ALCANTARILLADOS, APR Y POSTAS RURALES

Las obras comprometidas por Minera Los Pelambres tras acuerdo con comunidades en el Choapa

En entrevista con El Día, el gerente general de la compañía, Alejandro Vásquez, adelantó algunos puntos que se abordarán en el plan integral que surgió de las conversaciones con las comunidades y autoridades locales por la movilización en el valle alto de Salamanca. Demandas serán abordadas a corto,
domingo 03 de julio de 2022

Una semana después del fin del conflicto entre las comunidades del valle alto de Salamanca y Minera Los Pelambres, el cual implicó levantar el último corte de ruta que se mantenía por casi un mes e impedía el tránsito hacia la mina, vienen los tiempos de evaluaciones de aquel episodio y de los eventuales efectos que tendrá en el futuro inmediato.


En entrevista con El Día, el gerente general de MLP, Alejandro Vásquez, reconoció que fue un momento complejo para la empresa, pero valoró la apertura al diálogo con el que, con la participación de autoridades regionales y locales, se fue logrando un acercamiento entre las partes para llegar a una solución definitiva.


Por lo mismo, a juicio del ejecutivo, este acercamiento fue pavimentando un espacio de conversación que se debiera valorar y cuidar con el fin de reforzar la relación entre la empresa y las comunidades, lo que incluye de parte de MLP además, una propuesta de mirada de mediano y largo plazo para renovar los compromisos entre ésta y los pobladores de la zona.


-Tras casi un mes de conflicto con un grupo de comunidades del Valle de Salamanca, ¿cómo evalúa los procesos que dieron solución a estas situaciones?


“En primer lugar, creo necesario mencionar la compleja realidad que viven algunas comunidades rurales en la provincia, y por lo mismo, se refleja en diversas demandas sociales no satisfechas en el pasado. El Delegado Presidencial Regional señaló en este mismo diario que muchas de las demandas de los vecinos se relacionan con un Estado débil en las zonas rurales. Es por esto que la presencia de una gran empresa como es Minera Los Pelambres puede aparecer, para nuestros vecinos, como una solución a esta falta, pero nosotros pensamos que ese no es el camino. Creemos firmemente que la mejor solución es una articulación público-privada que propenda al desarrollo de las comunidades y donde las autoridades tienen un importante rol que ejercer en la generación de soluciones más integrales a las necesidades de las comunidades.


En este caso, la participación de las autoridades regionales y locales fue muy relevante para el éxito del diálogo que, a su vez, permitió alcanzar los acuerdos necesarios que ayudaron a generar un plan de trabajo integral para estas localidades. Es importante destacar que al Estado le corresponderá cumplir un papel fundamental para que podamos concretar estos compromisos comunitarios.


Fue una situación compleja producto de un bloqueo ilegal del camino realizado por algunos grupos de vecinos, pero finalmente el diálogo sincero, con respeto y visión de futuro permitió acercar posiciones y hoy trabajar en proyectos sociales que beneficien a la comunidad y permitan que nuestros trabajadores, empresas locales y regionales puedan continuar sus labores en Minera Los Pelambres.


 Quiero reconocer y agradecer la capacidad, el compromiso, trabajo en equipo y liderazgo que demostraron nuestros trabajadores, supervisores y ejecutivos durante este conflicto, lo cual nos ha permitido salir fortalecidos en el relacionamiento comunitario y poner en marcha nuevamente la operación de nuestros procesos”.


-En líneas generales, ¿cuáles son los proyectos más demandados por estas comunidades?


“Como señalé, entendemos que en las localidades rurales de la comuna hay necesidades sociales básicas que no han sido resueltas por muchos años y se han transformado en requerimientos urgentes de solucionar.


Hemos acordado un plan integral que aborda distintos ámbitos de desarrollo, por ejemplo, en temas básicos como alcantarillado y agua potable rural, de salud, donde trabajaremos con el Estado en el mejoramiento de las postas rurales; así como conectividad, educación y emprendimiento”.


-¿Existe algún plazo específico para cumplir con estas demandas?


“Hay distintas demandas de mejoramiento, estas serán abordadas en el corto, mediano y largo plazo, en un plan de trabajo que no depende solo de nosotros como compañía, sino también de que la comunidad se involucre y sean partícipes activos y, a su vez, requiere también un trabajo conjunto con las autoridades locales, provinciales y regionales. Sin duda, este plan marca la ruta del trabajo que desarrollaremos hacia el futuro con la comuna de Salamanca y, en específico, con las comunidades rurales”.


-¿Cómo está avanzando la reparación del ducto dañado el 31 de mayo pasado?


“El ducto ya fue reparado y autorizado a operar por parte de Sernageomin. Fue un trabajo arduo que permitió reparar el ducto, cambiando el tramo que sufrió el daño. Por supuesto, todo este proceso se realizó de acuerdo con todos los requerimientos que nos solicitaron las autoridades, tanto de Sernageomin como de la Superintendencia de Medioambiente, a quienes además hemos estado reportando las acciones que hemos implementado para reiniciar nuestra operación.


En paralelo, estamos realizando también la investigación del evento para conocer las causas que provocaron este incidente y tomar las acciones que se definan”.


-Tanto representantes de estas localidades como algunas autoridades señalaron que el conflicto, más que por la rotura del concentraducto, se explicaba porque los vecinos demandaban un “nuevo trato” de Minera Los Pelambres para con ellos. En ese sentido, ¿hay alguna autocrítica de parte de la empresa respecto a esto?


“Como compañía constantemente debemos revisar nuestro trabajo conjunto con las comunidades, al igual que otros aspectos de nuestra operación. En este caso, la forma cómo nos relacionamos con las comunidades está en permanente evolución.


En estos más de 20 años de Minera Los Pelambres, hemos visto cambios sustanciales no solo en Salamanca, sino también en la Provincia de Choapa. En nuestros inicios, desarrollábamos iniciativas directas con las comunidades y ese enfoque fue cambiando hasta evolucionar en lo que actualmente es el programa Somos Choapa. A través de alianzas con los municipios, las instituciones del Estado y así también con la comunidad, hemos logrado desarrollar un modelo de relacionamiento que tiene una gobernanza y una cartera de iniciativas, a las que ahora se suman estos nuevos proyectos definidos en los acuerdos firmados con nuestras comunidades.


En este sentido, es importante notar que las comunidades rurales de Salamanca hoy piden el apoyo de Minera Los Pelambres en temas que antes no estaban sobre la mesa, como la necesidad de contar con una mejor conexión a internet, con ambulancias, pavimentación y alcantarillado entre otras. Son demandas propias de comunidades que tiene un nivel de desarrollo mayor, gracias en parte a la contribución que ha realizado la compañía en los últimos 20 años. Por eso, nuestra decisión es seguir colaborando con el Estado y los vecinos para mantener nuestro aporte al bienestar de los habitantes del valle del Choapa”. 


-A la vista de lo que duró este conflicto, ¿cree que la relación con las comunidades se fue deteriorando en estos últimos años? ¿Cómo imagina esta relación con sus vecinos en el futuro inmediato?


“Yo diría que luego de este proceso las relaciones estarán más fortalecidas. El diálogo no solo ha permitido que apoyemos iniciativas de inversión social, sino que además ha abierto un espacio de conversación que debemos cuidar y profundizar para que las comunidades además conozcan en detalle el desempeño operacional que tenemos como empresa.


Hoy queremos proponer una mirada de mediano y largo plazo para renovar nuestros compromisos, activando el diálogo en la provincia y la región. Nos interesa convocar a un trabajo de co-diseño con municipios y autoridades locales y regionales para construir nuevos proyectos con una mirada común de desarrollo, integrando las capacidades del Estado, las comunidades, Minera Los Pelambres y otros privados, que ayuden a facilitar el desarrollo para abordar los desafíos que enfrenta la provincia”.


-En el plano económico, ¿en cuánto calculan las pérdidas que se han generado producto de la interrupción que sufrieron las faenas durante casi un mes?


“Una serie de ajustes en la operación de la mina y concentradora nos permitieron continuar con una producción mínima. No obstante, este ha sido un período complejo, ya que, en la práctica, significó no poder embarcar durante todo un mes concentrado de cobre con todas las implicancias financieras que eso significa.


Esperamos retomar a la brevedad la normalidad de nuestra operación y los embarques de concentrado de cobre y despacho de producción de molibdeno. Después tendremos tiempo para evaluar en detalle los costos de este evento”.


-En ese sentido, ¿cómo Los Pelambres está trabajando ahora con sus empresas colaboradoras?


“Ya se retomaron los contratos que se encontraban en suspensión total o parcial y hoy estamos avanzando gradualmente hacia una continuidad operacional normal. Sabemos que fue una situación difícil para cientos de colaboradores y colaboradoras que se vieron imposibilitados de poder trabajar y transitar libremente desde y hacia nuestra operación”.


-Más allá de esta coyuntura, ¿cómo avanzan los proyectos que hoy está desarrollando Pelambres?


“Seguimos avanzando decididamente con la visión de ‘Los Pelambres Futuro’, proyectos que nos permitirán avanzar a una minería cada vez más sustentable y amigable con el Medio Ambiente. La planta desalinizadora que estamos construyendo en Los Vilos comenzará a operar este segundo semestre, con lo que comenzaremos la incorporación de agua desalada en nuestras operaciones. Al mismo tiempo, el Proyecto de Adaptación Operacional (PAO) sigue su tramitación ambiental. Esto es muy relevante, ya que, si es aprobado, podremos construir un nuevo concentraducto, el que tiene un trazado distinto al actual, alejado de zonas más pobladas y también, considera duplicar la capacidad de la planta desalinizadora y, de esta forma, dejar de usar agua del río Choapa en el año 2025”.