Gendarmes frustran intento de fuga desde el ex Talay

A pocos días de celebrar sus actividades por el mes aniversario, el recinto CIP-CRC de La Serena, más conocido como el ex Talay de Las Compañías, fue escenario ayer de una preocupante situación que logró ser controlada por personal de Gendarmería. Esto porque al atardecer, dos jóvenes infractores de ley, menores de edad, trataron de escapar.
De acuerdo a lo señalado por el director regional de Gendarmería, coronel Jorge Carrasco, estos muchachos estaban traspasando los límites del recinto, pero los vigilantes estaban atentos a la situación. Como los menores no obedecieron a las órdenes de detenerse, debió adoptarse el procedimiento de reducirlos, para lo cual fue necesario dispararles con balines de goma. Acto seguido, se trasladó a los internos hasta el servicio de urgencia del Hospital San Juan de Dios de La Serena, con el objetivo de constatar lesiones. Esto fue aproximadamente a las 21:00 horas. El coronel Jorge Carrasco destacó la forma en que se operó en este caso, recordando a la comunidad que todo está bajo control en este recinto que ya lleva 15 años de funcionamiento.
Sin embargo, no es la primera vez que ocurre una situación de este tipo. En septiembre de 2010, cuatro jóvenes del Centro de Rehabilitación Conductual (CRC) protagonizaron una fuga que no les rindió frutos, pues fueron recapturados a la brevedad por carabineros y gendarmes.
Aquello se desencadenó apenas un par de meses después del cierre de la Residencia Especial Galileo de La Serena, encargada de atender a personas en riesgo social, de entre 6 y 17 años, algunas de ellas infractores de ley, luego que una fiscalización interna descubriera el incumplimiento de las condiciones requeridas para la atención y cobros injustificados de subvenciones fiscales, entre otras irregularidades. El día de la visita inspectiva se fugaron cuatro niños del hogar.
En el CIP-CRC, cuando corría el año 2008, fue encontrado sin vida en su habitación un joven de 17 años. El suicida cumplía una pena de 4 años de internación en régimen cerrado, por dos delitos de robo con intimidación.
Un año después (2009), se denunciaron ataques contra educadores que trabajaban en ese centro. La coordinadora de turno en ese entonces fue agredida por una adolescente imputada por robo con intimidación, con golpes con una piedra, que le causaron un TEC cerrado y diversas contusiones de consideración.