Preocupa aumento de enfermedades respiratorias

¿Para cuándo se esperan nuevas precipitaciones en la región de Coquimbo?

Las proyecciones reales se pueden realizar con cinco días de anticipación y en la región no muestran proximidad de nuevos sistemas frontales. Expertos señalan que a pesar de la gran cantidad de agua caída durante los últimos días, aún no se considera un año normal y seguimos en una situación crítica
lunes 18 de julio de 2022

Más de 140 mm de agua cayeron en algunas localidades de la región como El Peñón en Coquimbo o El Palqui en Monte Patria. Una lluvia que no tiene precedentes y que ha generado alegría en la comunidad y agricultores, además de anuncios de nuevos sistemas frontales que llegarían a la zona a fines de julio y en agosto.

El meteorólogo Cristóbal Juliá señala a El Día que todavía queda mucho invierno y, en general, según las estadísticas, es el mes de agosto donde se registran más lluvias en la región. Sin embargo, advierte que “por ahora, en los pronósticos en la escala sinóptica no se observa nada para los próximos cinco a seis días, sin perjuicio de que podrían producirse eventos de precipitaciones en lo que resta de julio y en algún momento en agosto”.

Si bien a comienzos de año se proyectaba, por el Fenómeno de La Niña, que este sería un año seco y con escasas precipitaciones, fuimos sorprendidos con el ingreso de dos sistemas frontales que trajeron más de 50 mm entre el domingo 10 y lunes 11 de julio y luego más de 100 mm entre el miércoles 13 al viernes 15 de julio.

Juliá explica que cuando se realiza una proyección climática a comienzos del año y los expertos señalan que será un año seco, no quiere decir que no lloverá, “quiere decir que al menos en función o relación al histórico climatológico debería llover menos o se mantendrán las condiciones secas en la región”.

Agrega que no sólo los fenómenos de la Niña o el Niño modulan las precipitaciones en la región, sino que también afectan el régimen de lluvias una serie de oscilaciones más complejas como Madden-Julian, la oscilación Antártica, la oscilación del Índice del Pacifico Sur, del Bloqueo, entre otras. “Estadísticamente el fenómeno de la Niña es seco, pero no quiere decir que todas las Niñas de los últimos 150 años hayan sido así. Incluso ha habido  años Niña muy lluviosos -2022 no es el caso- pero  se dan estos dos eventos donde las oscilaciones se acoplan para que las lluvias lleguen más hacia el norte, incluso llegaron hasta Taltal, lo que es super inusual”.

Otro fenómeno poco habitual fue la caída de más de 30 centímetros de nieve a 700 metros de altura. “Se dan una serie de fenómenos que contribuyen a que ocurran las precipitaciones, junto a que el fenómeno de la Niña se encuentra en una fase débil y amenaza con retornar activamente a fines de año.  Así ocurrió todo dentro, quizás no de lo proyectado, pero sí de lo que puede suceder, incluso hasta el cambio climático influye”, agrega Cristóbal Juliá.

Según explica Juliá, existen algunas aplicaciones móviles que entregan pronósticos para el mes de agosto y que incluso anuncian un sistema frontal mucho más grande que el ocurrido la semana pasada, pero que, para el experto, no son proyecciones reales.

“Lamentablemente, los modelos  sólo con cinco días de anticipación  pueden tener una idea de lo que podría pasar y recién con 3 días de anticipación podrías empezar a estimar cantidad de agua que caerá. Por ahora, al menos en los próximos cinco días, no hay nada y esto es la escala que un profesional serio puede hablar”.

Así, en el pronóstico de CEAZA tampoco se registran nuevas precipitaciones en los próximos días, incluso alcanzando temperaturas de 16° a 18° en localidades como Guanaqueros, Tongoy y mínimas de hasta 0° en las comunas de Paihuano y Vicuña.

Tras las precipitaciones, las conclusiones y balances deben ser realizados en el mes de octubre, una vez que pase el invierno, porque si bien ahora nos encontramos con un superávit de agua caída en la Región de Coquimbo, si no ocurren nuevas lluvias de septiembre a octubre, todo volverá a su punto inicial.

Es que si bien cayó gran cantidad de agua, comparado con el año 2021, esto no significa que no continuemos en una situación crítica respecto a la crisis hídrica que atraviesa la Región de Coquimbo. Cristóbal Juliá recuerda que en el año 2014 llegaron a su mínimo los embalses de la zona, y en el verano de 2015 ya se hablaba de racionamiento y una mega sequía.

Sin embargo, en el invierno del 2015, 2016 y 2017 se produjeron lluvias, “pero el 2018 y 2019 nos sorprendieron como años extremadamente  secos, incluso el 2019 se considera el año más seco de los últimos 100 años.  El 2020 no cayó lluvia y el 2021 otra vez fue seco y ahora tenemos estas lluvias y por supuesto que los agricultores sacarán cuentas alegres porque vienen de tres años literalmente del terror, donde han perdido plantaciones, pero no significa que no estemos en crisis”.

Para el meteorólogo sin duda, estas precipitaciones son un alivio, pero bajo ningún motivo eliminan el escenario de mega sequía por el que atraviesa la Región de Coquimbo.

Tras las lluvias, las autoridades de salud se muestran preocupadas por el aumento de enfermedades respiratorias debido a las bajas temperaturas que se registran en la región. Además las diversas patologías de invierno se han presentado mucho más agresivas durante este 2022, como el virus sincicial que mantenía colapsadas las unidades críticas pediátricas de la zona, la influenza H1N2 y el Covid-19 que en nuestra zona presentan un aumento exponencial de casos positivos.

“En la Región de Coquimbo principalmente, no hemos logrado bajar la curva de casos y en promedio hemos tenido 700 contagios diarios cuando deberíamos tener 80. Entonces este aumento puede verse incrementado, además, por las condiciones de mal tiempo y la lluvia”, señala la seremi de Salud Paola Salas, quien solicita a la comunidad asistir a los puntos de vacunación desplegados en las diversas comunas de la región, ya que solo con la inmunización se cuenta con mayores defensas ante posibles contagios.

La seremi también entrega una serie de acciones para prevenir enfermedades de invierno como el no exponerse a cambios bruscos de temperatura, ventilar las habitaciones, cubrirse la nariz y la boca al toser y estornudar, usar pañuelos desechables para contener gotas respiratorias o secreciones y luego botarlos, lavarse las manos con agua y jabón por mas de 40 segundos y usar mascarillas.