El Parque Coll se recupera del abandono

Con un trabajo sostenido, devolviéndole el agua que dejó de recibir por cerca de 12 años, la principal área verde de la comuna comienza a tomar sus colores, con arbustos y pastos que brotan espontáneamente y árboles que se asoman a la vida otra vez.
El Parque Coll se recupera del abandono
El Parque Coll se recupera del abandono
domingo 16 de junio de 2013

Los arbustos con sus flores ya se están haciendo comunes en la zona del parque que ya cuenta con riego.
“Hubo períodos en que no llovió nada, por eso es que estamos muy contentos de lo que estamos haciendo”
José González, funcionario municipal.
oco a poco, el Parque Coll, indudablemente la principal área verde de La Serena, comienza a recuperar su tonalidad natural y a aparecer en él malezas, pastos, flores, arbustos autóctonos y a brotar los árboles que no alcanzaron a secarse por el descuido que sufrieron durante años.
El proceso ha sido lento y comenzó en el mes de febrero por órdenes del alcalde Roberto Jacob, quien además destinó profesionales para que se hicieran cargo del recinto, lo volvieran a la vida y lo retornaran a la comunidad, lo que espera ocurra, al menos en la zona de picnic, para el mes de septiembre.
Mientras era candidato a alcalde el año pasado, las primeras declaraciones que formuló en torno al parque y que no cayeron nada bien en las autoridades de turno en el municipio fue que si era electo, no continuaría con el proyecto de construir un jardín botánico que costaba cerca de tres mil ochocientos millones de pesos y así precisamente lo hizo, dando orden de que se priorizara el área verde. Referente a las canchas de fútbol en tierra, donde se construiría el mencionado jardín, hoy lucen empastadas.
La primera medida que tomaron los profesionales encargados del proyecto de recuperación fue tener claridad sobre las acciones de agua que se suponía tenía la municipalidad. Efectivamente, eran dueños de 75, de un total de 96 acciones existentes. ¿Cómo se explica entonces que el parque estuviera seco?. Simple, nadie se preocupó de hacer uso del agua que les pertenecía, proveniente del canal Bellavista, por cerca de doce años y esa agua era simplemente utilizada por parceleros particulares que sólo dejaban cinco horas de riego semanal para el parque, en circunstancias que en la práctica le correspondían 5 días por semana, una realidad brutalmente distinta.
Una vez aclarada la propiedad del agua, se realizaron las gestiones, se ordenaron legalmente los derechos y se les informó a los parceleros que deberían hacer uso del agua que les correspondía y no de los derechos del municipio. De esta forma, se construyó una compuerta, se hizo un canal y el agua se está desviando para su verdadero propietario, el Parque Gabriel Coll.
Los funcionarios municipales dicen que les han tratado de forzar la compuerta, pero se maneja con candado y el proceso iniciado en febrero ya comienza a dar sus frutos, puesto en que la primera parte del parque (parte alta) hasta donde se está trasladando el agua, se ve un fresco verdor en sus suelos con pasto y plantas que han brotado y los árboles también comienzan a retomar su color natural. De hecho, hay muchas especies de pinos y eucaliptus que están dando un renovado follaje, lo que da pruebas ciertas de que les llegó una segunda primavera.
José González, funcionario de la Secretaría de Planificación Comunal, que está a cargo del proyecto, dice que la recuperación del llamado pulmón verde de La Serena, va a costar un sexto del valor del jardín botánico que se pretendía construir y que la primera medida fue “hacerles entender a los productores de las parcelas que no están en condiciones de ocupar el agua, porque estaban usurpando lo que le correspondía al parque”.
Precisa que de cien litros de agua que tira el canal Bellavista, 78 litros son para uso del parque y estaban llegando menos de ocho litros semanales. “Nosotros recibíamos cinco horas a la semana en circunstancias que nos correspondían cinco días a la semana”, subraya.

PRIMERAS PRUEBAS
Las primeras pruebas para devolver el agua al recinto se hicieron el 18 de enero y con una obra de ingeniería básica consiguieron que el agua pasara del extremo sur, donde está el canal Bellavista, a la zona norte del parque, pasando por una pendiente, pero la velocidad de caída del agua les permite que pueda subir al otro lado sin problemas. Así, el 15 de febrero ya se veían las primeras plantas naturales que brotaban en el suelo.
José González, que ha visto todo el proceso de brote de plantas, pasto y árboles, dice que “para alguien que le gusta la ecología y tiene preocupación por el medioambiente es una enorme felicidad ver cómo empiezan a brotar las hojas, cómo comienzan a recuperarse árboles que se veían secos y que si no tenían agua se iban a morir, como ya se perdió el 20% de árboles”.
Precisa que esto ocurrió porque durante 12 años el recinto recibió solamente agua de las lluvias y “hubo períodos en que no llovió nada, por eso es que estamos muy contentos de lo que estamos haciendo”.
Lo que viene es una nueva obra de ingeniería que les permita llegar con el agua hacia el costado de la calle 18 de Septiembre, que es una de las zonas más afectadas y más secas. Para ello, se hará un sifón que les permita llevar riego, porque ese sector se va a reforestar con unas ocho mil plantas y árboles nuevos.
La inversión para la recuperación es de 50 millones de pesos, lo que incluye, además, las obras hidráulicas, entubamiento y limpieza de algunas áreas. S estima que hoy se reciben 26 litros por segundo de agua.
El alcalde Roberto Jacob no ha ocultado su alegría por los resultados y en un recorrido que realizó al recinto el jueves, dijo estar “contentísimo” con lo que estaba viendo, porque “está la muestra al ver estos árboles que por años no tuvieron la posibilidad de ser regados y ver que hoy día están brotando; especies que aparentemente estaban muertas y ver que están rebrotando con fuerza es la muestra de cómo estamos recuperando el parque, que es lo más importante para mí”.
Menciona que poder decir que en la actualidad se cuenta con agua para suministrar riego a un 100% del parque “es una gran cosa”. El edil no quiere mirar hacia atrás con lo ocurrido con el agua, pero reconoce que “se la estaban robando, porque no nos preocupábamos de qué pasaba con nuestra agua”. De paso, asegura que en un par de años se verá una realidad totalmente distinta a la que se ve hoy.
El alcalde no quiere hincar el diente en el pasado, pero es injustificable que teniendo 75 acciones de agua, el recinto no se regara por 12 años. Sobre este tema indica que desconoce los motivos por los cuales no se actuó a tiempo. Y si bien no dice que investigará qué pasó, responde que “voy a hacer las consultas del caso. Lo interesante aquí es recuperar, reforestar y yo siempre he dicho que no es bueno mirar para atrás, pero tampoco es bueno hacerse el tonto”.
Pero mientras se recupera el verdor del recinto y se le da espacio a la naturaleza, paralelamente se cortan las especies que se han secado, porque son un peligro para las personas y en cualquier momento se pueden venir abajo con el viendo.
El lugar se está limpiando, para poder reforestar y con los troncos de los árboles eliminados se están propiciando asientos para las personas que ingresen al recinto una vez que se vuelva a abrir para el uso público.

CRUZADA DE PLANTACIÓN

••• Una vez que se tengan las nuevas especies para reforestar (cerca de 20 mil árboles en cuatro años) se hará una gran cruzada para que se ayude a realizar esa acción, por lo que se planifica invitar a los colegios, deportistas, organizaciones sociales y a quienes quieran sumarse al trabajo de plantación de las nuevas especies. “Se va a sentir una gran satisfacción cuando alguien diga yo fui parte de la plantación de estos árboles y de la recuperación del Parque Coll”, señala el alcalde Jacob.

EL CELADOR

••• El administrador del Parque Gabriel Coll, Francisco Rodríguez, dijo que se pudieron dar cuenta de que cerca del canal que distribuye el agua, ésta estaba siendo desviada, por lo que comenzamos a trabajar a través de Secplan y decidimos hacer una obra que nos permitiera tener el agua los cinco días que nos corresponde. La obra a la que hace referencia es mejorar un canal e instalar una compuerta para poner el líquido elemento por el curso que le correspondía. Dice que para evitar que sea violentada la compuerta se contratará una persona “que será el celador de nuestra agua y nos va a vigilar desde esta zona (donde está la compuerta) hasta el sifón que está en el parque”. Además mantendrá limpio el canal para que el riego llegue como corresponde a su destino.