Coquimbo Unido vive su propio Vía Crucis
Desconsuelo es lo que aún se vive en Coquimbo Unido, luego de una temporada en la que estuvo lejos, muy lejos, de las pretensiones que siempre se fija la institución. Con ningún objetivo cumplido, ahora lo único que les queda es mejorar en el próximo torneo. Entonces, ¿sabrá el cuerpo técnico cómo hacerlo? Es la interrogante en el conjunto aurinegro, que hoy nuevamente tendrá una reunión de directivos para estudiar el caso Carlos Rojas y también lo relacionado a refuerzos, que esta vez se buscarán con pinzas.
El “Chifi” tiene contrato hasta que finalice el Campeonato de Clausura -mayo próximo-, pero si fuera por algunos dirigentes Rojas no seguiría más. Es que en estos momentos no existe la capacidad financiera como para tomar la decisión de despedirlo. Ahora, de concretarse su salida, el tiempo apremia para la búsqueda de un nuevo entrenador, teniendo como referencia que el siguiente certamen comienza el 5 de enero y en Coquimbo sólo tienen un par de días de descanso, pues el grueso del plantel debe estar después de la Navidad para comenzar con los trabajos. ¿Y de continuar? Bueno, borrón y cuenta nueva.
REFUERZOS
Como el final de Coquimbo fue más penoso en el escenario que en los números, el jugador que llegue tiene que hacerlo como titular y no para ganarse un cupo con el correr de las fechas. Es la norma de aquí en más en el cuadro “pirata”. Por ende, el nombre de Gamadiel García es el que más suena, porque quieren que, junto a la “Nona” Cristian Muñoz, se adueñe del mediocampo. Además, el volante y exjugador de Audax Italiano ya sabe lo que es vestir la aurinegra, porque en su extensa trayectoria tuvo dos pasos, aunque en distintos años, en el elenco porteño: 1999-2000 y 2006. Mientras que Pablo Parra, una de las promesas de Ñublense, y a quien Carlos Rojas conoce muy bien, es la otra carta para reforzar el mediocampo, que con la salida de Carlos Espinosa -se fue a Huachipato- quedó cojo. “Es un jugador de ida y vuelta”, dicen en el cuadro chillanejo.
Sin embargo, mientras unos llegan otros hacen las maletas. Es el caso de Juan Pablo Miño, quien concreta su salida para enrolarse en Palestino, club que le estaría ofreciendo dos años de contrato y, obviamente, la posibilidad de mostrarse en la primera categoría.
De ser así, el sucesor natural sería Luis Aguirre. En tanto, por el bajo rendimiento mostrado en el pórtico mucho se especuló con la llegada de otro arquero, pero al parecer eso no sucedería y Coquimbo se quedaría con Leyton, Espinoza y Segovia, teniendo este último más chances en el primer equipo. También se sigue insistiendo con la llegada de otro delantero.
