Aniversario 157 Coquimbo

Guayacán: historia, cultura y tradición

A fines del siglo XIX albergó la que llegó a ser la mayor refinería de cobre del mundo, y su iglesia y la casa de la Administración del Establecimiento fueron declarados Monumento Nacional. Hoy los coquimbanos luchan por su cuidado y preservación.
domingo 05 de mayo de 2024

El pueblo de Guayacán es sin duda un destino obligado para quienes quieran conocer sobre la historia y los tiempos de apogeo económico de la ciudad puerto. Al recorrerlo, sobresale por su belleza arquitectónica y entre sus calles pareciera observarse aún el esfuerzo de miles de trabajadores que forjaron en este lugar una de las empresas mineras más prósperas de nuestro país a fines del siglo XIX. 

Señalan los textos que la localidad nació en el año 1846 como establecimiento marítimo-minero, impulsado por don Robert Edward Alison. Fue construido por la Sociedad Comercial Urmeneta & Errazuriz llegando a ser la mayor refinería de cobre del mundo, con 35 hornos de reverbero y tres chimeneas de ladrillo con 40 metros de altura. Debido a este trabajo, Chile se ubicaría como primer exportador de cobre del mundo en 1876.

En esta tarea fue clave la labor del industrial chileno José Tomás Urmeneta, quien en la década de 1820 inició la explotación de un pique indígena en Talinay y exploró la zona en búsqueda de nuevos yacimientos. “En 1830 se produjo el hallazgo del yacimiento de Tamaya, extensa y riquísima veta de cobre, que desde 1840 daría un impulso importante a la minería y la economía en la zona, gracias a la instalación de fundiciones e infraestructura portuaria en la costa de la Región de Coquimbo”, se indica la reseña del Consejo de Monumentos Nacionales. 

Este hecho fue determinante en el surgimiento de este pueblo y de su infraestructura, ya que se requirió construir un puerto propio y poblaciones para obreros y técnicos, además de una fundición de cobre y una línea ferroviaria para comunicar la fundición con la mina de Tamaya en 1862.

Entre sus habitantes había chilenos, pero mayoritariamente europeos y norteamericanos, los que influyeron y determinaron la tipología arquitectónica del lugar, que destaca hasta hoy por su belleza. Para sus construcciones se utilizó churqui y barro con estuco en tierra, aunque también hay edificaciones en adobe sentado. Los muros de cierre de terreno son de piedra (pirca) y también en adobe. Las techumbres, son de dos aguas con tijerales de pino Oregón y cubiertas en tejuela de alerce. La carpintería es de madera de pino Oregón, en su gran mayoría puertas, ventanas, pisos, techos y estructuras de techumbre. Las protecciones de las ventanas son de fierro fundido y forjado.

Iglesia de Guayacán

Uno de sus principales atractivos lo constituye su iglesia, que fue declarada Monumento Nacional en la categoría de Monumento Histórico en el año 1997. 

Por orden del empresario Maximiano Errázuriz, fue erigida en 1889 por una empresa belga y posee una estructura exclusivamente metálica diseñada por Alexandre Gustave Eiffel. 
En cuanto al estilo predominante de la arquitectura gótica de la iglesia de Guayacán, el sistema de construcción tiene como elementos principales la “bóveda de crucería”, el arco apuntado (ojivo) y el contrarresto de bóvedas y de arcos independientes del espesor de los muros, que la hacen única en su estilo arquitectónico en nuestro país. 

La Casa de la Administración del Establecimiento de Guayacán

Fue construida por Carlos Lambert en 1840 durante su estadía en la región. Inicialmente, cumplió las funciones de laboratorio para las investigaciones relacionadas con la minería del cobre en la zona, sin embargo, más tarde sería adquirida por José Tomás Urmeneta y luego por Maximiano Errázuriz, quienes la emplearon como vivienda y casa comercial. 

Arquitectónicamente, se trata de un inmueble de un piso construido con materiales de la zona, que presenta una fachada continua con un corredor portificado hacia la calle. En 1990, fue declarada Monumento Histórico por sus méritos arquitectónicos y por constituir un vestigio de la época de auge de la minería del cobre en la Región de Coquimbo.

La lucha por su preservación 

El 13 de diciembre de 2005 el pueblo de Guayacán fue declarado Zona Típica por el Consejo de Monumentos Nacionales de Chile, con lo cual se buscaba asegurar su preservación histórica y el desarrollo de políticas para mantener la cultura e idiosincrasia del sector.

En ésta línea, durante los últimos años se ha buscado desarrollar iniciativas tendientes a su recuperación. Fue así que en  2014, el municipio de Coquimbo postuló a un fondo a través del Gobierno y el Banco Interamericano del Desarrollo para llevar a cabo un rescate patrimonial del pueblo, cuyas intervenciones se iniciaron en 2015.

Entre las obras, se cuentan la inauguración de la plaza de pescadores y la plaza Tesorito y la compra de dos inmuebles para la construcción del Centro Artístico y Cultural de Guayacán. También se llevó a cabo la habilitación y mejoramiento de la Plazoleta Maximiano Errázuriz. 

En agosto del año pasado, en tanto, se anunció el proyecto “Restauración Iglesia de Guayacán-Pueblo de Guayacán”. La iniciativa, contemplaría una inversión de más de $1.850 millones y forma parte de la cartera de inversiones del programa de “Revitalización de Barrios e Infraestructura Patrimonial Emblemática (PRBIPE)”, ejecutado por la SUBDERE y la Municipalidad de Coquimbo.

Las obras consisten en una restauración total de la iglesia (258,08 m2), además de la ejecución de un pequeño edificio (35,36m2) para servicios higiénicos, bodega y arreglos florales, ubicado a un costado del templo.

También se recuperarán los jardines, se instalará un nuevo cierre perimetral y se repondrá el histórico reloj de la torre. Todas las esculturas y elementos religiosos que se encuentran al interior del templo serán debidamente resguardados durante los trabajos, para luego ser reubicados en su misma posición.

A la fecha, según informa el municipio, la transferencia de recursos desde SUBDERE para este proyecto está en toma de razón en Contraloría y una vez culminado ese trámite, se espera licitar las obras a través de la Dirección de Arquitectura.