Capellán Fundación Las Rosas: "Tenemos una cuenta pendiente con los ancianos"

Son cuatro años los que está cumpliendo Fundación Las Rosas en La Serena y para conmemorar la fecha, el padre Andrés Ariztía, director nacional de la entidad que protege a los adultos mayores estuvo de visita en la región, oportunidad que aprovechó para invitar a las personas a colaborar y a hacerse socios. 
“Somos una institución mendicante que lo que recibimos hoy lo gastamos mañana, es por eso que requerimos de socios que nos colaboren voluntariamente (…). Entre el 10 y el 17 de mayo estaremos realizando la campaña en la que queremos captar mil socios más y ojalá llegar a los cuatro mil lo antes posible”.
-¿Por qué debería motivarse la gente? Cuéntenos de la labor de la institución.
“Nuestra entidad nace inspirada en el Evangelio (…). En la Fundación los abuelitos son atendidos de forma gratuita. En las listas de espera primero se elige al que nada tiene, al que tiene menos red social de apoyo, al más desvalido”.
-¿Cree que hacen falta políticas públicas para cuidar a los ancianos?
“Sí, definitivamente es una cuenta pendiente que no tiene nombre. Yo llamaría a los políticos a que en esta época de elecciones pusieran el tema en la palestra (…). Una sociedad que no quiere a sus ancianos es una sociedad cruel.Además deberían tener en cuenta que por cada anciano hay ocho votos (risas). No ves que generalmente son los pater familias”.
-¿Le resulta preocupante que nuestra sociedad no se haga cargo de sus ancianos?
“Desde luego, sobre todo porque las últimas cifras del censo indican que nuestra sociedad es cada vez más vieja, por eso el llamado también es a las personas a querer y respetar a los ancianos (…), muchas veces se produce este abandono y los abuelitos sienten que son una carga y sienten culpa por existir, eso es lo que hay que evitar”.
-¿Y cómo andan en el tema del voluntariado?
“Más o menos, siempre se necesita mucho más. El voluntariado es lo que le da vida a este hogar y la cantidad es insuficiente porque los abuelitos requieren que se les dé otro tipo de atención ya que se hacen talleres de arte y música en los que los viejitos requieren compañía. Nuestro llamado no es sólo a captar socios, sino también a los voluntarios”.