FALLECIÓ A LOS 83 AÑOS

El legado del técnico José Sulantay Silva

El exfutbolista y entrenador chileno, nacido en la ciudad puerto de Coquimbo, dirigió en los clubes profesionales de la región de Coquimbo, como también a la selección nacional de Chile Sub 17 y Sub 20, logrando con esta última, un tercer puesto en la Copa Mundial de la categoría en Canadá 2007.

La generosa historia familiar y deportiva de José Sulantay Silva (1940-2023), vivió un cambio desde la mañana del jueves 20 de julio, cuando su corazón determinó parar sus dribling y gambetas que le estaba haciendo a su estado de salud. Difícilmente poder partir, si había construido una estructura con cimientos sólidos que se fueron reafirmando en esos 57 años de matrimonio con su mujer Marcia Olivares y sus cinco hijos José Carlo, Marcelo, Paula, Marco Antonio y Carolina.

El periodista y hoy diputado de la república, su hijo Marco Antonio, que quiso seguir sus pasos en el fútbol profesional, confirmó que “lo tuvimos gratis estos últimos dos años”, reafirmando que su salud se había desgastado y que tras el accidente cerebro vascular de agosto pasado, sus cuidados requerían dedicación plena.

Golpeó fuerte su partida, aunque el propio Marco, confirmaba que les da tranquilidad el hecho de saber que su papá inició un viaje diferente, distinto, para el que ya estaba preparado producto de su tremenda fe católica. 

En tal sentido, sentía orgullo en medio de su pena por su partida, dada la dimensión que alcanzó en la tierra su padre, en su natal Coquimbo y en cada sitió donde fue sembrando humildad, convicción y carácter.

Su partida quebró los corazones de sus amigos, vecinos de calle Varela,  excompañeros en el fútbol tanto en el país, como en los clubes de El Salvador y Guatemala, sus viejos Senior del Club Atenas, en los vecinos del barrio Pinto entre Lastra y Bilbao donde nació, como también en sus excompañeros del Instituto Superior de Comercio, donde se fue preparando para una vida que como el “Negro” destacaba, nunca lo dejó de lado, pese a tener un par de frustraciones que en lo deportivo podrían haberlo llevado a niveles, todavía insospechados.

Ese muchacho delgado, de gran rapidez que se lucía de niño en las polvorientas canchas porteñas cuando defendía al Atlético El Llano, derribando y eludiendo a compañeros generalmente de mayor envergadura que él, le ganó a la vida, logrando derribar barreras permitiendo que los hinchas, a los que siempre consideró amigos en cada club que defendió en el profesionalismo, disfrutaran y se llenaran de regocijo producto de su pasión.

Siempre supo José Sulantay que las Copas Américas logradas por Chile en las ediciones 2015 y 2016, llevaban parte de su corazón. Fue con esos chicos que elevó su nombre  a la categoría suprema cuando comenzó a construir la Generación Dorada de futbolistas jóvenes en el Sub 20 de Canadá  en 2007 y que posteriormente, en el 2010 y 2014, clasificaron a dos mundiales de manera consecutiva.

En Coquimbo, donde fue declarado hijo ilustre en el 2007 como en la ANFP, decretaron duelo por su partida y prolongarán su nombre, ya sea en un recinto deportivo que habilitará la casa de fútbol chileno próximamente en Santiago o, cada vez que el municipio distinga a un porteño que se luzca en el deporte.

Hoy deja un legado imborrable, el “Negro” José  Sulantay se ha convertido en leyenda.