Envenenamiento de animales y amenazas de muerte a familia tongoyina

Tres denuncias en la Fiscalía de Coquimbo ha estampado una familia de Tongoy que acusa el envenenamiento de sus animales, agresiones a uno de sus hijos y amenazas de muerte por parte de un vecino.
Ellos residen en una parcela de agrado, ubicada en el camino que lleva desde Tongoy a Tambillos, hasta donde se cambiaron por ser un sector donde podrían vivir en tranquilidad pero no imaginaron que terminarían con problemas con uno de los residentes del sector y con temor a que puedan ser víctimas de un ataque.
Según narra Manuel Urzúa, lo problemas se desencadenaron por el acceso al agua, ya que en el sector de parcelas se abastecen de un pozo comunitario, pero su vecino ha decidido dedicarse a la siembra del terreno que es de agrado y puso una llave de paso desde donde le corta el suministro para poder regar.
Frente a esto le reclamó que no podía dejarlos sin el vital elemento de manera arbitraria e ilegal, lo que provocó una discusión y tiempo después comenzaron a ser envenenadas sus mascotas, en este caso perros, algunos de los cuales no lograron ser atendidos a tiempo y murieron.
Como Manuel Urzúa trabaja en la minería y se ausenta por algunos días mientras labora, es en el momento en que no está cuando el vecino atenta contra su familia. Esto ha significado que cuando su hijo de 18 años le reclamó por el envenenamiento de los animales fuera golpeado, “lo tiraron al suelo con su esposa y su hijo mayor lo pateó mientras estaba tirado, por lo que denunciamos la agresión”.
Sostiene que también denunciaron el envenenamiento de los animales.
Pero las cosas no pararon allí, puesto que días después volvieron a envenenarle los otros perros y un burro que tenían de mascota, el que no pudieron salvar y murió producto del mismo tipo de veneno que habían fallecido los perros, según el informe del veterinario.
En esta oportunidad quien reclamó fue su hija, sin embargo, recibió como respuesta que la amenazaran de muerte. “Le dijeron un montón de groserías y la amenazaron que se quedara calladita mejor o iba a terminar envenenada igual que los animales”.
Con estas amenazas directas, interpusieron la tercera denuncia, que ya se encuentra en la Fiscalía de Coquimbo, donde solicitó una medida de protección para su familia, pero la respuesta fue negativa y se le informó que una medida así se podía ordenar sólo una vez que se inicie la investigación la que podría demorar unos 40 días.
Ante esta situación, su cuñada Claudia Torrejón y Manuel Urzúa, optaron por hacer público lo que estaba ocurriendo en ese sector de Tongoy, ya que precisaron que temían que al verse sin ninguna protección su mal vecino efectivamente atentara en su contra.