Cremación, tendencia mundial en aumento

La incineración más antigua de la historia data de aproximadamente 26.000 años, en Nueva Gales del Sur, Australia. Se trata de restos de una mujer. Este tipo de ritos incluía diversas formas de ornamentación. Según algunos investigadores expertos en prácticas funerarias, la cremación tiene su origen en Asia, extendiéndose desde allí a Europa en la marcha de los pueblos hacia Occidente. A partir de aquí, la mayoría de las investigaciones se enfocan hacia el 3000 a.C, en las zonas de Europa del Este.
Cremación, tendencia mundial en aumento
Cremación, tendencia mundial en aumento
domingo 27 de enero de 2013

En la actualidad , la incineración de cadáveres sigue siendo más habitual en países europeos y asiáticos. Si bien no existe información estadística confiable, se señala que un cinco por ciento de los chilenos prefiere este tipo de práctica, cifra que va en aumento, siguiendo la inclinación mundial.
Es que la tendencia funeraria se inclina cada día más por esta opción. La falta de espacio en los cementerios y razones económicas, entre algunos de los factores, han determinado que la gente esté comenzando a mirar la cremación con otros ojos.
También, como en muchas cosas, en torno a esta práctica existen mitos. Se dice que son colectivas, pero los mismos expertos se encargan de aclarar que no se incineran varios cuerpos a la vez. Otro mito es que en los crematorios pueden confundir las cenizas. Pero una vez que el proceso se ha realizado, son introducidas en un recipiente debidamente etiquetado con la información del difunto.
El pasado viernes, en la comuna de Coquimbo, se puso la primera piedra del que será el primer crematorio de la región. Ubicado al interior del Cementerio Inglés, busca convertirse en una opción en la disposición de los restos finales de los fallecidos.
Se trata de un servicio que permite complacer los últimos deseos de los seres queridos, quienes a veces solicitan dejar sus cenizas en el mar, cerros, u otros lugares que hayan tenido importancia durante sus vidas.
Además, llega como solución frente al problema de la saturación y colapso de los cementerios tradicionales. En nuestra región, muchos de ellos ya se encuentran con su capacidad sobre el 80 por ciento y no poseen terrenos disponibles para seguir creciendo.
“Creo que es muy importante para los vecinos de Coquimbo y también de la Región, el contar con otra alternativa de disposición final de los restos mortales”, dijo el alcalde de Coquimbo, Cristian Galleguillos, durante la ceremonia.
El arzobispo de La Serena, monseñor Manuel Donoso, explicó que la Iglesia Católica está de acuerdo con esta forma de disponer de los fallecidos. Además expresa su parecer con respecto al crematorio. “La Iglesia Católica lo acepta. Me parece algo necesario para la región, hay gente que quería cremarse y tenía que ir hasta Santiago y eso es muy costoso. Desde el punto de vista de la fe puede que haya personas a las que les cueste adecuarse a este sistema, pero no hay en realidad ningún problema de fe”, indicó.
Esta nueva infraestructura implicó una inversión de cerca de 200 millones de pesos y permitirá la construcción de un edificio de 300 metros cuadrados en dos niveles.
“Esto parte cuando un amigo que falleció quería ser cremado y tuvieron que llevarlo a la Quinta Región, lo que nos pareció una locura. Comenzamos a conversar el tema con un grupo de amigos y nos dimos cuenta de que mientras los países eran más desarrollados, tienen un mayor porcentaje de cremación. Nosotros tenemos poca cultura en esto, pese a que no es un tema nuevo. Además, nos dimos cuenta que los cementerios están colapsados y que los planos reguladores de las ciudades habían limitado su instalación o crecimiento”, señaló el gerente general de la Sociedad de Servicios Generales Guayacán, Hugo Llewellyn.
El nuevo edificio contará con una sala de cremación, con dos hornos a gas con doble cámara de combustión fabricados en nuestro país. Además, tendrá una cámara de conservación de cadáveres.
“Esto permite a las personas poder disponer de sus restos mortales como quieran. Quizás alguien podrá decir, a mí me gusta salir a pescar y cuando muera quiero que mis restos sean depositados en el mar, o a mí me gustaba el campo. O si soy muy católico puedo pedir que mis restos queden en los columbarios que las iglesias están construyendo dentro de los templos”, indicó Llewellyn.
En cuanto a los costos asociados a los servicios, si bien no quisieron darlos a conocer, en Santiago, el servicio cuesta sobre los 650 mil pesos.
“En el segundo piso del recinto tendremos una sala ecuménica, que es usada por los deudos que quieran realizar el velatorio o el último responso antes que la persona sea cremada. El proceso dura 24 horas, tras lo cual la familia puede recibir los restos de su ser querido en un ánfora, con las características que desee. Hay una gran variedad de ánforas”, finalizó Llewellyn.
Se espera que estas instalaciones ejecutadas y financiadas por la Sociedad de Servicios Generales Guayacán de carácter privado estén construidas y operativas entre fines de abril o principios de mayo del 2013.