En Coquimbo

Identifican a adulto mayor que llevaba un mes fallecido en su hogar en Coquimbo

Moisés Carrasco era fotógrafo y vivía solo en un container adaptado como su habitación, en el patio de una antigua casa de la comuna puerto. Vecinos vieron a su mascota en desnutrición y sintieron mal olor, dando aviso a Carabineros. El SML contactará a sus redes familiares.
viernes 10 de marzo de 2023

Un adulto mayor fue encontrado muerto en su domicilio en la Parta Alta de Coquimbo, luego de que vecinos alertaran malos olores y la presencia de su mascota en evidente estado de desnutrición, dando aviso a Carabineros.

Se trata de Moisés Segundo Carrasco Riveros, de 72 años, quien vivía solo en un container ambientado como dormitorio en el patio de una antigua vivienda de la comuna puerto. Según los exámenes preliminares realizados a su cuerpo, tenía una data de muerte de entre tres a cuatro semanas y su cadáver se encontraba en avanzado estado de descomposición.

Los restos de Carrasco fueron remitidos al Servicio Médico Legal (SML), que desarrollará las pericias correspondientes para esclarecer las causas de su muerte, aunque según lo establecido por la Brigada de Homicidios de la PDI, no presentaba lesiones atribuidas a terceras personas, por lo que su deceso se habría generado de forma natural.

Desde el lugar de los hechos, en calle Pablo Neruda, vecinos aún comentan sobre el triste hallazgo, una vez que el SML ya había retirado el cuerpo. “Don Moisés”, como lo llamaban todos, era un personaje conocido y pese a su soledad, dejó recuerdos en su entorno.

Era fotógrafo profesional y por años trabajó capturando los momentos de varias de las familias que pasaban sus Fiestas Patrias en La Pampilla. Llevaba alrededor de cinco años viviendo en la Parte Alta de Coquimbo, después de pasar un tiempo en la toma cercana y con un pasado incluso en el extranjero.

“Andaba siempre en bicicleta. Era fotógrafo, todos conocían a don Moisés. Pero no era de acá, llevaba como cinco o seis años viviendo acá y venía de afuera. Él viajó mucho, a veces nos contaba sus historias, que viajó a Roma (...) era muy católico”, revela Pamela Gómez, una de sus vecinas y miembro de la Junta de Vecinos del sector.

Pamela comenta que “era normal verlo en las mañanas salir con su bicicleta y llegar en la tarde”, por lo que tampoco era muy común estar en contacto con él mucho tiempo. Sin embargo, sus rutinas matutinas, además de algunas conversaciones, permitían conocer un poco de su personalidad.

“Era muy peleador, peleaba con todo el mundo (...) lo veíamos salir, estaba ahí sentadito, siempre andaba recogiendo las hojitas, porque era preocupado por el medio ambiente. Sacaba las colillas, las hojas, las piedras. Tenía más de 70 años y no iba al consultorio, no se controlaba ninguna enfermedad, ni siquiera se puso las vacunas”, dijo la vecina.

Otra de las residentes, también de nombre Pamela, desde el almacén “La Bodega de Coco”, frente a la casa de Moisés, también comenta pasajes similares.

“Todos los días tenía la misma rutina, yo abría (el negocio) y él se paraba a recoger las piedras, a pie pelado y solo, siempre solo. Andaba por todos lados sacando fotos, vendía recortes, era una persona activa. No se metía con nadie y se dedicaba a fotografiar o a veces hacía aseo en la Junta de Vecinos, por las de él no más”, señala.

TRISTE HALLAZGO

Ayer jueves, cerca del mediodía, una vecina se encontraba haciendo jardinería en un patio superior, cuando vio a la mascota de Moisés.

“Subió a regar las plantas y se dio cuenta que había un perrito amarrado (hoy a cuidado de otra vecina). El perrito estaba muy desnutrido y ella empezó a sentir mal olor, pensó que el perrito estaba muerto, pero lo llamó y se movió, por eso ella fue a Carabineros”, comenta Pamela Gómez.

En ese momento, vecinos sospecharon lo peor, ya que si bien era un hombre ocupado, no lo habían visto por más de tres semanas y el candado del frontis de su casa se encontraba hacia adentro de la vivienda, lo que les indicaba que Moisés estaba en la casa. A la llegada de la policía, abrieron el candado y confirmaron la situación: el adulto mayor llevaba semanas muerto en el interior.

Luego de que la PDI trabajó en el lugar, vecinos se encargaron de cerrar por completo una reja que el fotógrafo había comenzado a levantar hace poco tiempo, para que no se robaran sus equipos.

REDES FAMILIARES

Desde la Junta de Vecinos indicaron a El Día que intentaron hacerse cargo de los restos de Moisés, pero no fue posible, ya que contaba con redes familiares, a quienes, por protocolo, el Servicio Médico Legal (SML) debe contactar para que continúen con los trámites de sus funerales.

Según indicaron las vecinas, si bien nunca se casó ni tuvo hijos, el adulto mayor tenía tres hermanos, una vive en Santiago y estaba en contacto con él en el último tiempo, mientras que otros dos residen en Canadá.