Alerta del SAG: Hallan mosca de la fruta en un árbol en el sector de Peñuelas

Un duraznero en el sector de El Agrado de Peñuelas causó la alerta del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), que debió trasladarse de manera urgente al lugar para controlar la aparición de un ejemplar hembra de Ceratitis capitata, la temida mosca de la fruta o del Mediterráneo, que se encontraba erradicada en la Región de Coquimbo desde el año 2015 y que es considerada una de las plagas más dañinas para la agricultura.

La campaña de control se realizó, de forma urgente este domingo, en las especies frutales de la vivienda donde fue encontrada y también en las casas aledañas para evitar la propagación de esta plaga a otros sectores de la ciudad. Así, el equipo abarcó un radio de 200 metros desde el punto de detección del brote y se generó un área reglamentada o en cuarentena, que prohíbe el traslado de fruta entre La Serena y Coquimbo.

Jorge Mautz, director regional (s) del SAG, explica a Diario El Día que la detección se produjo a través del programa de vigilancia que realiza, de manera constante, el servicio en toda la región. Al conocerse la presencia de la mosca iniciaron “acciones inmediatas con el fin de evitar que esta plaga llegue a otros sectores de la región. Nos hemos contactado con productores y exportadores para informar sobre este hallazgo, quienes se encuentran colaborando con nosotros con el fin de lograr la erradicación de este insecto en el menor tiempo posible y así evitar una mayor afectación”.

SI bien, la mosca de la fruta no causa daño a las personas ni a los animales, sí afecta fuertemente a la producción agrícola, causando pérdidas hasta el 60% de las cosechas cuando se reproduce. Por ello desde la Sociedad Agrícola del Norte, se muestran preocupados y en alerta a cómo avanza la situación y las medidas que se realizan desde el SAG.

Así lo indica la  gerente de la SAN, Daniela Norambuena, quien ya tomó contacto con el Servicio Agrícola y Ganadero para conocer las acciones a seguir ante la llegada de esta plaga. “Ya tenemos experiencia, en el año 2015 sucedió algo  bastante similar, por lo que estamos confiados en que los profesionales, los equipos de trabajo y los protocolos implementados en aquella oportunidad, se darán en la misma condición para poder sacar adelante nuestra fruticultura regional”.

Es que en marzo del 2015 se detectó un foco en viviendas cercanas al sector del terminal de buses de La Serena, que fue combatido en un radio de 7 kilómetros, instalando trampas y otras medidas con el despliegue de más de 250 funcionarios del SAG. En total, en un ciclo de combate que duró 8 meses, se encontraron 29 ejemplares de mosca capturados y 19 focos larvarios y se analizaron más de 6 toneladas de fruta de los árboles de la capital regional, en todo el sector intervenido.

Norambuena añade que, en esta ocasión, la georreferenciación de esta plaga se ubica en una casa particular, que, si bien los mantiene en alerta, les entrega la tranquilidad que puede ser resuelto y controlado de manera rápida. Por esto trabajarán  de la mano con el SAG, con ASOEX y la SAN tomando las medidas de control correspondientes, participando de reuniones informativas y así, “controlar que esta plaga no se expanda en la Región de Coquimbo”.

Por su parte, la seremi (s) de Agricultura, Tonya Romero, llamó a la comunidad a impedir la propagación de la mosca de la fruta con ciertas acciones como “evitar el traslado de fruta que pueda estar infestada con larvas de esta plaga. Es relevante que colaboren con los funcionarios y funcionarias del SAG que se encontrarán en terreno realizando trabajos de control, los cuales estarán debidamente identificados con el uniforme SAG y su credencial. Les recordamos que el SAG no cobra por la realización de estas labores y ante cualquier duda se recomienda llamar a Carabineros”.

La especie Ceratitis capitata puede afectar a más de 250 especies frutales, siendo sus  hospederos favoritos los árboles de durazno, damascos, manzanas, membrillos, peras, naranjas, mandarinas, papayas, entre otros.  Cabe recordar que mantenerse libre de esta plaga es una ventaja comparativa de nuestro país en los mercados internacionales, por lo que es vital erradicar esta dañina especia y así mantener la producción frutícola local y no afectar su comercialización y la economía regional.