En Coquimbo

Caso Aníbal Cortés: avanza a preparación de juicio y reagendan audiencia

En la causa, se encuentran imputados la hija menor de la víctima y la pareja de esta, quienes habrían apuñalado al adulto mayor fingiendo un robo en el almacén que administraba.
miércoles 23 de noviembre de 2022

Nuevos movimientos ha tenido en tribunales el caso de Aníbal Cortés, adulto mayor que fue asesinado en el almacén que atendía junto a su familia en el sector de Tierras Blancas. El crimen, recordemos, se registró en junio del presente año, y tiene como sospechosos a su hija menor y a la pareja de esta.

Según la investigación, ambos se habrían concertado para dar muerte al trabajador y luego simular un robo, aunque sus planes quedaron al descubierto en interrogatorios, donde reconocieron su responsabilidad en los hechos.

El caso, que impactó a la opinión pública de la Región de Coquimbo, avanzó ya a etapa de preparación de juicio oral, en la que se justificará, por parte de los intervinientes, la prueba que estos llevan al Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de La Serena, que debe dictar veredicto al respecto.

Si bien la instancia estaba fijada para este lunes 21 de noviembre, se reprogramó para un mes más, en diciembre. Luego de este trámite, el Juzgado de Garantía de Coquimbo deberá resolver y dictar auto de apertura, para el inicio de las audiencias de juicio oral.

Según corroboró El Día en el lugar de los hechos, fue la misma hija de la víctima la que salió de la vivienda a pedir ayuda, señalando que alguien había atacado a su padre con un cuchillo. Señaló estar en el baño del segundo piso y haber sido golpeada por los asaltantes, aunque sus contradicciones en la declaración a la PDI, la dejaron en evidencia y terminó confesando el plan que preparó junto a su pareja.

Con ello, se inició la investigación del delito de parricidio (homicidio en caso del coimputado) y ambos quedaron en prisión preventiva. Las indagatorias avanzaron y la Fiscalía presentó su acusación, en la que detallan la dinámica de los hechos.

Según el documento, de acceso público, el sujeto llegó al almacén ubicado en calle Tarapacá, que funcionaba en el primer piso de la vivienda, concertado con su pareja, hija de la víctima. El hombre habría tomado a Aníbal Cortés por la espalda “para inmovilizarlo e impedir su defensa”, procediendo la mujer, “a propinarle sendas puñaladas con un arma cortopunzante tipo cuchillo en el cuerpo de su padre, quien intentó defenderse, cayéndose al suelo”.

Una vez herido y tras la caída, el hombre “lo apuñala con el mismo cuchillo en su pecho, causándole de esta forma los acusados a la víctima (...) un total de quince heridas y provocándole la muerte”.

La puñalada fatal, “mortal aun con socorros oportunos”, ingresó 13 centímetros en el sector izquierdo del tórax.

Según lo determinado por Fiscalía, “los acusados habían concertado la comisión del hecho de forma previa, preparándose para su comisión a través de la compra del elemento cortopunzante y elementos para encubrir e impedir la identificación del acusado”. Esto lo realizaron con guantes y capucha.

Además -continúa el escrito- “para impedir ser descubiertos y generar una apariencia de robo, procedieron a llevarse dinero que la víctima mantenía en el domicilio, ascendente a una suma de millones de pesos, además de llevarse consigo el soporte donde se almacenaban las videograbaciones de seguridad del local comercial, y auto inferirse heridas la acusada (...) para simular un ataque de terceros”.

Para probar la teoría del caso en audiencia de juicio, la Fiscalía espera valerse de 16 testigos, peritos y abundante prueba documental, que da cuenta de los hechos cometidos por los acusados. Entre ellos se encuentran familiares y vecinos, que relatarán lo que vieron y escucharon el día de los hechos, además de policías de Carabineros y la PDI, quienes atendieron el procedimiento.

Para ambos acusados, la hija de la víctima y presunta autora de parricidio, así como la pareja de esta, la Fiscalía pide penas de presidio perpetuo.

Tras el crimen, El Día conversó con otras de las hijas y también vecinas de Aníbal Cortés, desde calle Tarapacá en Tierras Blancas. Lo describieron como un hombre tranquilo, que dedicó su vida a la agricultura, trabajando en fundos de Pan de Azúcar y Ovalle durante años, hasta su jubilación.

Una vez retirado, hace unos cinco años, emprendió con el negocio familiar “Los Cortés” en la misma vivienda que la familia ha habitado en el sector por 18 años. Al momento de su asesinato, vivía solo, pero era ayudado a diario por sus hijas.

“Estaba super bien de salud, era un hombre activo a sus 70 años. Se levantaba a las 6 de la mañana, a las 6:30 estaba barriendo acá afuera, todos lo conocían acá, era muy tranquilo”, describió una de ellas.

Desde el vuelco en el caso, la familia no ha dado nuevas declaraciones, pero figuran como querellantes en la causa.