El incomprendido paro de los choferes de Lincosur

Marcharon por las calles, gritaron sus reivindicaciones, pidieron la renuncia del seremi de Transportes y terminaron su marcha sin aplausos ni soluciones.
El incomprendido paro de los choferes de Lincosur
El incomprendido paro de los choferes de Lincosur
martes 15 de diciembre de 2015

La marcha de los conductores de la línea Lincosur fue anunciada como una gran movilización en la cual, además, participarían otros gremios de la locomoción colectiva mayor, donde también los conductores se ven afectados por los mismo problemas. Pero éstos no aparecieron.

El tema central de la protesta era que los empresarios o empleadores no les han querido pagar parte de los recursos que reciben por parte del Estado por el llamado pase escolar y le han atribuido al Gobierno un grado de responsabilidad. De hecho, durante la marcha gritaron a viva voz “que renuncie el Seremi Óscar Pereira”.

Pero lo que parecía un movimiento que pondría en jaque el funcionamiento de la locomoción colectiva mayor en La Serena, antes de partir como marcha ya había comenzado a diluirse, ya que las otras líneas no se sumaron al movimiento. Esto provocó que en la práctica los usuarios no sintieran ningún impacto, porque mientras los algo de 50 choferes y dos microbuses marchaban por el centro de la ciudad, los recorridos de micros funcionaban sin alteración alguna.

¿Qué es lo que piden los choferes? Primero, que de los dos millones 800 mil pesos que recibirá cada empresario como subsidio por la TNE (Tarjeta Nacional Escolar) se les traspase un 30%. Y para los meses de enero y febrero están pidiendo 150 mil pesos por mes.“Creemos que nos corresponde porque somos nosotros los que transportamos a los estudiantes”, justificó Gabriel Casas, presidente del sindicato N 3 de Lincosur.

Otro de los reclamos es el exceso de horas laborales, castigos monetarios y la violación del código laboral.

Y si bien pueden tener razones para reclamar, la comunidad no miró con mucho interés su movimiento y no recibieron en las calles el apoyo que reciben otras marchas. No hubo aplausos ni palabras de apoyo como ocurre en otras paralizaciones. Y en general, la ciudadanía no estaba informada de sus demandas.

Referente a las responsabilidades que le atribuyen a las autoridades, como lo dijo el propio Gabriel Casas, “que el Gobierno de una vez por todas tome cartas en el asunto, le decimos nuevamente a don Óscar Pereira que es él quien tiene que tomar las riendas, él tiene que darnos una solución, las platas llegan antes del 20 y queremos solución de inmediato”, precisó el dirigente.

Pero en lo estricto, y que pareciera desconocerse, es que no existe ninguna normativa que obligue a los propietarios de los microbuses a entregarle parte de los subsidios que reciben a los conductores. Por lo tanto, el Gobierno está con las manos atadas para tomar las riendas como exigen los dirigentes.

Esto quedó claro en la reunión que tuvieron con el seremi de Transportes, Óscar Pereira, quien tras recibir a los manifestantes sostuvo que varias de las demandas descansan en las normas laborales, por lo que se hizo acompañar de un profesional de la Inspección del Trabajo, aunque se mostró proclive a buscar soluciones y mediar entre los dirigentes.

De todas formas reconoció que faltaba voluntad de parte de los representantes de los propietarios de microbuses.
Sobre la TNE, Óscar Pereira dijo que era un tema legal, “nosotros hacemos un pago de un subsidio (a los empresarios) y es el dueño el que percibe estos montos”. Pero reconoció que era un problema nacional el tema de que los choferes estén pidiendo parte de estos recursos, lo que podría solucionar con una ley, lo que no era rápido.

En definitiva, el ministerio de Transportes puede usar sus buenos oficios, pero no puede obligar al empresario a compartir el subsidio, aunque son varios los que han mostrado su voluntad de hacerlo. Esa sería una de las explicaciones por las que los otros gremios no se sumaron a la marcha.

En la Inspección del Trabajo, el coordinador inspectivo, Mauricio Mundaca, reconoció que en el tema laboral se les ha cursado multas a los empleadores y que han recibido denuncias de importancia, muchas de las cuales se investigan aún. “Hemos recibido denuncias de bastante calibre este año, que están siendo revisadas y hemos atendido otras, de hecho ahora hemos tomado nota de algunas irregularidades denunciadas por los dirigentes”, indicó.

Lo concreto, es que según la voz de los propios usuarios no fue una marcha que provocara gran impacto. Como lo planteó Roberto Neira, “los choferes son los que menos se han hecho respetar por la sociedad, especialmente con el trato a los estudiantes y ahora andan reclamando derechos, dan risa”.

Otro transeúnte que observó la marcha, Nelly Vera, indicó que “a nadie le interesa que salgan a gritar a la calle, se han ganado la indiferencia”.

La opinión fue casi generalizada. No fueron comprendidos. Y se retiraron de la intendencia sin aplausos ni soluciones fijadas