La Serena no tiene nada que hacer en la Copa Chile

Es mentira eso que el técnico Luis Musrri botó la Copa Chile. El deté de La Serena pensaba que podía ganarle a Copiapó para encender la ilusión de pelear por un cupo en la ronda de los 16 mejores del torneo. Lo que sí es cierto, es que le dio descanso a dos o tres de sus jugadores más experimentados observando así a quienes no han tenido minutos en partidos de mayor exigencia.
Muchos de los rostros vistos en la fría tarde de ayer en La Portada, ante unos 400 espectadores estimativamente, ni siquiera habían tenido una pretemporada como dios manda, por lo que debían sumar acción, arriesgando el colectivo frente a un rival más ducho, con más resultados en el cuerpo y que sabía que con un triunfo aseguraba un boleto a la siguiente ronda.
Si Musrri algo se guardó, Sánchez, el jefe técnico de los “leones” los puso a todos y por momentos eso se notó.
El equipo atacameño manejó las acciones en la primera etapa. En Bevacqua, ciertamente un volante limpio y bueno para la pelota, encontró a su conductor. Se apoderaron del balón en esa etapa. Ofrecieron un partido abierto, más cerca del arco del serenense Santis y si no lograron abrir el marcador, fue por la seguridad mostrada por el cuidavallas.
A ratos el partido resultaba intenso, por momentos el vértigo se diluía, aunque La Serena no lograba entusiasmar. Su mediocampo mostraba ímpetu y mucho desorden, mientras que en ofensiva, Briceño se perdió en la marca ante un juego predecible y liviano.
Salvo los tímidos arrestos de Campana, un interesante delantero obstruido por la ansiedad y deseos de festejar su primer gol, poco y nada aportó el granate para el espectáculo y esos leales hinchas.
No obstante, en el complemento los hombres de Musrri entraron virados. Cuatro claras oportunidades de anotar, entre ellas un penal que González controló a Maldonado, desperdició el local como para manejar el partido. Bevacqua que había desaparecido en el complementario, aprovechó los regalos granates. Se internó entre los flojos y desorientados centrales Guajardo y Parra para provocar el penal de Santis. El mismo trasandino cobró la falta por gol para terminar el partido cuando aún restaba mediahora para el epílogo.
Salvo ese gol que nunca llegó, gustaron esos cerca de quince minutos iniciales del complementario en La Serena, aunque llama la atención la facilidad que tienen para derrumbarse cuando quedan en desventaja.
La juventud de muchos de ellos puede ser la causa de tanta variedad y desorden, aunque son los mayores los que tendrán que poner a prueba su manejo para provocar el equilibrio, ese que puso en la cancha Copiapó, que sin mucho, volvió a dejar a los papayeros sin nada.