Todavía les espera un largo camino...

Partieron el 1 de julio del año pasado y ya han recorrido más de 10 mil kilómetros. ¿Su próxima meta?: Alaska, Rusia, Asia hasta Vietnam, Oceanía, la India, Medio Oriente, Europa y luego su hogar, dulce hogar
Todavía les espera un largo camino...
Todavía les espera un largo camino...
sábado 01 de junio de 2013

Giselle Ojeda y Javier Salas no asocian el miedo con la adversidad ni la angustia con el cansancio. Por el contrario, sus espíritus se expanden como el genio de la lámpara mágica, cuando relatan sus quijotescas andanzas en bicicleta por los campos y las montañas, por las faldas de sus sierras, por sus llanuras y sus selvas...
Es que montados sobre dos ruedas, esta pareja de argentinos quiere dar la vuelta al mundo y no regresarán a su país -sólo harán una pausa en su recorrido para casarse cuando salgan de Chile- hasta no cumplir con los más de cien mil kilómetros de viajes que los esperan.
Con voz pausada, quizás por el cansancio de tanto trajín, parten contando que su aventura comenzó el 1 de julio del año pasado en el Obelisco porteño, de la ciudad de Buenos Aires, en su país de origen.

LA FRASE

Tratamos de tener un perfil alto por el activismo del uso de la ‘bici’ y poner el fin a la vida sedentaria Giselle Ojeda Argentina que quiere recorrer el mundo en su bicicleta

“Ya hemos recorrido un poco más de diez mil kilómetros, partiendo desde la provincia de Buenos Aires y pasando por las localidades de Santa Fe, Córdoba, San Luis y Mendoza, donde terminamos y de ahí cruzamos por el Cristo Redentor hasta llegar a Santiago”, relata Javier Salas, que en ningún momento deja de mirar, con complicidad, a su eterna compañera de viajes, de quien se enamoró cuando en una reunión de biciclistas ella le pidió ajustar su bici...
“De acá vamos al Desierto de Atacama y nuestra idea es llegar hasta Alaska y cruzar para Rusia, con una comunidad esquimal por trineo; luego hacer toda Asia hasta Vietnam, Oceanía, India, Medio Oriente, llegar a Europa, pasar por Amsterdan (Holanda) y luego volver a nuestro país”, arremete “Chichi”, como le llama con cariño Javier, quien luego destaca que “nuestro objetivo es mejorar la calidad de vida en las ciudades y dejar en claro que una de las grandes soluciones al problema, a nivel de transporte y contaminación, es la bicicleta”.
De todas maneras, ambos reconocen que la vuelta que los espera, digna de Julio Verne, estará llena de obstáculos. “Creemos que el recorrido durará aproximadamente diez años, y si duramos más, bueno, nos encanta pedalear, jejé... Pero estamos preparados para todo terreno: Desde el calor extremo hasta el frío con menos 30°. Amamos esto y seguiremos hasta cumplir con el objetivo de pedalear por el mundo y que la gente sepa que el uso de la bicicleta es positivo, incluso para la salud”, explica sabiamente Salas.
-¿No serán muchos años arriba de una bicicleta?
“Dijimos diez años porque es más o menos la cantidad de tiempo para recorrer 100 mil kilómetros, pero puede ser un poco menos, o más, no sé. Además, en las ciudades donde se pueden generar los proyectos estamos varios días, puesto que así aprovechamos para hablar con las organizaciones y también con autoridades”.

LA CIFRA

48

horas en bicicleta dando vuelta alrededor de su pueblo estuvo Javier cuando tenía 12 años.

- Y dónde duermen, comen...
“Tenemos carpa y acampamos, con permiso, en lugares privados, como las granjas. Pero también existe una comunidad que recibe a los viajeros para asistirlos, ayudarlos. Acá en La Serena, por ejemplo, hay cinco contactos esperando al cicloviajero”.
- Me imagino que también llevan papel y lápiz para contar sus aventuras...
“Mmmm, ¿cómo sabes?”
-Soy periodista del diario El Día...
“...Sí, estamos escribiendo un libro, de los cuales ya llevamos impresos dos fascículos de la edición “Sé más viajero que el viento”, donde vamos relatando todo lo que nos va pasando en el viaje”.

 

ALASKA. Una de las premisas del viaje, cuentan, es dejar una huella positiva en el camino. Buscar mejorarle la vida a alguien, si se puede. Por eso es que donde vayan mostrarán fotos, contarán sus historias y las experiencias del viaje, y mostrando en carne propia que los sueños se pueden cumplir y que vale la pena vivir una vida plena en busca de esos deseos profundos del corazón.
- Ahora, ¿cómo lo harán en Alaska?
“Con una bicicleta con clavos y cadenas en las ruedas, además de un navegador satelital, seguro que será más fácil, jejé”.
- A todo esto, ¿cómo y cuándo partió la idea?
“Hace aproximadamente 2 años empezamos a armar este viaje, cuando un día, sentados en una plaza, Giselle me dijo: “Javier, ¿cuál es tu sueño? Y yo le dije que era dar la vuelta al mundo en bici. Ella me miró y se quedó callada, para luego exclamar: ¿y qué estamos esperando?”