Conurbación La Serena-Coquimbo ante el reto de convertirse en metrópoli

Con más de 400 mil habitantes, las ciudades de La Serena y Coquimbo tienen grandes desafíos. No sólo el corredor bioceánico y los grandes proyectos que incluye, sino que también el cómo preparar a esta nueva metrópoli para que se convierta en una ciudad amigable para sus habitantes y que crezca de forma sostenible e integral en su economía y población.
domingo 31 de julio de 2016

Nuestra conurbación La Serena –Coquimbo está creciendo a pasos agigantados. Ya superando los 400 mil habitantes,  con un parque automotriz mayor y nuevas fuentes de producción y servicios, ambas ciudades ya se han transformado en una sola y con problemas similares, donde la congestión y una mejor integración de los diversos sectores que las componen son las principales problemáticas.


Prontamente seremos una ciudad relevante en nuestro país, no sólo con una mayor cantidad de habitantes, sino que también porque diversos proyectos de importancia nacional estarán concentrados en la conurbación, como es el corredor bioceánico. Además somos una de las principales ciudades turísticas de Chile y cada año superamos el millón de visitas turísticas, lo que explica el trabajo que se hace a nivel local para enfrentar los nuevos desafíos que implica el transformarse en una metrópoli.

PROYECTOS A CORTO PLAZO.La seremi del MOP, Mirtha Meléndez, señala que existe un trabajo en conjunto con diversos organismos en la comisión Vivienda y Territorio y ya se elaboró  un plan estratégico  hasta el 2022 en temas de infraestructura. Agrega que  está muy claro en las autoridades que se necesita abordar todas las problemáticas, como el crecimiento de la población, que en “estos últimos diez años aumentó al doble, la congestión es tremenda y la Ruta Cinco ya no es estructurante, sino una calle más de la ciudad”


Agrega que para el segundo semestre de este año  será licitada toda la infraestructura de la Ruta Cinco. Con una inversión de más de 225 millones de dólares permitirá generar una nueva ruta de alto estándar en estos  14 kilómetros que unen a La Serena y Coquimbo, que serán  concesionados, mejorando la conectividad  y calidad de vida. 


Meléndez explica que el grueso de esta infraestructura estará en el nudo Francisco de Aguirre con un paso bajo nivel que viene desde Amunátegui y Huanhualí y “tendrá una liberación de toda la Ruta Cinco sin semáforos y además de dos caleteras, poniente y oriente, desde La Serena a  La Cantera, obras de seguridad como pasarelas, conectividad con vías de evacuación, enlaces como, por ejemplo,  a La Herradura, el Puerto de Coquimbo y El Panul”.


Por otra parte, se está trabajando en el desarrollo del proyecto de tranvía como un nuevo transporte público, pero para Meléndez se necesita el apoyo de los privados y generar centros en cada sector, para que no todos emigren hacia los centros de ambas comunas. “Se debe generar desarrollo de colegios, centros comerciales y servicios, para descentralizar, ya que son los ejes centrales en los que mayormente se genera congestión y no en la Ruta Cinco ”, sostiene la seremi.


Por su parte, el seremi del Minvu indica que desde su cartera existe gran preocupación por generar mejor conectividad en la conurbación e especialmente para terminar con la congestión vial. Para ello ya se están ejecutando proyectos como el Eje Cisternas, que permitirá unir a La Serena y Coquimbo desde Las Compañías hasta Sindempart en Coquimbo y también por El Llano en Avenida Alessandri. Esta iniciativa se encuentra en la primera etapa, que involucra a la comuna de La Serena en calles como Cisternas o Gabriel González Videla. Por otra parte, se está elaborando el diseño del Eje Pedro Pablo Muñoz, llegando hasta Coquimbo por la Población San Juan. Además, el próximo año partirá la prefactibilidad y diseño, en una alianza con la Cámara Chilena de la Construcción, de  Avenida Pacífico que  será un “aporte a Avenida  del Mar, que colapsa, sobre todo en verano y con eso mejoramos nuestra vialidad y vamos a homogeneizar esta Avenida. No sólo llegará a Francisco de Aguirre, sino que también será una alternativa a las poblaciones y villas frente al mall Puerta del Mar”.


 A ello se suma el trabajo en las vías transversales a la Ruta Cinco, como el ensanchamiento de avenida Cuatro Esquinas desde la Avenida del Mar hasta San Ramón o el mejoramiento de la Avenida Francisco de Aguirre.


Para Erwin Miranda es vital que la comunidad cambie su forma de ver y utilizar las ciudades, con  peatones más importantes y activos y también aumentar el uso de las bicicletas. La primera visión es cómo convivir en ambas comunas y que exista continuidad, especialmente en sus límites, que sean armónicas.
“Todos nuestros proyectos consideran ciclovías de alto estándar y peatonalizar. Estamos haciendo una sumatoria de experiencias. Tenemos que ir tomando elementos de otras conurbaciones como Viña del Mar-Valparaíso o Concepción-Talcahuano y ver qué se ha hecho bien para traerlo acá”.


Para el seremi de Transporte, Óscar Pereira, el transporte público es vital  en las grandes obras y existen procesos a nivel nacional que se pueden implementar  en la región, como por ejemplo, el perímetro de exclusión. Esto es un ordenamiento del transporte público  mayor para generar aumento en las frecuencias para que la comunidad tenga mayores opciones al utilizar el transporte público. Es un subsidio al operario para realizar mayores circuitos durante el día y aportar a la alta demanda.


“Para ello necesitamos generar vías exclusivas  en La Serena y Coquimbo para evitar cuellos de botella en algunas calles para que no se entorpezca el recorrido. Entonces, todo va de la mano  con infraestructura y transporte público, pero necesitamos también el apoyo de la gente, cambiar su mentalidad, que se ocupen los paraderos correctamente y no generar situaciones complicadas en el transporte público. Debe haber un cambio de conducta”

TRABAJO A LARGO PLAZO. CIUDADES EMERGENTES DEL BID


¿Cuáles son las principales características que debe tener una metrópoli para que sea una ciudad habitable y logre destacarse como Copenhague, en Dinamarca, o Melbourne y Sídney, en Australia? Lo principal, según los especialistas internacionales,  es  que sean ciudades caminables, cambiando la cultura del uso del vehículo particular e imponer en la sociedad la pirámide invertida de la movilidad, donde los peatones son protagonistas. Por otra parte, se debe trabajar por disminuir la contaminación con políticas de tratamiento de residuos y minimizar impactos de las actividades productivas y por último, diseñar ciudades que permitan el desarrollo de actividad física y con un foco en la salud de la población.


Para lograr este desafío, la conurbación La Serena y Coquimbo ingresó en el año 2015 a la Iniciativa de Ciudades Emergentes y Sostenibles (CES) del Banco Interamericano de Desarrollo. Este programa entrega asistencia técnica a ciudades  intermedias o metropolitanas de América Latina y el Caribe, para así conocer sus problemáticas, priorizarlas y estructurar los proyectos que mejoran su sostenibilidad ambiental, urbana y fiscal.


Nacido en el 2011 con cinco ciudades de Brasil, Uruguay, Trinidad y Tobago, Perú y el Salvador; en el 2012 se incorporaron otras 11 nuevas ciudades que incluían a Valdivia y en el 2015 se incorporaron las conurbaciones de La Serena –Coquimbo y Puerto Montt-Puerto Varas. Hoy ya son 71 ciudades en esta iniciativa y se espera llegar a alcanzar 151 localidades.


Paula Martínez, integrante de este programa por parte del Gobierno Regional, explica que la llegada de la conurbación La Serena -Coquimbo fue por una vía distinta a las otras ciudades. “Ninguna ciudad postula, pero aquí  sí, porque había una conjunción de intereses en  instituciones públicas y dinámicas que se estaban dando en reuniones que se planteaban  las mismas problemáticas; entonces lo que se hizo  fue una postulación y enviamos una carta con una minuta al BID con cartas de apoyo. Esto también fue muy simbólico, porque las cartas estaban firmadas conjuntamente por los alcaldes de La Serena y Coquimbo y eso es distinto de otros lugares, ya que acá tenemos el trabajo del gobierno regional y de las ciudades de Coquimbo y La Serena muy de la mano a los equipos técnicos  en todo este proceso”. Tras esta postulación, la Subdere que lleva el programa a nivel nacional ingresó a ambas ciudades.


José Manuel Peralta, jefe de la División de Planificación y Desarrollo Regional del Gobierno Regional y también coordinador del proyecto a nivel local, señala que paralelo a los trabajos que desarrollan los diversos organismos como el MOP o el MINVU en temas contingentes y soluciones a corto plazo, este programa   genera una guía, una herramienta para las próximas décadas.


“Estamos cambiando el paradigma de desarrollo. No estamos mirando los problemas aislados, sino que estamos poniendo el foco en una mirada distinta. Cuando uno dice desarrollo sostenible hay un concepto ideológico de desarrollo,  te da un esquema distinto. Por ejemplo, en el tema de la congestión, esto es sólo una consecuencia y se debe abordar el tema de la movilidad, dónde trabajan, dónde estudian y dónde viven las personas. No vamos a resolver el tema de la congestión sólo haciendo más calle, es una mirada integral. Tenemos que hacer y mejorar la Ruta Cinco, pero además debemos cambiar la mirada y debemos saber el porqué  se movilizan. Si no tenemos y consideramos otros aspectos, vamos a hacer Ruta Cinco, Seis y seguir con todas las rutas que queramos, pero no vamos a  resolver el problema”.


El arquitecto Bruno Henríquez, integrante del Departamento de Planificación territorial y de este programa  a nivel local, señala que   el objetivo de esta iniciativa es darle una nueva mirada a los problemas actuales a  mediano y largo plazo. “Los criterios de sostenibilidad que plantea la iniciativa son a 50 años, entonces el diagnóstico que se está haciendo es tener una visión prospectiva en cómo van a influir las decisiones que se toman ahora y las que se incluyen en el plan de acción y cómo éstas van a contribuir en mejorar la calidad de vida de los habitantes de la conurbación, que es la meta final”.


Desde el momento en que se ingresa a la iniciativa CES comienza una metodología de trabajo, dividida en dos etapas. La primera está compuesta por cuatro partes que se inician con la recopilación de información y la formación de equipos, luego viene el análisis diagnóstico para seguir con la priorización de las problemáticas y las áreas críticas a trabajar y terminar con un plan de acción para ser validado. La segunda etapa abarca el estudio de pre inversión y financiamiento de las áreas priorizadas en el plan de acción, el monitoreo de las acciones desarrolladas y la inversión que significa la ejecución y el presentar proyectos para su licitación. 


Actualmente, la conurbación se encuentra en la etapa de análisis diagnóstico y se espera al primer semestre del 2017 tener un plan de acción. Paula Martínez explica que uno de los primeros  pasos que se dieron al ingresar a esta iniciativa fue medirse con otras ciudades a través de una matriz, pero que no entrega datos reales, ya que en muchos casos, al compararse con ciudades de Perú o Bolivia, “salíamos muy bien, pero son países con índices muy bajos en electrificación, salud u otros”.


Por ello se realizó una medición con 120 indicadores agrupados en 3 dimensiones: desarrollo urbano integral, cambio climático y medio ambiente y por último la dimensión fiscal y gobernabilidad. Estos indicadores fueron desarrollados  en diversas reuniones, entre septiembre de 2015 y enero de 2016, en las que participaron expertos, académicos, grupos de interés general y los equipos técnicos municipales. En conjunto se completaron los indicadores que luego fueron enviados al BID para realizar  la semaforización en comparación con otras ciudades de esta iniciativa y los datos bases que ellos mantienen. Esto porque tal como el semáforo, los equipos de cada ciudad del ICES deben priorizar las problemáticas que estén en color rojo y amarillo y en nuestra conurbación. Tras este análisis, los temas de  salud, transporte movilidad y gestión de residuos  fueron los más complicados y quedaron en rojo. 


El equipo de ICES a nivel local destaca el aporte fundamental de los municipios de La Serena y Coquimbo  y que ha permitido avanzar rápidamente en las diversas etapas. Sergio Rojas, de Secplan del municipio de La Serena, señala que se ha armado un excelente equipo de trabajo tripartito entre municipios y el Gobierno Regional que ha permitido tener una visión más clara de cómo avanzar en las comunas y convertirse en ciudades sustentables, que es la base de una metrópoli ciudad sustentable incorporando a todos los sectores.


“Uno de los estudios del BID tiene que ver cómo integrar a la población, porque el crecimiento de ésta va quitando terrenos valiosos y se van acabando  terrenos agrícolas. Yo creo que lo más importante es que vamos a contar con un elemento o instrumentos de calificación que van a permitir que ambas ciudades,  al integrarse, crezcan de manera armónica y generando beneficios para los ciudadanos en temas de servicios  a mediano y largo plazo”, agrega Rojas.


Destaca también que ha permitido ir capacitándose, conociendo experiencias en otros países  y el apoyo de asesorías técnicas asociadas al programa como Gehl Arquitectos, destacada consultora danesa que ha aportado en la conformación de ciudades para la gente. Con la visión de su socio fundador,  Juan Gehl, que ha asesorado a ciudades  como Copenhague, Nueva York o Sao Paulo, en que los espacios están creados y pensados para las personas. En la conurbación trabajaron en el mejoramiento peatonal de los reconocidos zigzags de Coquimbo y el paseo semipeatonal  en calle Prat, que prontamente comenzará a ejecutarse.


También se trabajó con la asesoría de Metro LAB de la ciudad de Viena con dos proyectos de espacios públicos a escala metropolitana en el río Elqui y un pre diseño de un parque paleoecológico en el sector de El Culebrón en Coquimbo.
De esta manera, el ICES es la nueva herramienta de la conurbación La Serena Coquimbo para avanzar y desarrollarse de forma integral hacia una metrópoli.