La mujer que a través de sus antepasados conoció a una Gabriela feliz y sencilla

Quien por años trabajó en el BancoEstado, levantó un hostal llamado Valle Hermoso en Vicuña, con énfasis en una Premio Nobel a la que recuerda con alegría
La mujer que a través de sus antepasados conoció a una Gabriela feliz y sencilla
La mujer que a través de sus antepasados conoció a una Gabriela feliz y sencilla
martes 09 de abril de 2013

En pleno corazón de Vicuña, a pocas cuadras de la Plaza de Armas de la comuna elquina, se encuentra el Hostal Valle Hermoso, de propiedad de Lucía Urquieta. Se trata de un lugar apacible, y que ha logrado mantener a punta de mucho esfuerzo y del apoyo del programa “Generando productos de excelencia en torno a Gabriela Mistral y turismo de intereses especiales”, del Servicio de Cooperación Técnica (SERCOTEC), con especial énfasis en una ruta que se relacione con Gabriela Mistral.

Y de esta noble poetisa, Lucía Urquieta sabe mucho, puesto que las habitaciones y otros rincones de esta dependencia incluyen fotografías y testimonios de la Premio Nobel.

Y esto tiene una simple y profunda explicación: Esta exfuncionaria del BancoEstado, que trabajó cerca de cuatro décadas en esta empresa, cuenta con antepasados que conocieron muy de cerca a la maestra. “Conocí a Gabriela a través de mi tía Isolina Madariaga. Siempre ella ha sido controvertida para mucha gente, porque no le gustaba leerla, pero cuando tú conoces a esa poetisa que es totalmente distinta, alegre, amiga de sus amigas, querendona de su tierra y que pese a todas las vicisitudes, nunca dejó de querernos, la percepción cambia”, aseveró Lucía a El Día, recordando que la Premio Nobel era una mujer de cosas simples.

“Su mayor deleite era conversar con mi tía, hablando de los sabores de los duraznos, del color de las montañas, de la señora de la esquina. Esa Gabriela distinta existió, y de hecho, en todas las fotos que hay en la casa, y que corresponden a su último viaje a Vicuña, sale sonriendo”.

Lucía recuerda a la Gabriela enamorada, la que hablaba del valle, esa que pocos lograron conocer, en un presente que la tiene muy feliz, con un proyecto que soñó, y para el que la capacitación de Sercotec fue fundamental.

UNA CASA CON ANÉCDOTAS

El Hostal Valle Hermoso tiene historia, según nos contó Lucía. “Ésta era la casa de mi abuelo, Laureano Álvarez Rivera, que la construyó en 1905, para casarse con María Teresa Madariaga en 1907. Todos los materiales que se usaron para construirla fueron traídos desde Estados Unidos. Todas las vigas, tanto del piso como del cielo, son de pino oregón. Los pisos son de laurel y el cielo de nogal, e incluso con tablas de alerce y roble. Es una casa muy alhajada, pero mi madre en su momento, para educarnos, tuvo que vender muchas cosas, porque éramos seis hermanos”, recordó.