentó que del total, se tiene que 1.535.577 están morosas, -6,8% del C2 y 18% del C3-, y la deuda promedio es de 2,6 millones de pesos para el C2 y de 1,9 millones de pesos para el C3.


Ahondando en esto, desde el diario El Día se conversó en terreno con algunas personas y con dos economistas expertos de la región, quienes se refirieron a la real dimensión de lo que significa pertenecer a la clase media en Chile.


Al ser consultada por este tema, la concejala de la Serena, Rayen Pojomovsky señaló que “para mi la clase media no existe y me parece que está bastante alejado de la realidad poner como parámetro el poseer auto”.


“Yo no tengo casa propia y no lo veo cercano, porque aunque la vivienda debería constituirse como un derecho humano, lo cierto es que hay mucha gente con trabajos estables, aún así no tienen la espalda financiera para poder embarcarse en una deuda como esta”, manifestó la concejala.


Por otra parte, al preguntarle si consideraba que formaba parte de la clase media, el periodista, Andrés Munizaga afirmó que “soy un proletario esclavizado por un sistema de escalamiento económico que genera una ilusión de estabilidad”, añadiendo que “veo cada vez menos probable el sueño de la casa propia, porque es muy grande el sacrificio de adquirir un inmueble a 30 años, con trabajos inestables”. 


El empresario Rafael González, también mencionó este tema, argumentando que se considera parte de la clase media, porque “tengo cosas que otras personas no tienen, por ejemplo, un auto y una casa, -que aún pertenece al banco-, pero al mismo tiempo no pertenezco a un estrato alto o super alto, como si es el caso de algunas personas en Chile”. 


En tanto, la bióloga marina, Claudia Galli sostuvo que “en Chile no existe una clase media, lo que hay es una clase asalariada que si se queda sin trabajo, pierde la capacidad de deuda”, agregando que “el asalariado paga impuestos por todo, pero sobre cierta renta queda fuera de los quintiles que tienen derecho a beneficios sociales del Estado”.


En apoyo a esto, el ingeniero ambiental, Sebastián Muñoz, explicó que “aunque podemos decir que hay gente que cree que por percibir cierta renta pertenece a cierta clase, basta un imprevisto para pasar a la catástrofe financiera”. 


En cuanto a la capacidad de adquirir bienes inmuebles, Muñoz relató “yo percibo un ingreso más o menos alto, pero en ningún caso al nivel de Luksic, sin embargo estoy en su mismo decil y aún así tengo muchas trabas para acceder a una vivienda”. 

Las diversas alzas de combustibles y alimentos golpean fuertemente a este sector que poco recibe de parte del Estado. (FOTO: Lautaro Carmona)


El académico titular de la Escuela de Ciencias Empresariales (ECIEM) de la Universidad Católica del Norte (UCN) de Coquimbo, Sergio Zuñiga, aclaró que “en primer lugar no existe una clasificación socioeconómica única oficial en Chile”. 


“Lo importante es tener claro que la caracterización socioeconómica es una medición multidimensional y tener un automóvil o tener un bien raíz, no determina si es que una familia pertenece a una clase o a otra”, insistió el economista. 


Para Zúñiga, también es importante “tener presente que el objetivo fundamental de estas clasificaciones es que las empresas puedan conocer mejor las características y necesidades de cada grupo, con el objeto de diseñar más eficientemente sus estrategias comerciales”.


Por su parte, el académico de la Facultad de Ciencias Sociales, Empresariales y Jurídicas (FACSEJ) de la Universidad de La Serena (ULS), Dr. (c) Orlando Robles Palacios, recalcó que “el dinamismo en la segmentación socioeconómica es brutal, por lo que los parámetros de medición en los años 90 eran muy distintos a los actuales”.


Asimismo, Robles indicó que “el concepto de clase media es muy difuso, lo que se vuelve problemático cuando se tienen que diseñar las políticas públicas, ya que si no tenemos una definición clara, es mucho más complejo administrar económicamente al país”. 


“Las políticas públicas no están tomando foco en el Chile real, por lo que se generan discusiones de proyectos de ley con metodologías poco serias y lo grave es que el Ejecutivo y el Legislativo tienen la capacidad para contratar asesores que puedan hacer los estudios necesarios para esto”, remató el economista. 

La Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (CASEN) establece que los deciles son la forma de definir los sectores socioeconómicos según el ingreso per cápita de una familia, mediante la suma de los sueldos totales de quienes trabajan, dividido en el total de personas que viven en dicho hogar.


Dichos deciles se dividen del 1 al 10. En el primer decil se encuentra la población en condición más vulnerable y en el décimo están las personas con mayores ingresos.