Dimite presidente de Enersis por financiación irregular de política en Chile

El presidente del grupo Enersis, filial la eléctrica italiana Enel en Latinoamérica, Jorge Rosenblut, presentó hoy la renuncia a su cargo tras ser implicado en la financiación de campañas políticas, según informaron hoy miembros del directorio de la firma.
martes 30 de junio de 2015

La decisión de Rosenblut, sindicado como recaudador de fondos de la campaña electoral de la presidenta Michelle Bachelet, se concretó en una reunión de la Junta Directiva en la que el ejecutivo, que se encuentra en Estados Unidos, participó a través de una vídeo conferencia.

Rosenblut estuvo vinculado al grupo eléctrico durante 15 años, primero como director y luego como presidente de la distribuidora Chilectra por nueve años, luego otros cinco como presidente de la generadora Endesa Chile, hasta que hace ocho meses llegó a la presidencia de Enersis.

La renuncia del también ex subsecretario de Telecomunicaciones en el gobierno de Patricio Aylwin (1990-1994) al grupo eléctrico controlado por la italiana Enel se dio en medio de críticas a su papel de recaudador de fondos para campañas políticas.

Rosenblut ya había admitido que en el año 2012 hizo gestiones ante la minera no metálica SQM para la consecución de fondos para campañas electorales.

Sin embargo, fueron las declaraciones del operador político de la oficialista Nueva Mayoría, Giorgio Martelli, también implicado en la financiación irregular de campañas políticas, lo que terminó por incomodar a los controladores de Enersis.

Martelli, dueño de la firma Asesorías y Negocios, declaró como imputado ante la Fiscalía Nacional que investiga casos de financiación irregular por parte de empresas a la política y señaló a Rosenblut como una de las piezas clave en la obtención de esos fondos cuando era presidente de Endesa Chile.

Se estima que Rosenblut también será citado a declarar ante la Fiscalía como imputado, aunque no se ha especificado una fecha para esa diligencia.

La financiación de campañas políticas por parte de empresas, a través del pago de honorarios por servicios nunca prestados a dirigentes de partidos o candidatos, ha estremecido a todos los sectores políticos chilenos desde hace varios meses.

Los involucrados justificaban esos pagos con boletas falsas que además eran utilizadas por las empresas para rebajar impuestos. EFE