Protegiendo los cielos más limpios del planeta

La preservación de las condiciones para poder ver la luz de las estrellas es lo que busca la nueva normativa que implementará nuestro país y que entrará en vigencia el año 2014
Protegiendo los cielos más limpios del planeta
Protegiendo los cielos más limpios del planeta
domingo 13 de octubre de 2013

La Región de Coquimbo se caracteriza por tener la mayor cantidad de observatorios astronómicos científicos y aficionados del país. Aquello es posible gracias a que su territorio tiene la mayor cantidad de noches despejadas al año y posee los cielos más transparentes. De esta manera, la zona se ha convertido en la capital mundial de la astronomía.

El primer observatorio científico se construyó en la década de los 60 y hace sólo un mes cumplió 50 años de vida. Se trata de Cerro Tololo, que hoy, pese a todos estos años, sigue a la vanguardia científica. A él se han sumado muchos otros centros como La Silla, Las Campanas, Gemini Sur y SOAR.
Pero también el año 1998 se creó el primer observatorio comunal en Vicuña. Mamalluca fue el pionero y hoy existen otros como Cruz del Sur en Combarbalá, y Collowara en Andacollo.

Además, recientemente el Parque Nacional Fray Jorge recibió la designación como Reserva Starlight, lo que lo transformó en uno de los cuatro lugares del mundo, el primero de América del Sur, considerados de observación excepcional del cielo. Esto porque reúnen unas condiciones únicas en cuanto a la ausencia de contaminación lumínica y, a su vez, presenta equipamientos de primer nivel mundial para la investigación científica basada en la observación astronómica. 

“Starlight” es una iniciativa respaldada por la UNESCO, la Organización Mundial de Turismo, la Unión Astronómica Internacional y el Instituto de Astrofísica de Canarias (España), donde nace y donde se certifican los primeros puntos de observación estelar a cielo abierto. Además, ya cuenta con esta certificación el Parque Nacional de Monfrague (Provincia de Cáceres, España), Lake Tekapo (Nueva Zelanda), Costa Norte Fuerteventura (Islas Canarias, España).

Para poder preservar la calidad del cielo, de las regiones de Coquimbo, Atacama y Antofagasta, a partir del 1 de octubre de 1999 entró en vigencia la Norma de Emisión para la Regulación de la Contaminación Lumínica (Decreto Supremo Nº 686 del 7 de diciembre de 1998 del Ministerio de Economía, Fomento y Reconstrucción).

Pero a partir de mayo del próximo año, esa normativa será actualizada y modernizada para que responda a los estándares que se aplican en la mayoría de las provincias de Italia y en parte de España, Hawai, Tucson y Arizona, en Estados Unidos, que también al igual que Chile cuentan con un vasto desarrollo de la investigación astronómica.

Además de incluir otras fuentes que no estaban normadas, como los avisos y letreros luminosos, con la nueva regulación se aumentarán las exigencias para luminarias públicas, con lo cual se obligará a mantener no sólo bajos niveles de flujos hemisféricos superiores de luz, sino que también a evitar la sobreiluminación y la emisión en rangos espectrales cercanos al azul, típico de las luces blancas.
El pasado miércoles se desarrolló en la región el “Seminario Internacional sobre la Protección del Cielo Nocturno del Norte de Chile”, actividad que contó con la participación de destacados expertos y que tuvo como objetivo analizar dichos cambios en la preservación de la pureza de los cielos nocturnos del norte chileno.

El director de la Oficina de Protección de Protección de la Calidad del Cielo y organizador del evento junto a la Editorial Gestión Universitaria, Pedro Sanhueza, señaló que “en la última década se han incorporado en el país nuevas tecnologías en iluminación, como las luminarias y pantallas publicitarias de gran formato, que utilizan tecnología de plasma y estado sólido (LED) y por ello, y por otras innovaciones que han llegado al país, ha debido actualizarse la normativa, y eso es lo que pretendemos analizar en este Seminario Internacional, los cambios introducidos, sus objetivos y sus efectos, en un marco institucional más especializado”.

Sanhueza agregó que estas actualizaciones normativas no son exclusivas de Chile, se han implementado también en otros países, como España e Italia.
El director de la OPCC dijo, además, que es relevante preservar la limpieza de los cielos nocturnos del norte chileno, ya que ésta es una de las principales características por las cuales agencias internacionales de diversos países, dedicadas a la astronomía, han instalado sus observatorios y centros de estudios en nuestro país, haciendo conocido internacionalmente al norte chileno, dentro del mundo científico y tecnológico.

“Junto con ello es importante conocer los nuevos roles. Antes la fiscalización era exclusivamente de la SEC, que ahora queda a cargo de la certificación y de la acreditación de las luminarias, y la fiscalización en terreno la va a realizar la nueva Superintendencia del Medio Ambiente”, afirmó Sanhueza.
En cuanto al proceso de cambio de luminarias públicas, que debían ser cambiadas en las tres regiones del norte del país, Sanhueza indicó que el porcentaje de reemplazo llegó a un 70 por ciento. “El esfuerzo que se ha hecho por parte de los municipios, las empresas es importante, pero obviamente con esta nueva normativa lo que esperamos es que cuando se tengan que hacer los próximos recambios se aproveche de hacer todavía un mejor trabajo”, precisó Pedro Sanhueza. 

Al respecto el seremi del Medio Ambiente, Cristian Felmer, señaló que es muy importante el poder comunicar los detalles de esta nueva normativa a los diferentes actores vinculados al tema de la contaminación lumínica. 

“La nueva normativa modifica las fiscalizaciones y las multas. Ahora se incorporan las pantallas LED y que hasta ahora no han sido certificadas. Se están realizando las coordinaciones para ver cómo se harán dichas fiscalizaciones, pero en realidad lo más probable es que muchas de esas pantallas no puedan pasar y tengan que ser multadas y clausuradas”, finalizó la autoridad. 

Como señaló el seremi de Medio Ambiente, la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC) será la entidad encargada de certificar la calidad de los equipos, ya sea pantallas o luminarias, que serán instaladas en el norte del país. Para ello deberá contar con laboratorios especializados, de los que hasta ahora sólo hay uno, el de la Universidad Católica de Valparaíso.

“Ya existe un laboratorio reconocido por la SEC, ello son los encargados de seguir, pero esperamos que se sumen más entidades que puedan acreditar que cumplan con los protocolos que exige la SEC, de manera de contar en el futuro con más laboratorios para la certificación de luminarias y pantallas. Siempre es bueno tener más alternativas”, señaló Carlos Herrera, director regional del SEC.

ASTRÓNOMOS

El director del Observatorio AURA en Chile, Christopher Smith, también destacó la importancia de preservar la calidad de los cielos del norte de nuestro país. “La importancia que tiene para los observatorios es que nuestro proyecto no son sólo lo que estamos haciendo hoy, sino que estamos construyendo nuevos telescopios que entran recién en funcionamiento el 2020. Que tienen una vida útil entre 20 y 50 años, entonces estamos tratando de proteger el futuro. Es importante cuidar este recurso natural”, indicó.

En cuanto a la proliferación de pantallas y luminarias LED, el científico reconoció su preocupación. “Estamos preocupados por las pantallas y las luminarias LED, porque el brillo y el tipo de luz que emiten, que es más azul, que impacta más al ojo humano y que se dispersa más y tiene más alcance de contaminación. Ese desarrollo en tecnología nos preocupa, pero la solución no es sólo apagarlos, si no ponerlo en su contexto. Las pantallas están hechas para ser vistas durante el día, pero no necesita el mismo brillo que cuando está compitiendo con la luna”, precisó. 

EXPERIENCIA ESPAÑOLA

Javier Díaz, director de la Oficina Técnica de Protección del Cielo del Instituto de Astrofísica de Canarias, España, indicó que la experiencia en ese país ha sido muy positiva. “Al principio el tema del ahorro energético nos sirvió mucho para convencer a la población y los políticos. Se invirtió bastante en cambiar el alumbrado. Siempre hay algo que se sale fuera de la norma, pero en un porcentaje muy pequeño. En el caso nuestro los letreros luminosos se apagan a medianoche y el brillo se controla durante las horas nocturnas que está encendido”, dijo.

El especialista indicó que todos los proyectos que implican pantallas o luminarias deben ser revisados por esta entidad financiada por los observatorios apostados en España. “Todo los proyectos que se quieren instalar en la zona protegida son revisados por nosotros. Hacemos un informe técnico que es previo a que se active cualquier autorización para esa instalación y después las medimos para ver si se hicieron correctamente. En el caso que se hagan sin pasar por nosotros, iniciamos un proceso sancionador”, precisó.

Más allá de esta nueva normativa, los expertos indicaron además que la comunidad también tiene un rol importante que jugar. Es por ello que recordaron que con unas simples medidas se puede evitar que la luz se pierda hacia el cielo.

EMISIONES MÁXIMAS DE LUZ

Ya es habitual para los habitantes de La Serena y en general las grandes ciudades del país, observar pantallas publicitarias que utilizan tecnología de plasma y estado sólido (LED). 

Se pueden apreciar a un costado del Mall Plaza, en el sector de la Terminal de Buses, en la Avenida del Mar y a un costado de la Ruta 5. Más allá del impacto que pueden tener en los automovilistas -cuestión que también ha sido parte del debate en torno a su existencia-, a partir de mayo del próximo año, estas pantallas deberán adaptarse a la nueva normativa para la Regulación de la Contaminación Lumínica.

“Lo que se espera es que las pantallas tengan un nivel de emisión máxima, y que sea medida a una cierta distancia y que va estar estandarizada. Que tengan una emisión por metro cuadrado de pantalla, diciéndolo de manera simple. Pero también se espera que no estén inclinadas hacia el hemisferio superior, eso significará una readecuación o un cambio de tecnología. Este estándar se establece porque existen tecnologías disponibles para lograr dicho cumplimiento, no es antojadizo”, indicó Roberto Quezada, profesional de la sección de Acústica Ambiental del Departamento de Normas de la División de Calidad del Aire del Ministerio de Medio Ambiente.