El drama de comerciantes en Coquimbo: nuevo mercado municipal no puede abrir sus puertas

Lo que parecía un sueño para los locatarios del antiguo mercado municipal de Coquimbo, se les ha transformado en una verdadera pesadilla, luego que a dos años de tener que dejar el antiguo recinto e iniciar la construcción de uno nuevo, aún no pueden utilizar las instalaciones, según dicen por trámites administrativos estancados en el SERVIU.

En la actualidad, los locatarios deben pagar arriendo por el terreno donde instalaron los locales, pero aun sin poder abrir las puertas de sus negocios, por lo que temen que el estancamiento en el proyecto se convierta en un elefante blanco.

Patricio Basaure, presidente del sindicato que agrupa a los comerciantes, reconoce que el lugar no han podido abrir las puertas al público, aunque en sus planes no estaba esta realidad, ya que algunos de los locatarios se encuentran en condiciones complicadísimas, admitiendo que hay casos en que han tenido que convertirse en vendedores ambulantes para poder sobrevivir.

Acepta que el proyecto se les estancó y adelanta que durante la semana se reunirán con el alcalde de Coquimbo, Alí Manouchehri, con el objeto de que los apoye, “porque llevamos dos años ya pagando arriendo, no hemos podido solucionar el problema, los puestos están instalados, tenemos agua, luz, alcantarillado, pero está entrampado con el terreno que es de SERVIU, donde hay un problema administrativo que no se ha zanjado”.

Explica que cuando le arrendaron al Servicio de Vivienda y Urbanismo, propietario del espacio donde se instalaron, contemplaba tres paños de terreno, pero uno solo tenía rol por lo que había que fusionar los tres paños en un solo rol, y ese sería el trámite que no se ha hecho y no les permite abrir, “porque mientras no se haga ese trámite, la Dirección de Obras Municipales no puede aprobar el proyecto. Está todo ok, pero falta solucionar ese problema administrativo”, indicó el dirigente.

Basdaure subraya que por querer hacer las cosas bien y formalmente, llevan ya dos años sin poder trabajar en su rubro y explica que la situación ya no da para más, luego que hay socios que están pagando con el dinero de su jubilación para mantener al día el arriendo de ese espacio.

Los excomerciante del histórico mercado municipal, que fue demolido para construir un edificio de estacionamientos y oficinas comerciales, señalan que se les convenció de que en el nuevo recinto estarían mucho mejor y hoy están en la calle, luchando para sobrevivir.