Hugo Dolmestch: "Las limitantes que se les puso a las policías son un poco pasarles la cuenta por el pasado"

El ministro reconoció que los excesos cometidos en el pasado podrían estar generando que hoy exista demasiado control en las investigaciones
Hugo Dolmestch: “Las limitantes que se les puso a las policías  son un poco pasarles la cuenta por el pasado”
Hugo Dolmestch: “Las limitantes que se les puso a las policías son un poco pasarles la cuenta por el pasado”
martes 22 de diciembre de 2015

La semana recién pasada fue particular para el ministro de la Corte Suprema Hugo Dolmestch. De manera unánime, el pleno lo ratificó para liderar el Poder Judicial durante los próximos dos años y suceder al actual magistrado Sergio Muñoz.

Poco antes de haber sido electo, el día miércoles, participó en la conmemoración de los 15 años de la Reforma Procesal Penal en la zona. Allí hizo un balance de lo que ha sido el nuevo sistema de justicia que se implementó hace más de una década en la región y dio luces de cuáles son los grandes desafíos que, sobre todo en su nuevo cargo, le corresponderá asumir como propios.

-Primero, si tuviera que hacer una comparación entre el sistema antiguo y el actual, ¿cuál es la evaluación?

“Mire, yo recuerdo muy bien lo que había antes porque pertenezco a ese sistema antiguo y conozco sus falencias y sus debilidades en relación a este sistema nuevo. Haciendo algo de memoria, siento que tenía una mala imagen el sistema antiguo, que, la verdad, se exageró en su oportunidad, pese a que dábamos charlas porque teníamos que convencer a la gente de cómo funcionaba el asunto. En su momento, cuando llegó la reforma se tendió a pensar que todo lo malo lo tenía el sistema antiguo y todo lo bueno venía con lo nuevo y sucede que, mal que mal, el antiguo era algo que funcionaba. Hay muchos mitos, pero es falso que hubiera la corrupción que se dice. Quedó esa idea de que los actuarios eran corruptos y eran personas que eran absolutamente leales, por eso yo quiero reivindicar esa imagen”. 

-Estamos conmemorando los 15 años de la reforma, ¿cuál es el balance?

“Siempre se puede hacer este balance. Yo creo que ha habido un gran avance, todavía incomprendido por la comunidad, en muchas cosas, como la aplicación del principio de presunción de inocencia, el que favorece a todo el mundo. Muchas veces se dice, ‘y bueno, este gallo cometió un delito y hay que meterlo a la cárcel’. Pero no es así, entonces eso la gente no lo entiende, eso es algo que tenemos que superar alguna manera, no sé cómo, pero hay que hacerlo”. 

-Siempre se habla de la justicia vinculada con lo social. En ese sentido, ¿usted cree que la desigualdad social influye en la delincuencia? 

“Claro que influye en esto de la delincuencia. Porque un hombre que está sin trabajo y que está desesperado, es posible que incurra en conductas que no son las correctas, aunque hemos avanzado mucho en este sentido”.

-En cuanto a la coordinación entre la Fiscalía y las policías. ¿Sigue siendo una de las cuentas pendientes después de 15 años?

“Sí, claro, ese sigue siendo uno de los grandes desafíos. Hemos insistido mucho en esto porque yo conozco bastante bien el sistema desde el punto de vista de la jurisdicción. No se olvide que yo soy ministro de la Corte Suprema de la Segunda Sala, ahí resolvemos todos los problemas que tienen que ver con los recursos de nulidad. Entonces escucho las quejas, por ejemplo, cuando dicen que Carabineros tenía a una persona que iba con droga, pero no tenía las facultades para detenerlo y entonces llamo al fiscal y yo no tenía cómo comunicarme, no lo ubicaba o no le respondía porque estaba en alguna reunión o en otra cosa. Entonces, si no se soluciona este problema, esto puede llegar a que en algún minuto el policía diga que entre meterse en un lío y tomarlo ilegítimamente preso y dejarlo que se vaya, a lo mejor me conviene más que se vaya. Eso es peligroso”. 

-¿Y siguen ocurriendo con frecuencia esas situaciones…? 

“Sí, sobre todo en los pueblos que son más chicos, porque el fiscal no vive en el lugar, el fiscal está en el centro de la comuna o de la provincia, entonces comunicarse con el fiscal, al carabinero le cuesta mucho. Al detective también le cuesta”. 

-Antes no era así, las policías podían actuar con más atribuciones, ¿Cree que a la larga el perder atribuciones fue positivo o negativo? 

“Yo creo que de a poco se tienen que ir ampliando un poco. Soy profesor de Carabineros hace muchos años y les digo la verdad cada vez que hablo yo creo que las limitantes que se les puso a las facultades de las policías son un poco pasar la cuenta de lo que ocurrió en el pasado, cuando, con exceso de facultades, se produjeron abusos, acuérdese de la famosa detención por sospecha, donde si un joven tenía el pelo largo era detenido como sospechoso, entonces eso se restringió y yo creo que demasiado” 

-¿Se perdió un poco el equilibrio?

“Sí, yo creo que debe haber un poco más de equilibrio y tener un poquito más de facultades. Por ejemplo, hoy día,un policía puede estar autorizado para entrar a un taller mecánico, porque allí hay autos robados, entonces el fiscal le dice que entre, y al entrar encuentra una escopeta y toma la escopeta y la requisa, pero no puede, porque tiene que pedir autorización al fiscal, porque si no llama al fiscal se mete en un lío, entonces falta, falta mucho por hacer. Pero, insisto, se ha avanzado bastante y en la suma y en la resta el sistema es mucho mejor que el antiguo”.