Sotaquí adora a su Niño Dios en medio de la reconstrucción

Como se esperaba fueron miles los locales y los afuerinos que acudieron al llamado de la fe para vivir su fervor frente a la imagen religiosa, la que es verdadero patrimonio de la comunidad local.

Mientras la conocida iglesia de Sotaquí avanza en su restauración para que algún día vuelva a albergar la sacra figura, los peregrinos se encontraron este año con algunas novedades en su recorrido y que tenían como objetivo vivir la fiesta de manera más “espiritual”.
Junto con prohibir el estacionamiento de vehículos a la vera del camino, este año, por intermedio de la municipalidad, se prohibió el establecimiento de vendedores ambulantes a lo largo de la calle Bilbao, principal vía por la que se realiza la tradicionalmente procesión.
Esta medida, que había sido pedida por años, finalmente se pudo llevar a cabo, despejando una arteria de circulación en donde se generaban ciertos problemas respecto a la presencia del comercio ambulante que interrumpía el tránsito normal de los peregrinos y viajantes.
Ello permitió que este año, una vez más las tradicionales comparsas de “bailes chinos” pudieran adorar a la figura con más espacio para desarrollar sus danzas en homenaje al Niño Dios.
De esta forma, tras el final de la eucaristía solemne oficiada por monseñor Manuel Donoso y el párroco Héctor Zambra, en el sector de El Paltal, la figura fue llevada en andas ante la mirada atenta y las bendiciones de los feligreses que se agolparon para ver pasar al “Niño”, escoltado siempre por los danzantes chinos y un conjunto de huasos. Con la procesión, tras dar la vuelta por las calles del pueblo, se dio por finalizada esta antigua tradición, que contó con la asistencia de miles de personas.