"Caso Melissa"

"Caso Melissa": Forense descarta lesiones de abuso en autopsia de la menor

Dos connotados especialistas fueron llamados por la defensa, que intenta contrarrestar los medios de prueba presentados por el Ministerio Público. El forense Luis Ravanal indicó que informe de autopsia del SML solo muestra efectos del incendio en el cuerpo de la niña.
martes 09 de mayo de 2023

Como habían adelantado, los abogados defensores de los dos acusados en el “Caso Melissa”, comenzaron este lunes con la exposición de su prueba, orientada a desacreditar los planteamientos de la Fiscalía en torno a los delitos de abuso sexual, violación, incendio y parricidio.

De los delitos sexuales, recordemos, es imputado como autor el padrastro de la niña de 12 años, por presuntos actos que, a juicio del Ministerio Público, se produjeron de forma “reiterada” desde que la víctima tenía 6 años. En tanto, sobre el crimen y el siniestro para ocultar las evidencias, el ente persecutor apunta a la madre de la menor de edad.

En sus alegatos de apertura, el fiscal regional Adrián Vega planteó que la niña fue “silenciada” en dos oportunidades: en la denuncia de abusos de 2014 que fue retractada y archivada, y en los hechos de 2020, que terminaron en el asesinato por parte de su progenitora. Para esto, se presentaron diversos medios de prueba que han sido cuestionados por las defensas.

Y en torno a lo anterior giró la audiencia de ayer.

En particular, los defensores solicitaron, en etapa de investigaciones, peritajes a connotados expertos, para rebatir la conclusiones de la Fiscalía. En esa línea, el “contraataque” comenzó con los delitos sexuales, con conclusiones bastante decidoras.

El defensor particular Nicolás Pavez, abogado de la madre, llamó al estrado a Greter Macurán, psicóloga de la Universidad de La Habana, Cuba, Magister en Psicología Clínica Infantojuvenil y Doctora en Psicología; quien se desempeñó 10 años en el área de la psicología clínica y desde hace 20 como perito.

En el ámbito, es una referente a nivel nacional.

A Macurán se le solicitó realizar un análisis de los parámetros de validez del informe hecho por una psicóloga de la Fiscalía, quien en 2015 realizó pruebas para verificar la credibilidad de testimonio en la denuncia de 2014.

Recordemos que en ese tiempo, la niña de entonces 6 años le contó a su hermana que estaba sufriendo abusos sexuales por parte de su padrastro, pero luego indicó que lo había inventado para que su mamá se separara de su pareja y volviera con su padre biológico. En ese entonces, se practicó un examen médico en Urgencias, que encontró lesiones en su zona genital, sin embargo, luego fueron descartadas en una pericia del Servicio Médico Legal (SML).

Tras la descrita secuencia de hechos, tuvo lugar el informe de credibilidad, realizado por la psicóloga María Alejandra Menares, quien compareció en el juicio y describió una entrevista en que la niña refirió que su padrastro le “hacía eso” cuando su madre no estaba. En sus pruebas, también intentó medir el “daño asociado a la transgresión de la corporalidad”, describiendo conclusiones como “sexualidad traumática”, sensaciones de traición y vulnerabilidad. Una de las pruebas de la Fiscalía para dar cuenta de que habrían existido delitos sexuales que la madre de la niña instó a ocultar.

Dicho peritaje ha sido cuestionado por la defensa, que en el contraexamen adelantó parte de los planteamientos que fueron detallados ayer por Greter Macurán.

¿QUÉ DIJO LA PERITO?

En específico, su peritaje se centró en la búsqueda de eventuales errores metodológicos en la entrevista y conclusiones de la psicóloga Menares, haciendo un análisis comparativo con los estándares establecidos en la literatura sobre pericias psicológicas en este tipo de casos.

Macurán encontró varios errores, comenzando con que “no toma tiempo suficiente” para recabar los datos necesarios, con dos sesiones en que la niña se mostraba reticente. Y sobre la metodología usada, dijo que “es la correcta, pero no es posible encontrar un uso correcto de la misma”. En ese punto, detalló que las hipótesis planteadas “no se nutren, argumentan ni discuten”, generándose además sin un relato de la niña sobre los abusos.

“Si no hay referencia explícita (al abuso), el descarte de hipótesis no tienen ningún sentido”, afirmó.

Por otro lado, encontró “graves errores por preguntas sugestivas” y el uso de test “proyectivos” que han sido contraindicados para este tipo de evaluaciones. En la misma línea, indicó que incluir una medición del “daño asociado” es un error grave, ya que esa combinación también es contraindicada, por tratarse de un paradigma desechado en la psicología clínica, pues puede llevar a errores.

Macurán calificó el “paradigma traumatogénico”, en alusión a lo realizado por la perito de la Fiscalía, como “el mayor ridículo que los psicólogos hemos hecho” en cuanto a juicios. En ese sentido, indicó que es un mito que niños víctimas de abusos presenten trastornos por estos hechos, siendo un planteamiento que “entró en crisis en los 90” y luego, fue desechado.

Asimismo, cuestionó el uso de herramientas con dibujos que incluyen desnudos a la niña, lo que “está absolutamente prohibido”.

PERITAJE MEDICO LEGAL

Tras un receso, fue el turno del perito convocado por el defensor penal público Alejandro García, quien representa al padrastro de la niña, acusado como autor de los delitos sexuales. Su prueba, se basa en un peritaje solicitado a otro destacado especialista, pero del área médico legista.

Se trata de Luis Ravanal Zepeda, médico cirujano de profesión desde los años ‘90, con capacitación en valoración de delitos sexuales en diversos países, como Escocia, Aservallán, Corea del Sur e Israel; acreditado como forense en Estados Unidos y actualmente vicepresidente de la Asociación Mundial de Medicina Legal. Dentro de su currículum destaca también la autoría de guías del Máster en Acreditación de Delitos Sexuales en la Universidad de Valencia, España, donde es académico.

También ha publicado dos libros en su área, en relación con la muerte del Presidente Salvador Allende.

El perito realizó una valoración técnica de lo descrito en el informe de autopsia del SML, así como de su ampliación y un examen histológico, expuesto por parte de la Fiscalía. En dicho informe, recordemos, se encontraron lesiones en la zona genital, que el Ministerio Público atribuye a ataques sexuales, algo que el SML ha indicado que no se puede confirmar y tampoco descartar.

Ravanal tuvo a la vista las fotografías de la autopsia y conclusiones de todos los informes, por donde partieron sus afirmaciones. En primer término, indicó que ninguna de las fotografías del SML muestran las lesiones que esta misma entidad describió en la autopsia y posteriores ampliaciones. Además, dijo que algunas, como erosiones y escoriaciones, no fueron bien descritas, faltando información importante para llegar a conclusiones, como la caracterización, por ejemplo, de sus dimensiones, que permitan determinar “mecanismos causales”.

“Lo que se describe no se ve en los registros fotográficos. No se pueden apreciar lesiones en ninguna de las zonas”, dijo.

Lo que sí existe, afirmó, son alteraciones por el contacto con el calor y las llamas del incendio. Sin embargo, los exámenes histológicos señalan que la totalidad de las muestras derivadas por el SML para su análisis, descartan la presencia de lesiones con signos de letalidad, salvo las producidas por el fuego.

De esta forma, concluyó que la autopsia de la niña “no revela lesiones concordantes con traumas por penetración anal o vaginal”.

En el examen de la metapericia, el defensor García le preguntó por uno de los temas que ha estado en el debate. ¿Toda penetración en zona anal deja lesiones? ¿Estas pueden sanar en cosa de días?

Sobre lo último, indicó que sí, pueden sanar en días, pero afirmó que el músculo no se regenera por completo, por lo que en estos casos “hay tejido cicatrizal que es perpetuo”, lo que no se aprecia.

Los defensores confían en que lograrán la absolución por los delitos sexuales y en las próximas audiencias el abogado Nicolás Pavez presentará pericias para marcar dudas en cuanto a los tiempos que sitúan a la acusada dentro de la casa en el incendio, además de la medición al cuchillo establecido como el arma homicida.