Mariano Muñoz, el profe que sueña con el club en el corazón de los hinchas

Ha tirado por tierra la imagen del profesor de básica aburrido. Porque Mariano Muñoz (nació en el sur, en Linares) se ha tomado la enseñanza como una cruzada personal no sólo con sus alumnos del colegio para adultos Brilla el Sol de Las Compañías, en La Serena, sino que también en el Club Deportes La Serena como presidente, donde tomó hace cinco meses las riendas de la institución para tener objetivos en lo deportivo y también en lo humano, en lo social, con una ambición de “proyecto club” donde formen parte todos los estamentos, partiendo por las series menores.

Hoy la gente lo reconoce, lo saluda. Y le preguntan por qué quiso asumir la presidencia de un club con demasiadas carencias en todos los ámbitos. Sí, para muchos una tarea titánica, principalmente por las dificultades que ha tenido el club por salir adelante. Y él ríe. Y responde. Y dice que le encanta este nuevo desafío. Que lo tomó con mucha responsabilidad. Asume que es complejo, más todavía cuando los medios que se manejan no son los mismos que sí manejan otros equipos del profesionalismo. Pero lo hace con cariño, con arrojo y valentía, igual que con sus alumnos en las salas de clases desde que decidió dedicarse a la pedagogía.

Además, está en la línea de esos dirigentes inmortales como Carlos Dittborn, quien consiguió el Mundial del 62 al señalar en una reunión de la FIFA que “como no tenemos nada, lo queremos todo”. Y con esa premisa está este profesor, educando y creando.

“Hoy todo cuesta, no es fácil. Lo que más cuesta es lograr el equilibrio de las cosas, lograr que la ciudad se impregne del club, que el club llegue a la ciudad, que los hinchas estén conformes, contento y también, claro, el tema económico. Todo va de la mano, todo tiene que ir en un conjunto. Hace un tiempo que venimos trabajando para que el club participe mucho más con la ciudad, que no sea un club externo. Nosotros estamos trabajando en el día a día, pero tenemos un proyecto club que estamos trabajando y que involucra a todos los estamentos”.

Desde que se levanta muy temprano que no para. Derrocha gran simpatía durante las 24 horas, tanto en el colegio como cuando trabaja para el club en su función de presidente, donde junto a los otros directores tienen que hacer de todo para reunir la plata y así responder con los jugadores y trabajadores del club. Le desgasta, quizás más que estar dictando una clase, pero “me gusta, es lo que elegí y lo haré de la mejor manera”, dice sentado desde su oficina de director del colegio donde trabaja hace seis años.

Profe, la verdad, ¿Cómo surge esto de ser presidente de Deportes La Serena si es feliz haciendo clases?
“Esto no surge por un tema dirigencial, sino que más bien surge por un tema de aportar en el club, de apoyar y creo que cuando uno ingresa a esto, al deporte o a la actividad que sea, lo hace porque le gusta. Uno como hincha participa y si quieres aportar, tiene que hacerlo desde adentro, ya que ahí uno puede decir algo. Y así comenzó mi trabajo directamente con la corporación”.

Ok, pero cuándo es que asume el mandato…
“Estuve un año en la corporación y luego iniciamos un trabajo para fortalecer el club, cómo podíamos cambiar, renovar de acuerdo a la realidad del club. Había que luchar para que el club fuera nuevamente parte de la ciudad y que no fuera de unos pocos, sino que fuera de todos. Es como lo real y lo que uno quiere, ¿verdad? Y en eso estuvimos junto a otros directores y comenzamos a trabajar para buscar la gente y hacer un trabajo de invitación. Y mi nombre para asumir la presidencia surgió cuando se eligió el directorio de la corporación dentro de los 16 que estaban. Es que el Club Deportes La Serena no es igual que antes, hablando en lo dirigencial, ya que el club está organizado y trabajando a base de 16 directores, pero nadie es dueño del club. Entonces somos un directorio que trabaja en función del club. Ni es pagado ni pusieron plata para comprar el club, por lo tanto había que elegir dentro de los 16 directores quién se hacía cargo de la dirección y me eligieron a mí. Y acá estoy”.

Gran desafío, que quiere que le diga.
“Cuando asumimos sabíamos que era complicado, sabíamos que en lo económico no era fácil, que estaba la deuda, pero teníamos objetivos claros con respecto a eso. Y lo primero era que la gente se involucrara más en el club, que se pudiera armar una planilla de acuerdo a la realidad del club, sabiendo que nos iban a descontar toda la deuda que tenía el club y quedarnos con nada. Pero nunca pensamos que no íbamos a tener nada para partir. Y tras varios meses seguimos sin nada. Y nos costará un tiempo, por eso que hablamos siempre del día a día. Y lo estamos tratando de subsanar para avanzar, pero el proyecto club no lo podemos dejar de lado para que cuando salgamos algún día podamos decir, ‘este es el club, aquí está y esto es’”.

¿Y es mucha plata la que se debe?
“El club tiene deudas históricas, estamos con auditoria interna, estamos tratando de conocer todo un poco, más que nada para transparentar, pero hay deudas que son históricas y que no podemos obviar, que están ahí y hay que buscar la manera de negociar. Es verdad que no son tan apremiantes, pero tenemos que solucionar. Y las deudas que son puntuales de hoy y que son las que hay que pagar ahora ya”.

¿Siguen haciendo malabares para reunir la plata y pagar?
“Claro que sí. Se siguen haciendo muchas cosas para reunir los recursos, pero sin pedir préstamos bancarios. Todo a través de amigos, gente que nos apoya. Hemos logrado a través de este plan poder subsanar los recursos, ya que hoy no tenemos nada. No nos llega de ninguna parte. Tenemos un equipo de personas que está trabajando en pos del equipo, de la ciudad. Acá lo hacemos todo. ¿Municipio? Hacen lo posible de acuerdo a la realidad. Hemos tenido muchas reuniones con el alcalde y ellos están con todo el ánimo de apoyar. Llevamos cinco meses trabajando y existe un gran desafío por delante”.

Desde afuera se ve compleja la situación, ¿es tan así?
“Se maneja como amateur por la manera en cómo conseguimos los recursos. Si no tenemos nada, pero sí la capacidad, la gente y con eso saldremos adelante. Creemos que el club hoy se puede mantener. Queremos que la gente vaya al estadio porque tenemos un proyecto club, porque cree en este club en las buenas y en las malas, porque existe una escuela de fútbol, un centro educativo, existe un colegio que aporta para que los chicos puedan desarrollarse. Que no sólo vayan a jugar a la pelota. Estamos trabajando para eso. El proyecto club no es sólo jugar a la pelota, sino que es todo. Y en eso hay que incluir a todos”.

Pero para incluir a todos hay que ganarse la confianza de la gente ¿cómo hacer cuando el hincha desconfía de los dirigentes?
“Con trabajo, estando allí, con la gente. No podemos ganar confianza porque ganamos un partido, hoy la gente y los hinchas confían en lo que podamos hacer. El Club antes era muy distinto. En cambio hoy necesitamos que todos crean en nosotros, las empresas, la gente, el estudiante. Que la gente de La Serena conozca su club y participe. Llevamos cinco meses donde hemos tratado de subsistir, pero lo estamos haciendo y de buena manera. Pero siempre pensando en el proyecto. Trabajamos para ser uno solo. Los directores somos abonados igual que el resto. Eso quedó estipulado en la primera reunión, que todos teníamos que ser socios. Nos hicimos una promesa de seguir trabajando, de aportar. Y así vivimos el primer mes, donde cada uno tuvo que hacer una rifa, negociaciones para buscarla, todo a través de socios y así logramos conseguir casi 28 millones de pesos que fue lo que sirvió para pagar el primer mes de trabajo. ¡Se puede!”.

Pero algo se hizo con la venta de Briceño, ¿verdad?
“Es poco, pero esa plata nos servirá para estar más tranquilos trabajando, para asegurar lo que tiene que ver con el primer equipo, que es lo más complejo. Y sin dejar de lado lo de abajo, el trabajo formativo. Con respecto a la venta se dijo que había sido muy poca plata y que a lo mejor pudimos haber esperado, pero como directorio pensamos que era el momento. Es más. Hubo gente que nos orientó y en la realidad es que nadie iba a pagar más que eso. No podíamos quitarle la posibilidad de surgir. Es que no puedo retener a alguien si no tengo los recursos para pagarle más de lo que le ofrecen”.

¿Cómo a Luis Musrri, por ejemplo, que suena en la Gloriosa?
“Dentro del proyecto que tenemos nos preocuparía, pero todo dependerá de muchas cosas. Si le ofrecen mucho más la verdad es que no tenemos alternativas, puesto que estamos abiertos en no cerrarle las puertas a nadie. Y si lo llaman es por ser un referente. Es un buen DT y tendrá muchas ofertas. Y las tuvo, pero Luis prefirió este proyecto porque vio como estamos trabajando. Él sabe que el proyecto club es todo. Están ambicioso en el tema de cadetes que Luis está a la cabeza. No sólo está en el primer equipo, sino que está trabajando en todas las inferiores. Estamos sembrando. Y así podemos surgir”.

Profe, ¿y cuáles son los objetivos que tiene como presidente?
“Tratar de lograr que el club en lo económico esté estable y luchar por estar arriba. Tenemos un buen plantel y llegar lo más lejos es el objetivo. Tenemos la gente, un buen plantel para luchar por algo. Mira, cuando asumí todos me decían que el cambio sería brusco. Pero al que le gusta no es tanta la diferencia. Creo que la diferencia está en que se vincula con otras áreas. ¿Y sabe? Lo hago porque me gusta. No soy un presidente con recursos. ¡Yo tengo una empresa, pero de personas! Mi recurso no será tanto en lo económico, pero sí en el recurso de la vida. Hoy el club es de todos. Y el que exige, que vaya al estadio y así puede cooperar. Si queremos traer a un buen jugador, pongámonos con las lucas que así vamos a traerlo. Acá no existe gente que ponga el dinero. Lo que estamos haciendo es organizar haciendo gestión. Creer en lo que estamos haciendo”.