ÚLTIMA PRUEBA DE LA FISCALÍA

"Caso Melissa": perito sitúa a acusada dentro de la casa al momento de ataque a la niña

La perito Vivian Bustos elaboró un detallado informe criminalístico, que especifica las características de las lesiones y la consecución de hechos en su muerte, estableciendo además, una hipótesis de la autoría del crimen. La defensa plantea que las conclusiones se basan en “supuestos”.
sábado 06 de mayo de 2023

Con la exposición de la última perito de la Fiscalía, continuó este viernes la audiencia de juicio oral por el “Caso Melissa”. La más breve de la semana, pero quizás una de las más intensas, en que el Ministerio Público intentó sustentar su acusación por el delito de parricidio contra la madre de la niña de 12 años asesinada en noviembre de 2020 en la Villa Talinay de Coquimbo.

Había expectación, sobre todo considerando lo complejos que se han tornado los debates en la instancia y que han requerido de cuidadas resoluciones del tribunal ante la gran cantidad de objeciones a preguntas entre las partes en el contraexamen y los incidentes de nulidad que se han presentado en varias ocasiones. Todo, en medio de un fuerte cuestionamiento de la defensa a la investigación e informes presentados.

La pericia de la jornada de ayer corresponde a un informe elaborado por la destacada criminalista Vivian Bustos, médico tanotólogo con experiencia en el Servicio Médico Legal (SML) de Santiago desde el año 1980. Sus labores en esta causa, consisten en una pericia criminalística, en la que estudió todos los antecedentes en la carpeta, incluyendo los informes anteriores, para analizar, con su vasta experiencia, las características de este crimen, que permitieran establecer hipótesis importantes para su esclarecimiento.

Sobre las lesiones encontradas y que fueron propinadas cuando la niña se encontraba acostada en un camarote, dos fueron decidoras: las últimas, que generaron el cese de su actividad motora y luego su muerte. Otras, defensivas, revelan que la pequeña estaba consciente y con capacidad de respuesta al ataque, que intentó repeler primero con sus brazos.

“Con alta probabilidad”, agregó la perito, las lesiones más dispersas, ubicadas a la altura de la axila y cuello, son señales de “movimientos de esquive”, por lo que además de mover los brazos, la víctima trató de mover el tronco para escapar de las lesiones.

“La interacción debió ser particularmente rápida y sobrepasó las capacidades defensivas de la niña”, dijo Bustos. 

La experta continuó describiendo el ataque, afirmando que la siguiente herida, en su frente, “debió producir un importante dolor y eso limitó su capacidad de defensa”. De esta forma, sus movimientos cambiaron de defensa a “protección”. 

En una situación ideal, dijo, la persona agredida en su posición, trataría de girar hacia la pared, darle al agresor la región dorsal y proteger su cara, cuello y torax, lo que no ocurrió. Probablemente, no pudo, porque fue retenida desde el brazo izquierdo, momento en que produjeron las mencionadas lesiones finales.

Tras la agresión, el atacante tomó el cuerpo desde las piernas, lo giró y lo posicionó en la forma en que fue encontrado, para, minutos después, iniciar el incendio.

Del sangrado de las heridas y evidencias histológicas encontradas, se desprende según la perito, que la agonía fue “larga, de varios minutos” y que por instantes convivió con el siniestro.

“Cuando el ambiente de humo satura la zona superior de la habitación, la niña efectúa sus últimas inhalaciones, respira el humo y muere antes de que la combustión empobrezca de oxígeno el ambiente”, sostuvo.

Lo siguiente, fue analizar particularidades del sitio del suceso, para establecer hipótesis sobre la participación. Para esto, consideró el hecho de que todos los involucrados habitan la misma casa y que informes internacionales muestran que, en muchas ocasiones, traumas mortales a niños y niñas pueden provenir de sus cuidadores permanentes y ocasionales. A esto, se sumaron los videos de las cámaras de seguridad para el análisis y los tiempos establecidos.

“El evento observado tiene características de maltrato infantil con resultado de muerte”, dijo la perito.

Sobre esto, concluyó que la madre estaba al interior del domicilio al momento del ataque e incluso, por el rango de tiempo, no es posible excluir a su pareja, el padrastro de la víctima, en el sitio del suceso.

La exposición generó un largo debate, principalmente por preguntas realizadas por el defensor de la acusada, Nicolás Pavez, quien intentó consultar a la perito cuánto cambiaban las conclusiones de su informe con ciertas precisiones en los resultados de pericias que analizó para elaborarlo, ejercicios que fueron objetados por el tribunal.

Recordemos que el jurista ha cuestionado que el cuchillo levantado sea el arma homicida y que la salida de humo del incendio, que según se evidenció, sitúa a la mujer en el lugar de los hechos, se haya producido en 30 minutos. 

Consultado por El Día, Pavez señaló que la pericia “puede tener la apariencia de ser certera, en la medida que estos supuestos fácticos se ratifiquen, y lo que a mí me parece es que si uno ha venido dos semanas a este juicio, donde los presupuestos se han ido derrumbando, la pericia tiene la apariencia de ser contundente, pero no lo es”.

Por su parte, el fiscal regional, Adrián Vega, indicó que las pericias son claras y en este punto, dijo confiar en la exposición del Ministerio Público en la audiencia.

“Creemos poder probar que la muerte y el incendio fue producto de la mano de la madre de la niña”, sostuvo.