En caravana, los jinetes de Cuasimodo llevaron la hostia sagrada a los enfermos
Con gran alegría, los integrantes de la Comunidad Inmaculada Concepción de Alfalfares realizaron la tradicional fiesta de Cuasimodo en la ciudad de La Serena. Una gran caravana compuesta por sacerdotes, huasos a caballo, vehículos y habitantes de diversos sectores de la ciudad se plegaron a esta característica celebración religiosa que cumple trece años de vida en la región.
El objetivo de la caravana religiosa con aires festivos es llevar la comunión a todos los enfermos y personas que no pudieron comulgar durante la Pascua de Resurrección en algunos sectores de la ciudad. El recorrido se inició con una liturgia en la capilla de Alfalfares, para salir desde allí, hacia la parte céntrica de la ciudad, la Parroquia La Merced y diversas poblaciones aledañas, para concluir el recorrido en la calle Brasil, hasta volver al templo antes mencionado y celebrar una bendición acompañada de una cazuela de campo para todos los presentes.
Para el religioso Juan Zúñiga, de la parroquia de La Merced, esta fiesta de Cuasimodo “permite traer la comunión de Cristo a todos los enfermos para que se alienten y animen o preparen su llegada junto a Dios. Además, permite entregar un servicio de amor y entrega en compañía de nuestros típicos huasos, llevando la palabra de Cristo a quienes no pueden llegar a ella. Es algo muy valioso y reconocido por el Vaticano”.
Esta actividad que permite acercar la fe a quienes necesiten de ella es muy importante para los enfermos, según Paola Torres, enferma cardíaca desde hace años. “Es una labor muy linda, nos permite crecer en la fe y tener esperanzas para mejorarnos. Además acerca a Cristo a nuestros hogares ya que por mi enfermedad me es imposible salir de mi hogar, doy gracias a quienes realizan este hermoso acto de fe”.
HISTORIA. La Fiesta de Cuasimodo es considerada una expresión de religiosidad popular característica de distintas localidades del valle central de Chile, la cual se celebra el domingo siguiente a la Pascua de Resurrección. Sin embargo, desde hace trece años en la localidad de Alfalfares se realiza esta celebración que congrega a religiosos, huasos y vecinos de toda la ciudad en torno a la fe.
La fiesta consiste tradicionalmente en una procesión a caballo que escolta las formas eucarísticas, portadas por el sacerdote que es transportado en una carreta engalanada para la ocasión. El propósito es llevar la comunión a los enfermos y ancianos que no pudieron comulgar durante el periodo pascual. Los escoltas, llamados cuasimodistas, se organizan en cofradías y se destacan por el uso de un pañuelo blanco (para cubrir sus cabellos en señal de respeto a Cristo sacramentado, dado que en su presencia no se debe usar sombrero), además cubren sus ropajes de huaso con una capa corta. Es una fiesta de raíz campesina, aunque se ha adaptado a la ciudad donde se realizan procesiones en bicicleta o incluso en vehículos motorizados.
