una lucha por la vida

Cáncer Cervicouterino: los testimonios sobre una dolencia que mata en silencio

El próximo domingo 26 de marzo, en el marco de la conmemoración del Día Mundial contra dicha enfermedad, se realizará una actividad autogestionada por un grupo de pacientes, cuyo principal objetivo es informar a la comunidad sobre esta agresiva afección.
sábado 18 de marzo de 2023

El Cáncer Cérvicouterino es una enfermedad que impacta con mayor frecuencia a mujeres entre 30 y 50 años de edad. Según cifras estimativas del Ministerio de Salud (Minsal), anualmente son diagnosticadas con esta afección unas 1.500 personas de sexo femenino, una cifra nada alentadora que se agrava todavía más cuando hay cerca de 600 decesos causados por este tipo de dolencia.


Pese a ser una realidad que se cobra una alta cantidad de víctimas, no existe una campaña lo suficientemente fuerte enfocada en su prevención, ni mucho menos una iniciativa que fomente los métodos para detectarlo a tiempo. 


Por ello, un grupo de mujeres, afectadas por este cáncer, se han puesto de acuerdo para llevar a cabo una actividad que se realizará el próximo 26 de marzo en la playa El Faro de La Serena, coincidiendo con la misma fecha en la que se conmemora el Día Mundial contra el Cáncer de Cuello Uterino.


Graciela Fernández, una de sus principales impulsoras, quien además está en pleno tratamiento contra la enfermedad, comenzó a realizar las gestiones para organizar el evento. Eso sí, gracias al apoyo de otras involucradas - hasta el momento unas 16 -  se ha podido realizar un trabajo conjunto y hacer posible dicha instancia, teniendo como objetivo central, convocar al mayor número de personas para enseñar sobre el cuidado de esta enfermedad.


“Debemos pensar en un rango etario muy grande, porque según mi experiencia hay mucha gente portadora que es joven, pero también hay mujeres sobre los 60 años que también se encuentran en tratamiento. Entonces, nuestra idea es poder entregar un mensaje claro, siempre con el foco concentrado en las acciones preventivas, porque este cáncer es perfectamente tratable si hay un chequeo oportuno”, declara.


Según palabras de algunas organizadoras del evento, existe una necesidad urgente por atender esta problemática, más aún, considerando que desde fuera se le asocia erróneamente a esta enfermedad como una causa del descuido por parte de las afectadas. Así lo asegura Fernández, quien desde el momento que supo de su caso, vivió en carne propia esta situación.


“Es un aspecto curioso, porque las mujeres que son diagnosticadas con cáncer cervicouterino reciben un estigma, porque muchas veces se cree que es por consecuencia de la promiscuidad, cuando realmente no lo es. Por lo tanto, nuestra iniciativa va también en busca de eliminar todos esos prejuicios y entregar a los asistentes información útil y fidedigna acerca de esta afección”, asegura.


Una opinión similar es la de Patricia Velasco, también portadora, y quien actualmente se está tratando en el Centro Oncológico del Hospital Van Buren de Valparaíso, viajando constantemente entre La Serena y la ciudad porteña. Para ella, teniendo como principal énfasis, el tener una cercanía con un público de menor edad, y mediante una buena educación, esta actividad sería de gran ayuda para tener un impacto inmediato, especialmente en adolescentes y adultos primerizos.


“Falta más información, sobre todo una campaña que esté constantemente advirtiendo a los jóvenes. Lo principal aquí es hacerles entender que si bien puede ser un problema, es deber de cada una hacerse procedimientos como el Papanicolau periódicamente, porque, en su etapa inicial (el cáncer) es indetectable, pero si es localizado a tiempo muchas mujeres se podrían salvar de un mal desenlace”, expresa.


Además de todos los métodos preventivos del Cáncer de Cuello Uterino, otro de los puntos que se intentará visibilizar en la campaña, va en relación a la lucha que las mujeres portadoras de la afección viven habitualmente en su lucha por sanar. 
Magdalena Bugueño, quien actualmente está lentamente recuperándose a través de largas sesiones de quimioterapia, señala que tiene una mentalidad fuerte y decidida, gracias a la cual, ha ido sorteando una complicada situación.


“Es todo un tema, porque no todos tienen esa fortaleza, más considerando que sólo decir la palabra cáncer, para algunas personas es sinónimo de muerte. En lo personal no fue así. Desde el primer día supe que sería un largo proceso y pude mentalizarme para lo que iba a venir. Sí reconozco que el aspecto más duro fue el explicarles a tus hijos sobre esto, porque ellos sufren contigo y es algo que de verdad duele como madre”, sostiene.


Del mismo modo, Natalie Miranda, diagnosticada hace un año, tiene una postura similar. Sin embargo, recalca que esto es un punto no menor a tratar dentro de la campaña, debido a que además de la persona afectada, hay toda una red de apoyo encargada de sostener a la paciente en el periodo de sanación. De esa manera, es de vital importancia darlo a conocer.


“Es súper duro, porque el tratamiento es muy invasivo para el cuerpo y trae muchas secuelas. Uno puede ir con la mejor energía y disposición, pero el someterte a todos esos cuidados y con tu familia consciente de eso, es muy fuerte. Hay veces incluso que me dan ganas de tirar la toalla, pero si dejo el tratamiento moriré y sería un golpe durísimo para ellos”, afirma.