Luego de dos días de intensas lluvias

Los problemas que dejó el sistema frontal en la ruralidad y en campamentos

Aunque el mal tiempo se disipó, hubo viviendas y familias que sufrieron importantes daños tras las bajadas de las quebradas. Los Municipios de La Serena y Coquimbo han tomado medidas especiales para así darles alivio temporal.
domingo 17 de julio de 2022

 Los casi 100 milímetros de agua caída en la conurbación La Serena-Coquimbo dejaron a los agricultores muy contentos y también a muchos que aprovecharon la oportunidad de presenciar la nieve, principalmente en el valle de Elqui.

Más allá de las bondades de una lluvia muy esperada debido a la sequía que por años ha afectado a la región, hay familias que no lo han pasado bien, sobre todo luego de las bajadas de quebradas y el posterior anegamiento de sus viviendas, junto a problemas de conectividad.

En ese contexto, diario El Día realizó un recorrido y un catastro para conocer el testimonio de personas que han pasado por malos momentos y otras que, aunque con dificultad, lograron hacer frente al temporal con estoicismo.

 

En La Serena, uno de los sectores donde se sintió con fuerza la caída de agua fue en el pueblito de Islón. Un sector que goza de tranquilidad y una mezcla de urbanismo y ruralidad, pero que desafortunadamente ante los embates de la naturaleza la bajada de las quebradas se ponen en una situación de riesgo para sus vidas y de pérdida en lo material.

Una de las personas afectadas fue Luis Bolvarán, que junto a su familia tuvieron que presenciar como el barro y el agua se internó en su casa.

“La verdad es que no me esperaba una lluvia tan fuerte. Como nosotros teníamos tan cerca el cerro, habían posibilidades de peligro, y efectivamente se comenzó a desprender y así es como comenzó a meterse el agua, el barro y se inició el caos para nosotros. Fueron muchos los vecinos los que resultaron afectados, quizás no de manera tan grave pero igual lo han pasado mal”, aseguró.

Este vecino destacó que ha existido preocupación de parte de las autoridades. “Incluso, vinieron desde la Corporación Gabriel González Videla y del Municipio como tal. Lo hicieron para verificar la estabilidad del piso para determinar si se puede meter maquinaria y alejar un poco el barro que se juntó. La verdad es que en la condición que quedó la casa es un peligro, por lo que nos solicitaron de todas maneras que nos moviéramos de ese lugar momentáneamente”.

Luis aseguró que cuentan con redes familiares para poder cobijarse durante algunos días, pero que su principal deseo es permanecer en ese lugar, con las medidas de seguridad y calidad necesaria para poder habitar esta zona.

“Nos vamos a poner de pie, estamos seguros que lo vamos a lograr. Usted ve, estamos acarreando con una carretilla el barro, tuvimos que dejar muchas de nuestras cosas arrumbadas en el sector del living comedor, pero estoy seguro que saldremos de este mal momento”.

En efecto, Luis Bolvarán nos confirmó que el lunes un equipo municipal llegará para analizar nuevas medidas. “La verdad es que el cerro sigue drenando, y limpiar sólo nos permite pasar el día”.

Pero no es sólo esta familia la que pasó malos momentos tras las precipitaciones. Entre otras, una mujer embarazada, que sólo vive junto a sus dos hijos, también pasó por momentos de dolor y ha requerido del apoyo de las autoridades. Si bien no quiso conversar en detalle sobre su situación, recalcó que “necesito de mucho respaldo para vivir con tranquilidad y dignidad”.

Desde el Municipio de La Serena aseguraron que, en el caso puntual de Islón, se entregó nylon, por intermedio de la junta de vecinos. “De acuerdo a las necesidades que informaban las juntas vecinales se acudió con asistente social a los casos más graves, considerando las complicaciones existentes en distintos puntos tanto en la zona rural como urbana. Además, se apoyó con bomba y camiones aljibe, gestionados con particulares y municipales, recibiendo apoyo además de Bomberos”. 

Desde la casa edilicia aseguraron que una vez iniciado el sistema frontal, equipos de trabajo en compañía de una asistente social visitaron en reiteradas oportunidades campamentos tanto del sector de La Varilla, El Escorial y el campamento gitano, a quienes se les repartió nylon, alimentos y ropa.

Pese a la insistencia en los casos más complicados de trasladarlos a los centros de resguardo temporal, no quisieron acudir argumentando el temor que roben sus cosas.

Por otra parte, se arreglaron los caminos, principalmente en el sector de La Varilla y se gestionó un camión limpia fosa debido a los problemas en los pozos negros construidos en esa zona.

 

Desde el Municipio de Coquimbo informaron que en la Escuela San Rafael en Pan de Azúcar se estaba reuniendo ropa de cama, vestimenta y alimentos pensando en los afectados del sector rural.

En ese sentido, el encargado de maquinarias junto con el administrador municipal realizaron un recorrido por esa zona.

Principalmente, lo que se abordó fueron mejoras de caminos, porque incluso los camiones de basura no habían podido hacer ingreso en ciertos sectores. Para aquello, se ha trabajado con maquinaria especial para lograr despejar y hacer utilizables esas vías, en zonas como Esfuerzo Campesino, Ripamonti, El Carmen y Cruz de Caña, por nombrar algunos.

Cabe destacar que otro sector donde también se ha debido intervenir es en la Rinconada del Sauce, donde también hubo una importante afectación de caminos producto de las lluvias.

 

Complicaciones importantes se vivieron durante la jornada de jueves y viernes en diversos puntos de Coquimbo, debido a la fuerza de las precipitaciones. En Pan de Azúcar, específicamente en el sector de Cruz de Caña, la preocupación cundía ante el anegamiento de algunas rutas de acceso y el barro que se formó tras las intensas precipitaciones en algunas viviendas.

Diario El Día se trasladó hasta ese sector, donde ayer se respiraba un aire de  mayor tranquilidad y salvo algunas complicaciones en caminos puntuales, la situación había cambiado radicalmente.

Conversando con vecinos del sector, y pese a los momentos de inquietud, la crecida de un canal cercano y la eventual bajada de las quebradas no se generaron problemas de magnitud. Sin embargo, aún está al pendiente abordar el acceso al sector de Cruz de Caña desde la Ruta D-43, punto complejo debido a la distancia de servicios esenciales como Bomberos y Carabineros en caso de situaciones de calamidad, como ocurrió hace sólo algunas semanas tras un incendio que cobró la vida de una joven madre y sus dos hijas.