Vinchuca silvestre hoy habita hasta la Región de O’Higgins

Mal de Chagas: Transmisor podría ampliar su presencia hasta el norte del Biobío

Estudios desarrollados por investigadores de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Chile, liderados por la académica Carezza Botto, descubrieron además que el protozoo causante de esta grave enfermedad no solo infectaría a mamíferos, sino también a reptiles y aves.
sábado 22 de octubre de 2022

El conocimiento tradicional sobre el Mal de Chagas está muy asociado a la pobreza, ya que apunta a la presencia de la vinchuca en viviendas antiguas y construidas con materiales rústicos, como el adobe y la madera, espacios donde este tipo de insecto nativo de América logra picar a sus residentes y luego transmitir el protozoo Trypanosoma cruzi al torrente sanguíneo a través de las deposiciones que este deja en la zona donde pica. En Chile, este ciclo de contagios ha logrado ser contenido a través de campañas de fumigación en los hogares donde el Chagas es endémico, sobre todo en la Región de Coquimbo. Sin embargo, la académica de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Chile, Carezza Botto, afirma que el patógeno sigue estando presente entre nosotros y que los contagios también se estarían dando en entornos silvestres.


La investigadora, quien estudia desde hace más de 20 años al parásito Trypanosoma cruzi, plantea que la presencia de este protozoo en el país se ha comprobado en una amplia variedad de mamíferos. 


 La académica explica que identificar a la diversidad de especies hospederas del patógeno permite comprender el ciclo de transmisión.


Los resultados de esta búsqueda, además, han entregado respuestas sobre la razón por la que en Chile las personas siguen contagiándose de Chagas. “Hay vinchucas que estuvieron históricamente dentro de las casas, y eran las que provocaban más enfermedad de Chagas en el humano, pero esa está controlada por las campañas de fumigación en las zonas endémicas. Chile se declaró libre de transmisión vectorial de la enfermedad de Chagas, pero seguimos teniendo casos… Entonces, lo más probable es que estemos teniendo infecciones por las vinchucas silvestres, no solamente en humanos, sino que también en los animales que acompañan al humano”.


Es así como una de las víctimas menos conocidas de este parásito son los perros. El mejor amigo de los humanos no solo es capaz de portar el Trypanosoma cruzi, también puede enfermar gravemente por él. 


Sin embargo, uno de los hallazgos más importantes del equipo de investigadores de la Universidad de Chile ocurrió luego de observar una coincidencia en sus trabajos de terreno. “La cantidad de lagartijas en los lugares de estudio para nosotros comenzó a ser una variable de interés, pues mientras más lagartijas había en un lugar, más vinchucas infectadas encontrábamos”, explica Carezza Botto. 


El descubrimiento no solo rompe el paradigma de que este patógeno se transmite solo desde mamíferos a vinchucas y desde vinchucas a mamíferos. Otra investigación encabezada por la académica, publicada en la revista Microorganisms, analizó las fuentes de alimentación de sangre de la especie Mepraia parapatrica, una de las vinchucas más escasas y menos estudiadas, en una zona costera de la Región de Atacama. El trabajo identificó que la alimentación de este insecto provino en un 61,3% de reptiles, en un 35,5% de mamíferos (incluyendo humanos) y en un 3,2% de aves. Por otra parte, plantea entre sus conclusiones que “la presencia de triatominos [vinchucas] y humanos infectados por T. cruzi como parte de la dieta de M. parapatrica en ambas áreas, representa una amenaza epidemiológica y un riesgo potencial para la población humana que visita o se establece en estas áreas”.


La profesora Botto comenta, además, que otro estudio reciente en México también dio a conocer la presencia de este parásito en aves. 


La investigadora de la Universidad de Chile agrega que en el 2006 se detectó que la vinchuca doméstica comenzó a invadir el ambiente silvestre, probablemente debido a las campañas para erradicarlas de las casas, lo que agrega una nueva variable al ciclo de transmisión en el ecosistema.


Pero es otra nueva variable la que genera mayor incertidumbre: el cambio climático. Actualmente, la vinchuca está distribuida en zonas áridas, semiáridas y mediterráneas de Chile, desde la Región de Arica y Parinacota, por el norte, hasta la Región de O’Higgins, en la zona central. El cambio climático, la disminución de precipitaciones y el avance de la desertificación hacia latitudes más australes ofrecen un escenario cada vez más propicio para la expansión de la vinchuca hacia el sur. Así lo comprobó otro estudio dirigido por la profesora Botto, publicado en la revista científica Parasites & Vectors.


“Vimos que la Mepraia spinolai, que es la vinchuca más abundante en Chile en el ambiente silvestre, se puede extender fácilmente hasta la Región del Maule o norte de la Región del Biobío”, explica la académica. 


Actualmente, se estima que entre 100 mil a 150 mil personas en Chile están infectadas con el Mal de Chagas, la gran mayoría sin saberlo, y unos 800 mil individuos viven en zona de riesgo. Estas cifras significan que la prevalencia de la enfermedad en la población chilena es en torno a 1,2%, lo que no es poco, afirma Carezza Botto. Pese a que la bióloga señala como “muy poco probable que alguna vez tengamos una pandemia de este protozoo, ya que el mecanismo de transmisión es muy elaborado”, sí advierte que el Mal de Chagas está muy subdiagnosticado en el país y también en el resto del mundo. A nivel global, se estima que esta enfermedad afecta a entre 6 y 7 millones de personas, con un número atribuido de muertes de aproximadamente 10 mil por año.


La principal causa de su bajo diagnóstico es su condición de enfermedad silenciosa, con ausencia de síntomas evidentes hasta que el daño ya es mayor. “Una característica de este protozoo es que es muy bueno evadiendo el sistema inmune. Cuando entra al torrente sanguíneo, viaja y coloniza principalmente dos tipos de órganos, el corazón y el tracto digestivo, específicamente el esófago y también el colon. Ahí se empieza a multiplicar dentro de los órganos, y se provocan los megasíndromes”, describe.


Pese a que cerca del 85% de los contagios del Mal de Chagas ocurren de forma vectorial, se han registrado también casos de transmisión oral del patógeno, específicamente por el consumo de alimentos contaminados con heces del vector o con el vector mismo. 


Al respecto, hace el alcance de que esta forma de transmisión se ha comprobado en zonas tropicales, no aún en Chile. No obstante, comenta que en algunas partes se ha hecho popular el consumo de las hojas del chagual, también conocido como puya, una planta suculenta que es posible encontrar desde Coquimbo hasta la Región de O’Higgins. El gran problema es que este vegetal también es uno de los hogares predilectos de las vinchucas silvestres. “Entonces, si la gente no tiene el conocimiento de que las vinchucas viven ahí, que podrían estar infectadas, y si hay mala higiene en la manera que se lavan sus partes verdes para hacer ensalada, podría haber algún tipo de transmisión oral. No se puede descartar”, advierte.


En este sentido, a propósito de la incidencia de casos de transmisión oral, la científica aconseja a los habitantes y visitantes de las zonas de mayor riesgo lavar bien frutas y verduras y cocinar bien la carne.