Un apasionado de la radio

Aunque trabajó por 30 años en municipios e intendencias, el periodista Gonzalo Aldana, quien falleció el pasado jueves, sentía una afinidad por la labor radial. De hecho, en su última entrevista que concedió a diario El Día en febrero de 2012 y que hoy recogemos algunos extractos recordó su paso por la emisora Riquelme y el sueño que tenía por escribir un libro sobre sus vivencias.
Un apasionado de la radio
Un apasionado de la radio
domingo 22 de septiembre de 2013

El día del trabajador radial se recordó con un minuto de silencio, sobre todo en radio Riquelme. Esto porque a dos días de festejarse esta fecha, el puerto recibió conmocionado la muerte del periodista, Gonzalo Aldana. Aunque por décadas se le vinculó al trabajo en el departamento de prensa en la Municipalidad de Coquimbo, cada vez que podía recordaba sus inicios en el periodismo vinculado a esta emisora. Así por lo menos lo refleja su archivo personal y en la última entrevista que concedió a diario El Día en febrero de 2012. 

En Riquelme de Coquimbo se desempeñó como reportero y comentarista deportivo. Fue un agradecido de Carlos Salamanca Luis Michea y Juan Ramírez Portilla, “empecé como locutor, aunque todos dicen que es raro porque hablo muy rápido y no modulo bien. En ese tiempo también estaba arribando (a la radio) Rubén Aguilera y Alberto Casanga Wilson con su programa ‘Tierras Blancas al futuro’”, recordó en febrero de 2012.
Con orgullo destacaba que la Riquelme se había transformado en una “verdadera escuela. Casi todos los profesionales se formaron en ella. En ese tiempo existía mucho la convivencia social que se ha perdido. Las tertulias, como decía Julio Martínez”.
Confesaba que era tanta la pasión por la radio que constantemente se peleaban los turnos laborales de la Navidad y Año Nuevo, algo impensable para estos tiempos.
“Lo único que escuchaba la gente era la radio. No había televisión, internet y los adelantos de ahora”.
Su vinculación con el periodismo comenzó a los 15 años y destacaba el aporte clave que le entregó Claudio Segundo Muñoz quien estaba a cargo del Departamento de Prensa de Radio Riquelme.
Su relación laboral con esta emisora fue hasta 1973 cuando fue adquirida por el Partido Comunista. “Por lo que dije aquí no hay nada más que hacer. En ese tiempo yo no estaba por política”.
Pero su pasión por la radio lo llevó en 1976 a ligarse a la radio La Serena que era filial de Cooperativa.
Uno de los recuerdos periodísticos deportivos que más atesoraba fue cuando Coquimbo Unido salió campeón en el ascenso con un gol de Arturo Canilla Díaz, en el estadio de la Universidad Técnica del Estado actual universidad de Santiago, “en ese tiempo fui a colaborar en el programa deportivo ‘Enfoque Deportivo’ en que estaban Rolando Castillo, Pablo Pasten y Juan Ramírez. Ayudaba con los cables y fue un momento emotivo, regresé en micro y los jugadores en Andes Mar Bus, y llegamos todos a las 6 de la mañana. En el sector Empalme se armó una fiesta con todo Coquimbo y los jugadores. Fue uno de los hechos que más me marcó en lo deportivo”.
En las paredes de su oficina personal de su casa de Sindempart existen decenas de imágenes que demuestran la intensidad con que Aldana vivió la actividad periodística y relaciones públicas. En cada labor el denominador común era el mismo: Preocupación por los detalles y la perfección. En medio de su biblioteca había carpetas perfectamente seleccionadas hasta con su ficha médica de él y su esposa. Resaltaba que la clave es la rigurosidad.
Aldana era profesor de Estado en Ciencias Sociales y se tituló en la Universidad de Chile, con sede en La Serena en 1973.
A mediado del ’70 llegó a trabajar a la intendencia contactado por Alejandro Pino Uribe. Este paso fue clave en el desarrollo de su profesión. Trabajó fuertemente con los intendentes militares de la época y los seremis. “Teníamos un estudio de televisión donde producíamos las informaciones para Canal 8. Cuando el canal no podía ir nosotros le pasábamos las imágenes. Formamos los primeros equipos de televisión en Chile de Intendencia y que producíamos nuestros propios documentales de agricultura, educación,”.
-¿Lograron registrar el avance que estaba experimentando La Serena y la región en general?
“Una de las obras que más recuerdo, fue la Avenida del Mar, en el periodo de Luis Patricio Serre junto con Eugenio Munizaga. Falta quizás un reconocimiento. Fue una autoridad que trabajó mucho y de muy bajo perfil. No se ha honrado a quienes fueron sus creadores, En ese tiempo quién iba a creer cómo se transformó todo eso. La Recova en un mercado moderno y el terminal de buses”.
Aldana era obsesivo en los detalles. En el trabajo bien planificado y eficaz.
Confesaba que con los periodistas entabló una relación fluida y de confianza, “cuando teníamos un problema lo conversábamos, pero en ningún momento les pedía que eliminaran la información. Y eso lo valoro mucho porque creo que es una escuela que tengo y que me ha dado frutos”.
-¿Cuándo se dio cuenta que tenía condiciones innatas para manejar la relación entre autoridades y periodistas?
“Siempre, cuando estudiaba fui maestro de ceremonia en los actos de los días lunes cuando se entonaba el himno patrio. Siempre anduve en eso y de ahí que me quedó gustando todo ese ambiente”.
-¿Se armó de una buena libreta con teléfonos pensando que le podía servir en algún momento?
“Aún la tengo, hace diez años. Ahí tengo todos los contactos con teléfonos de casa, trabajo y con los que están ya jubilados me comunico con ellos y cuando he ido a Santiago nos juntamos a comer y nos acordamos de esos tiempos. La gente siempre se acuerda de cómo era tratada acá”.

En busca de lo perfecto

Aldana tenía una fijación particular por lo protocolar. “Es muy valiosa, es como llegar a la casa y regalar un pastelito. No todos lo hacen así, no es una obligación, pero es una deferencia y una atención. Me gusta ser muy exigente en las cosas.”
En cada evento buscaba la perfección. Pero, sobre todo se reconocía un detallista. Incluso, se preocupada de la cantidad de pisos que tenía el edificio en que se concretaría una entrevista y de hacer el recorrido previo desde el hotel hasta el lugar escogido para el encuentro. “En el extranjero contratábamos un van, si la autoridad estaba en el hotel y teníamos que ir a la embajada hacía el recorrido con el chofer en la noche. Si nos demorábamos media hora, calculaba por el trafico de la mañana el doble”.
-¿Tuvo el interés de salir del circuito municipal y trabajar en diarios?
“Si, me hubiese gustado mucho, pero la parte investigativa. Me gustaría trabajar en eso, en un medio investigativo que permita ir a los hechos. Veo que en la zona la prensa es un poco plana. Se hacen denuncias y no se continúa la investigación. Si hay una asesinato, está el imputado en prisión preventiva, pero no hay un seguimiento”.
-¿Las nuevas generaciones de periodistas serían más cómodos y les cuesta hacer un seguimiento?
“Creo que faltan jefaturas con experiencia. Se puede ser un buen periodista, pero si no hay detrás una persona de experiencia que te guíe. Por ejemplo si compro un diario y aparece una noticia en primera plana y dentro hay cuatro líneas, eso lo critico, debería ser más amplia la información y más investigativa. Van a un festival y no hay entrevistas, sólo aparece la foto que puede ser sacada en cualquier momento por lo que no hay una forma más trabajada”.
-¿Eso se aprende en la universidad?
“No, la universidad hoy en día son muy teóricas y tiene que ser prácticas. Que el periodista tenga interés de ir más allá de lo que le piden. Tienen que ser más exigente, va mucho en el interés de uno. Esta carrera tiene mucha teoría, pero la práctica la dan los medios”.
-¿En ese afán por escribir, no sería el momento de editar un diario?
“No, a mí lo que me gustaría tener más que todo, no es tanto un diario, tengo una idea de crear una asesoría de eventos para celebraciones o graduaciones”. 

Las claves para triunfar

••• En la entrevista que concedió en febrero de 2012 Aldana admitió que uno de sus principales sueños y prioridades era viajar y escribir un libro sobre sus vivencias , “no municipales, mis vivencias en distintos frentes periodísticos, pero aun no sé como encausarlo. Me queda por cumplir entregar mis experiencias en algunos cursos. Capacitación de detalles tan pequeños como el de abrir la puerta a una autoridad o el servicio. Cuando voy a dejar a una autoridad al aeropuerto estoy hasta que se pierda el avión. Yo soy así, porque la experiencia me ha enseñado que tienes que ser riguroso en la atención. Puede ser que el embajador que estuvo aquí después puede ser ministro. Lo que me falta es una especie de año místico. Para escribir tendría que irme un año de mi casa. Irme a un monasterio o algún lugar en que esté solo, para que fluya y no estar en la casa con la bulla”.
También Aldana se atrevía a dar concejos a las nuevas generaciones de periodistas. Les aconsejaba, “ser un poco más audaz, más investigativo y lo otro es que lea mucha prensa extranjera y libros de periodismo de investigación, porque esa es la tendencia. Hay que buscar la noticia, no te puedes quedar”