Garín, campeón en Roland Garros, dejó en claro que es la renovación del tenis

Hace tiempo que en el medio tenístico se venía hablando del recambio, de que ya no hay jugadores para emular lo extraordinario que hicieron en su tiempo Marcelo Ríos, Fernando González y Nicolás Massú. Los tres regalaron momentos de gloria no sólo al tenis, sino que también a todo el deporte chileno. 

Es que esos tiempos, que todavía son rememorados por todos, comenzaron a extinguirse poco a poco con un futuro que no se ve muy alentador. Es que no se observan jugadores que puedan tomar la posta de este magnífico trío que puso a nuestro país en el mapa del tenis mundial.

POCO TIEMPO. Sin embargo, desde hace ya un periodo que desde Arica a Punta Arenas ha sonado con fuerza el nombre de Christian Garín. El iquiqueño, con 17 años, dado los buenos resultados en el último tiempo, es el encargado real de cambiar la historia. Y la verdad es que le ha costado muy poco demostrar que sí hay recambio y que es él el elegido de llevar la bandera desde ahora. Lo demostró en Copa Davis, el 16 de septiembre de 2012, cuando cayó ante el italiano Simone Bolelli, pero aún así fue una jornada feliz para el ariqueño. Con 16 años y 119 días se convirtió en el jugador chileno más joven en debutar por Copa Davis. Y también lo demostró en la arcilla parisina, donde dio un paso gigantesco tras consolidarse como la gran promesa de este deporte, con el triunfo en la final junior de Roland Garros, donde superó con contundencia y calidad por parciales de 6-4 y 6-1 al alemán Alexander Zverev y así se convirtió en el segundo chileno en ganar el título junior en París, luego que Fernando González lo hiciera en 1998 ante el español Juan Carlos Ferrero por 4-6, 6-4 y 6-3.

INCREÍBLE. Tras el partido, Garín se mostró muy emocionado por haber conquistado la versión Junior y comentó que fue el cierre para una semana perfecta. “Esta semana fue increíble, jugué muy bien todos los partidos, estuve sólido en mi juego y cabeza”, destacó el segundo chileno en lograr el campeonato, quince años después del Feña.

Sobre el título obtenido, el juvenil comentó que “ganar un Grand Slam era un objetivo, pero me quedan muchas cosas por vivir, buenas y malas experiencias”. Luego, aseguró, en una ronda de prensa realizada, que está contento por alcanzar ese objetivo, pero que se mantiene tranquilo porque aún le quedan muchas cosas por vivir.
“Al principio del partido me sentí muy nervioso, sabía la importancia que tenía porque era mi primera final de Grand Slam, pero cuando rompí en el primer set me dije que era mi oportunidad para ganar el título”, finalizó la promesa criolla.