Centro de Coquimbo libre de ambulantes: Primer día de copamiento dejó siete detenidos

Llegó el día.

Este jueves comenzó el copamiento policial en el centro de Coquimbo, con el que se busca dar inicio oficial a la implementación del plan de recuperación en la comuna puerto, sumándose al despliegue que ha tenido grandes resultados en La Serena, donde ya se avanza con el mejoramiento de fachadas y alianzas con servicios específicos para “devolver las calles” a la ciudadanía.

A diferencia de lo ocurrido en la capital regional, en Coquimbo se comenzó con alternativas de formalización ya definidas para los vendedores ambulantes que, hasta esta semana, buscaban el sustento diario comercializando en la vía pública, modelo que, al igual que en varias regiones del país, se profundizó con la crisis sanitaria y económica, derivando en incidentes e inseguridad en las calles.

Ayer, Aldunate, principal arteria ocupada por vendedores informales, amaneció despejada. El acuerdo con el municipio, que comprometió dos galerías para recibirlos en espacios normados y regulados, funcionó y en la última jornada accedieron a quedarse en sus casas a la espera de la habilitación de los recintos. De esta forma, el puerto piensa ya en los pasos que vendrán para acelerar la recuperación del centro.

Sin embargo, el día no estuvo exento de incidentes y cerca de las 10:00 de la mañana se registraron protestas, por parte de quienes no estaban de acuerdo con el compromiso adoptado entre vendedores y autoridades. La manifestación fue algo más potente que en La Serena y se registraron incluso barricadas, además de elaborados lienzos contra el alcalde y dirigentes de la Cámara de Comercio.

Un grupo de cerca de 15 personas se instaló en una de las intersecciones para expresar su descontento, eso sí, sin encontrar apoyo ciudadano. La mayoría de los transeúntes que pasaron por Aldunate ayer, valoraron el copamiento y expresaron su molestia por los ambulantes que se niegan a dejar las calles.

“Coquimbo era una ciudad tranquila. Yo nací y me crie acá y ahora veo un puerto totalmente destrozado, no hacen nada, uno viene al centro y le roban, les abren las carteras, nadie puede pasar, empujan, uno tiene que pasar arriba de las cosas. Ya no quiero esto para mi Coquimbo, quiero que el centro se despeje, como antes, que uno vaya a la playa tranquilo y no esté lleno de personas que no son de aquí”, indicó una mujer que pasaba al lado de la manifestación.

La sensación entre comerciantes establecidos también era de alivio gracias al despeje. En conversación con una locataria, cuya identidad prefirió mantener en reserva, se nota el respaldo al plan de recuperación y lamento por el estado al que llegó el centro.

“Aparte del desorden hay mucha violencia, robos, cuchillos, armas, delincuencia... los ladrones pasan y se esconden entre ellos. La verdad lo mejor que está haciendo el alcalde es reubicar a los ambulantes, porque tampoco los está echando, les está dando un espacio y eso está muy bien, pero hay algunos que no quieren trabajar. Acá se ve el vicio a plena luz del día y en una galería no van a poder”, dijo.

La joven indica que “los santiaguinos tienen tomado el centro”, mismo análisis que hacen los transeúntes. “A las cuatro de la tarde ya tenemos que empezar a cerrar, por la violencia. Es mucho, todos los días”, dice la vendedora, quien en el momento más difícil de la pandemia también salió a vender a la calle, pero buscó la forma de “salir adelante y conseguir esto”, dice, mientras nos muestra su local.

Avanzada la mañana y pasado el mediodía, la protesta se trasladó a las inmediaciones del Mall Vivo, donde los vendedores que no aceptan el acuerdo siguieron su manifestación. En el camino conversamos con Daniel Sanhueza, uno de los dirigentes.

De partida, niega que se trate de personas provenientes de Santiago, afirma que son residentes de Coquimbo y se desmarcan de los delitos. Consultado por las barricadas en la protesta, indicó que no están relacionados, ya que “llegaron otras personas” y “se salió un poco de las manos, pero es algo que no podemos controlar, como en toda manifestación”.

Sanhueza sostiene que sí están dispuestos a dejar las calles, pero manifiesta que no están de acuerdo con cómo se hicieron las cosas y los resultados de las reuniones.

“Hicieron una reunión masiva y eso no correspondía, porque llegó gente que no pertenece al grupo y no trabajan con nosotros. Todo se confundió y no llegamos a acuerdo. Se ofrecieron dos galerías para meter a más de 200 personas. En los puestos que ofrecieron no caben las personas, ni nuestras cosas. Queremos que se haga una reunión con los dirigentes, que nos entiendan y nos puedan incluir en el proyecto. Estamos dispuestos (a salir de las calles), pero necesitamos llegar a un acuerdo”, dijo.

El alcalde Alí Manouchehri indicó que “para nosotros es muy importante y estamos muy contentos de que inicie esta recuperación de espacios, es una política que viene esperando la gente hace mucho tiempo. Siempre hemos soñado y anhelado tener el centro que pertenece a los coquimbanos y coquimbanas como un espacio de libre tránsito, donde nuestros adultos mayores, personas con discapacidad y la familia coquimbana usen y disfruten de un centro limpio, bonito y seguro. Estamos expectantes y hemos avanzado como municipalidad en abrir un precedente para el diálogo y este tipo de intervenciones puedan avanzar de una manera más pacifica”.

Por su parte, el delegado presidencial regional, Rubén Quezada, indicó que “el plan de recuperación de espacios públicos está enfrentando desafíos que son de muchos años, que se ha intentado en muchas oportunidades, sin embargo, al día de hoy tenemos una alianza clave que nos permite dar este salto tras haber realizado un diagnóstico y estrategias de reubicación y poder dejar el copamiento como una hermanita más de un proceso continuo, progresivo, que nos ha dado buenos resultados en La Serena y que esperamos que también nos dé buenos resultados en Coquimbo”.

 La jornada terminó con siete detenidos a raíz de las protestas. Según información policial, son seis hombres y una mujer. Entre ellos hay seis personas de nacionalidad chilena y un extranjero. Los sujetos tienen antecedentes.

En conjunto, acumulan 30 reiteraciones en delitos. Solo uno acumula 13 anotaciones, por desórdenes públicos, fraude aduanero, lesiones leves y porte de arma blanca. La mujer del grupo tiene antecedentes por ocho delitos, entre violencia intrafamiliar, lesiones leves, riñas, amenazas e infracciones a la ley de drogas. Le sigue un sujeto con cinco antecedentes policiales, por robo con sorpresa, comercio ambulante y otros estragos.

El teniente coronel Francisco Aravena, subprefecto de los Servicios de la Prefectura Coquimbo, destacó que “este trabajo es el resultado de un proceso que se viene coordinando hace semanas con la Delegación Presidencial y la Municipalidad de Coquimbo y que tiene por objetivo recuperar el centro de la ciudad, como un lugar seguro para el tránsito y el encuentro. En ese sentido, es necesario reiterar que se trata de un trabajo paulatino, cuyos resultados no necesariamente se ven de manera inmediata, pero con el cual estamos comprometidos como Carabineros, para brindar más y mejor seguridad a la comunidad de la ciudad puerto”.