"La cúpula dirigente está con Sulantay, las bases de la UDI popular, con Darío Molina"

Así lo señaló el candidato a Gobernador regional, Darío Molina, al ser consultado sobre la división en la UDI en el voto del partido ante la elección primaria de Chile Vamos.
sábado 21 de noviembre de 2020

“El espíritu fundacional, que viene a rescatar Pablo Longueira, en la elección interna, ese estilo que alguna vez hizo grande al partido de Jaime Guzmán, enterrado por la cúpula regional y sus Diputados, transformados en una camarilla que hoy avergüenza a las bases, ante el escándalo del “Papaya Gate”, que involucra a la cúpula dirigente de la UDI y mantiene molestos a los militantes al sentirse abusados, sólo tomados en cuenta para levantar una bandera en las elecciones o para que sean apoderados de mesa y luego los abandonan por 4 años, se manifestarán el 29 por un independiente, como Darío Molina, que representa ese espíritu original”.

Darío Molina, agregó “El liderazgo, energía y experiencia, no se inventan, se ejerce y en eso estamos, vamos a paso firme creciendo en adhesión en la región, estamos siendo reconocidos con esas condiciones para asumir la gobernación regional.

Nuestras propuestas están calando hondo en la ciudadanía de la región de Coquimbo, que sintoniza con el programa de Gobierno que planteamos”.

Luego puntualizó: “Lograr que nuestra voz se escuche en el Gobierno central para lograr las inversiones para producir agua con plantas desaladoras de agua y así derrotar la sequía.

Equilibrar la vida de quienes han decidido vivir en el sector rural con aquellos que vivimos en la ciudad, que sufren la pobreza multidimensional, sin agua potable, alcantarillado, luz, pavimento y conectividad, es una deuda que vamos a pagar.

En lo urgente, el apoyo desburocratizado, para pymes y emprendedores, especialmente las mujeres jefas de hogar, que con la pandemia perdieron sus negocios y emprendimientos, debemos ayudarlas a capitalizarse para sacar adelante esos proyectos interrumpidos.

En lo social, anular la compara del terreno de San Ramón, pagado con un sobre precio de 5800 millones de pesos y destinar esos recursos para comprar terrenos para viviendas sociales y suplementar los recursos que les faltan a los comités que están listos para acceder a la construcción de sus viviendas. Con ello resolver, en alguna medida el déficit habitacional y absorberla mano de obra cesante, que nos agobia”.