¡Oscar, la alegría ya viene!

El filme de Pablo Larraín es la primera producción chilena en llegar a este sitial. Pese al recelo de muchos, su calidad se impuso y competirá contra una historia siempre adversa.

Un hecho sin precedentes en la historia del cine chileno es lo que se vivió ayer en el Teatro Dolby de Los Angeles, California en Estados Unidos. Esto porque por primera vez un filme criollo logra llegar a la gala final de los premios Oscar, la estatuilla más codiciada por todo aquel que hace de las películas una forma de vida y de expresión.

En la ceremonia se anunció a los nominados en las diferentes categorías por parte de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Estados Unidos, y la actriz Emma Stone y el realizador Seth MacFarlane, quien será el maestro de ceremonias de la gala de entrega de premios que tendrá lugar el 24 de febrero, fueron los encargados de dar a conocer que la producción “No”, del director Pablo Larraín, era una de las cinco nominadas en la categoría Mejor Película Extranjera.

Sin lugar a dudas, se trata de un hito, ya que por ocasión inédita una producción nacional logra ser candidata a este premio de carácter universal, lo que, además, es un hito de la cultura de nuestro país.

Aunque por años se ha criticado que en los premios Oscar se han valorado los efectos especiales y la espectacularidad por sobre el contenido, “No”, protagonizada por Gael García Bernal y coprotagonizada por Alfredo Castro, Luis Gnecco y Néstor Cantillana, demostró que un hecho histórico de relevancia en América Latina como fue el plebiscito de 1988 que buscaba ratificar o terminar con el extenso gobierno de Augusto Pinochet sí tiene cabida. La historia tiene un fuerte sustento en el guión, escrito por Pedro Peirano a partir del monólogo “El plebiscito” de Antonio Skármeta.

El inédito logro espera verse compensado a fines de febrero próximo, pero eso está por verse: Competirá contra otros cuatro filmes de gran categoría, como son “Amour” (Francia-Austria), “War witch” (Canadá), “A royal affair” (Dinamarca) y “Kon Tiki” (Noruega).

EMOCIÓN MESURADA. Tras conocerse esta impresionante noticia para el cine nacional, los “cerebros” detrás de “No” habían perdido esperanzas.

Pedro Peirano, su guionista, que se hizo muy conocido junto a Álvaro Díaz por proyectos como “Plan Z” y “31 minutos”, aseguró que “fue muy emocionante. Como buenos chilenos, habíamos perdido toda la fe. El miércoles yo estaba muy seguro, pero hoy pensé ‘ni ca…’”, sostuvo con buen humor este creativo del cine y la televisión, agregando que “‘Amour’ es la favorita de verdad, la que todos creen que va a ganar. Pero la gracia de los Oscar es que nunca se sabe. No hay que ser soberbio, pero puede haber una sorpresa”.

El equipo realizador de la película se reunió en casa de Pablo Larraín, donde siguieron con atención la premiación realizada en Los Angeles. Fue el propio director de “No” quien se refirió a las reales posibilidades de esta cinta. “‘Amour’ es una montaña, es una película extraordinaria de un cineasta maduro, que ha llegado a un nivel muy elevado. Es una carrera abierta, y hay que estar ahí sonriendo a ver qué pasa, pero lo más probable es que esto termine en manos de Michael Haneke, su director”, indicó en declaraciones para la televisión.

Otro que se mostró feliz fue Gael García Bernal, que a través de Twitter soltó toda su felicidad. “Ah chingá! Suenan los telefonazos madrugadores, para decirnos que #NO la película está nominada al Óscar. Agüevo! la raja! Vamos a la pachanga!”, dijo en la afamada red social.

OTROS INTENTOS. Los coqueteos de Chile con los Premios Oscar siempre fueron de corto alcance y sin resultados hasta ahora. En 1976, Miguel Littin logró meterse entre la quina final con los filmes “Las actas de Marusia” y “Alsino y el cóndor”, aunque el director no representó a Chile, sino que a México y Nicaragua, respectivamente.

En 1990, nuestro país comenzó a postular formalmente a la estatuilla con “La luna en el espejo” de Silvio Caiozzi, sin resultados positivos.

En 2004, el Oscar también estuvo cerca de nuestro país, cuando Alejandro Amenábar, director chileno, ganó la estatuilla con “Mar adentro”, pero la producción era española. Al año siguiente, “Machuca” llegó hasta la lista de nueve prefinalistas, sin alcanzar el logro definitivo. Diferente fue la realidad de “La nana”, que en 2009 brilló en los festivales del mundo, tras abrir la ruta con un inédito triunfo en “Sundance”, y coronarla con su presencia en la final de los Globos de Oro. 3801i