a casi dos meses del homicidio
Nuevos antecedentes del crimen de Alejandro Ponce: Hay un séptimo implicado prófugo
Pasadas las 11 horas de ayer, el Servicio Médico Legal de La Serena, entregó los restos de Alejandro Ponce a sus familiares, joven de 26 años que fue secuestrado y asesinado la noche del 28 de noviembre del año pasado.
El crimen generó un enorme revuelo en la localidad de Paihuano, comuna de donde era oriunda la víctima, así como los presuntos victimarios, todo lo cual generó enorme impacto entre los residentes de dicha localidad.
Lo cierto es que, hasta el día de ayer, mientras se llevaba a cabo la caravana que trasladó el cuerpo del joven desde la capital regional hasta su lugar de origen, se tenía en cuenta la participación de seis personas en este alevoso homicidio.
En efecto, según el relato conocido, estos sujetos secuestraron a Alejandro Ponce, subiéndolo a un vehículo y trasladándolo contra su voluntad a una casa. Allí, el joven fue víctima de una brutal golpiza y sometido a torturas, todo lo cual provocó su muerte.
Posteriormente, los imputados intentaron hacer desaparecer el cuerpo, el cual fue encontrado 15 días después semi enterrado en la ruta Antakari, a 16 kilómetros de Vicuña.
En las últimas horas sin embargo, nuevos antecedentes del caso se han dado a conocer.
Y es que, según el relato de la propia familia de Alejandro, así como a través de indagaciones realizadas por diario El Día, existiría un séptimo sujeto involucrado en el crimen, el cual se encontraría prófugo en el norte del país.
Apodado como “El Barba”, este individuo cuenta con una orden de detención pendiente y habría sido el encargado de hacer desaparecer el cuerpo del joven paihuanino.
De momento, se sabe que está siendo intensamente buscado por un equipo multidisciplinario de detectives de la PDI, con el fin de dar con su paradero.
Mientras tanto, la tristeza y la indignación por este vil homicidio, siguen sacudiendo a la familia de Alejandro Ponce así como a toda la comunidad de Paihuano.
Precisamente, este viernes, un equipo de diario El Día acompañó a la caravana que trasladó el cuerpo del joven desde el Servicio Médico Legal de La Serena hasta su comuna de origen.
En el camino, ésta hizo un alto en el terminal de Vicuña, donde trabajadores del lugar le realizaron un pequeño homenaje, pues este joven trabajó por largos años como auxiliar de las líneas de buses de pasajeros.
Cabe destacar que durante el recorrido, vehículos adornados con globos blancos enfilaron tras el carro fúnebre por la ruta D-41 y tras el pequeño acto en el terminal de Vicuña, cerca de las 13 horas llegaron a la comuna de Paihuano, cuya calle principal estaba adornada también con cientos de globos blancos y algunas banderas negras.
Asimismo, la comunidad se agolpaba frente a la plaza y su iglesia para rendirle honores y lanzar globos al aire.
Luego de algunos minutos, la carroza siguió viaje rumbo a su domicilio, donde se repitió la imagen de los globos blancos y los automóviles con la leyenda “vuela alto Chiki”, apodo que le pusieron de niño cuando iba al almacén a comprar chicle y al no poder pronunciar bien, pedía un “chiki”.
Entretanto, la familia pidió las máximas penas posibles en contra de todos los autores del brutal secuestro y homicidio.
Carla Hidalgo, una de sus hermanas, dijo a diario El Día que el último ha sido el peor mes que les ha tocado pasar.
“Hemos sufrido una espera dolorosa, porque aún nos duele todo lo que pasó, además de la espera en sí, porque aún no llegaban los resultados de las pericias. Todo ha sido muy angustiante”, explicó.Sobre las penas que esperan para los autores del asesinato, adelantó que “lo que estamos pidiendo es cadena perpetua para todos los involucrados, porque nos enteramos que querían penas máximas para dos y a los otros, penas sólo como encubridores. Pero nosotros sabemos que esto fue planeado, no fue algo que salió del momento”.
Pero lo que más dolía es que la mayoría de ellos se conocían desde niños, pues estudiaron juntos.
“Saber que fueron personas que viste desde que tenían tres años, que fueron amigos de mi hermano y llegar a hacer esto, todavía no lo puedo creer”, lamentó Carla.