Millonarias pérdidas deja incendio de tres microbuses en Coquimbo

En la terminal de buses de la línea Liserco, que se encuentra ubicado en el sector de El Sauce, en Coquimbo, ayer había consternación luego que por la madrugada tres microbuses se incendiaron, dejando millonarias pérdidas a sus propietarios.
A medida que fueron llegando choferes y dueños, se fueron enterando de lo que había ocurrido, entregando palabras de solidaridad a los propietarios de las máquinas que fueron presas del fuego en el sector donde se hacen los arreglos mecánicos, lo que evitó una desgracia mayor, puesto que en ese sitio había sólo cuatro microbuses, tres de los cuales terminaron completamente destruidos por los efectos del fuego.

Las pérdidas son totales y millonarias, ya que cada uno de los taxibuses cuesta alrededor de 35 millones de pesos.
El microbús donde se inició el fuego estaba estacionado en el sector del taller mecánico para la mantención de sus frenos, según detalló su propietario.
El hecho ocurrió pasadas la 01:30 de la madrugada de ayer y según contó el dueño de una de las máquinas, Hugo Vargas, “la vine a dejar para que le regularan los frenos y después volví como a las nueve de la noche y le puse el candado a la puerta, porque las dejamos con llave lamentablemente, así que no se pudo ni abrir”.
Dijo que además de haberla perdido aún la estaba pagando, ya que la había comprado a crédito y dice que todo indica que fue un cortocircuito lo que provocó el incendio, descartando que se haya tratado de la acción de terceros.
“Aquí me regulan los frenos y la dejé porque era un poco tarde y estaba esa otra máquina (indica la segunda quemada). Me fui y volví en la noche a ponerle el candado en la puerta”, relata Hugo Vargas, propietario del microbús 91 de Liserco.
Dice que tiene contratados seguros, pero no sabe si alcanzan a cubrir el incendio que acabó con su fuente laboral, ya que es el único microbús que tenía y con el cual se sostenían él y su familia económicamente.

Indica que tiene seguro, “pero no es muy bueno, todos acá pagamos seguros, pero por choque, no por incendio de pérdida total, es que nunca pasan estas cosas”, se lamenta.
Explica que lo que pudo haber pasado es que “se hayan chocado dos cables internos y se produjo un cortocircuito”. Señala que es muy poco probable que haya sido algún tipo de atentado, porque el rondín del recinto, que se encontraba a la hora del siniestro, señala que el fuego se inició por delante, donde se encuentra el motor del microbús. “El guardia dice que empezó por la máquina mía, él trató de abrir, pero más encima nosotros tenemos la mala costumbre de ponerle candado a la puerta, porque a veces dejan plata, herramientas, gata y un montón de cuestiones”, explica.
Algunos choferes que se encuentran en el terminal de Liserco cuentan que según lo narrado por el guardia, una vez que se iniciaron las llamas en el primer microbús, comenzó a arder todo por dentro, hasta que de pronto estalló el parabrisas y las llamas se extendieron a las otras dos máquinas, las que se encontraban una a cada lado, y también comenzaron a arder rápidamente. Un cuarto microbús que había en el lugar, por encontrarse algunos metros más allá, sólo sufrió la pérdida de sus vidrios, que se reventaron por la ola de calor que se generó. Al lugar concurrió bomberos de Coquimbo, que extinguieron el fuego, pero no pudieron evitar el desastre.