Luces y sombras de la "Cruz del Tercer Milenio"

Coquimbo posee muchas características que hacen de ella un lugar reconocible tanto para visitantes como residentes, pero destaca por su envergadura y simbolismo la Cruz del Tercer Milenio, levantada sobre el cerro El Vigía de la Parte Alta de la ciudad, con la finalidad de conmemorar los dos mil años del nacimiento de Cristo.
Luces y sombras de la “Cruz del Tercer Milenio”
Luces y sombras de la “Cruz del Tercer Milenio”
domingo 06 de octubre de 2013

En el año 1998 se comenzó a fraguar la idea de llevar a cabo el proyecto del monumento, por parte del concejo municipal porteño, que en entonces era presidido por el ex alcalde Pedro Velásquez, implicando el esfuerzo de toda la comunidad porteña y el sector público y privado, quienes hicieron posible que esta cruz se levante hoy en uno de los lugares más modestos del puerto de Coquimbo.
Al respecto, el actual diputado Velásquez manifestó que “esta obra fue realizada en nombre de Dios y es algo que pertenece al pueblo, por lo cual es concebido como uno de los lugares preferidos de la gente de Coquimbo. En mi gestión iniciamos este proyecto y vimos su esplendor, el cual aumenta con el pasar de los años”.
De allí en adelante, esta gran construcción representativa del catolicismo contó con una serie de elementos que se integraron a su estructura, pasando por su museo, el inmenso campanario, que a doce años de su inauguración en el año 2001, por primera vez hizo necesario cerrar las puertas a los visitantes al monumento, con el objetivo de llevar a cabo trabajos de instalación de la estructura que sostiene a las nueve campanas bendecidas por Benedicto XVI el año recién pasado, además de la creación artística italiana de Albano Poli, de un mosaico en la capilla principal Juan Pablo II.
En la ocasión, el padre Ramón Bravo, presidente de la fundación Cruz del Tercer Milenio, señaló que “todo lo que existe acá es para acercar la fe a la comunidad y permitirles contar con un lugar hermoso para orar y reflexionar. Por ello, la instalación de la primera campana será presidida por el arzobispo monseñor Manuel Donoso y contará con la presencia de las autoridades”. Además, indicó que los mosaicos realizados en la capilla principal corresponden a un proyecto llamado “Mosaico del presbiterio del altar mayor”, que consiste en 70 metros de trabajo, utilizando diversas piedras, que vienen a enriquecer la belleza de la iglesia, al igual que con la Puerta de Chile.
Para el sacerdote a cargo de los labores de reestructuración de la cruz, esto “es una muestra de que queremos entregar un lugar para todos los ciudadanos de Coquimbo y el mundo, creciendo e instaurando a Chile como una región representativa de la fe cristiana, lo cual claramente es una labor bastante meditada y con gran dedicación por parte de todos los involucrados en esta esperada remodelación”.

LA FRASE

Este es uno de nuestros principales íconos en la comuna, por lo cual debemos velar por su mantención y seguridad

Cristián Galleguillos
Alcalde de Coquimbo

Algunos conflictos

Posterior a la instalaciónde nuevos elementos en el mes de mayo al monumento coquimbano, surgió una polémica en torno a los dichos del arzobispo Manuel Donoso, quien en entrevista concedida a nuestro medio, calificó de semicruz a la Cruz del Tercer Milenio, justificando esto en la falta de la imagen de Jesucristo y su pasión, señalando además que el monumento porteño es más un centro turístico que un lugar para la reflexión.
Lo anterior surgió por primera vez durante la homilía realizada en el contexto del aniversario de Coquimbo, donde deslizó algunas palabras con respecto a la Cruz en cuestión, confirmando aquello al señalar que la obra “tiene importancia y podría tener más, si estuviera instalado el Vía Crucis, y si la Iglesia tuviera un aire más cercano a los templos de esta Región. Una cruz sin la imagen de Jesucristo y de su Pasión es una semicruz”.
El sacerdote Ramón Bravo, presidente de la fundación a cargo de la cruz, respondió a ello mencionando enfáticamente que “creo que uno no puede imponer a la gente lo que quiera considerar como sagrado, yo terminé mis estudios en pastoral y sé lo que significa para una persona tener fe, y si tiene fe en la Iglesia y en el monumento es algo maravilloso, yo se los dejaría a ellos, que en conciencia decidan en el tiempo”.
Claramente, se aprecia que las relaciones entre Bravo y monseñor no son de las mejores, considerando que Ramón Bravo, al ser consultado sobre el trato entre ambos, respondió que “un sacerdote siempre debe respetar a un arzobispo de una iglesia y eso es lo importante, yo tengo respeto por su persona y punto”. Por su parte, el arzobispo declaró no tener mayor vinculación con el presidente de la Fundación Cruz del Tercer Milenio, afirmando que la relación “no es fluida como con los otros sacerdotes”. 

Contactos 

Si bien Bravo evita hablar de su experiencia en el Pontificio Seminario de Roma, donde llegó sin haber solicitado autorización al arzobispo de su diócesis, Manuel Donoso, quien recalcó ello en una entrevista anterior. Sin dudas, el actual presidente de la Fundación Cruz del Tercer Milenio pudo y sigue generando grandes nexos de cooperación.
En el Vaticano cultivó relaciones de altísimo nivel, que lo llevaron a estar con el expontífice Juan Pablo II en 27 ocasiones y recibir valiosos regalos que hoy engalanan el Museo Cardenal Jorge Medina, ubicado a los pies de la Cruz: vestimentas del Pontífice, uno de sus tronos y un grandioso altar labrado con La Última Cena, de Da Vinci. Años después consiguió que el actual Papa, Joseph Ratzinger, le regalara uno de sus anillos.
Quienes conocen la historia de la Cruz señalan que desde un comienzo (fines de los 90) Bravo cooperó en ella y nunca más paró, sin importar si ocupaba o no puestos formales tras su temporal regreso del Vaticano. Esto fue reafirmado por el ex edil Pedro Velásquez, al afirmar que “el padre Ramón hasta el día de hoy es un incondicional colaborador de la Cruz del Tercer Milenio”.

Esperados proyectos

Para complementar la gran estructura comprendida por la Cruz del Tercer Milenio, se ha propuesto la construcción de un parque aledaño a ella, sobre el cual se pretenden instalar las 15 estaciones del Vía Crucis, otorgándole además, un sello internacional, al solicitar el regalo a diferentes naciones de las bases de las estatuas que compondrán el recorrido, razón por la cual la iniciativa recibirá el nombre de “Parque Internacional Benedicto XVI”.

En la actualidad, el trabajo mencionado se encuentra en etapa de planificación en manos de arquitectos para su estudio final y las gestiones para conseguir los recursos necesarios para su construcción, tanto a nivel nacional como internacional, estarían en etapa de concreción por parte del presidente de la fundación benefactora del monumento, según informó su administración hace pocos días.
Otra misión a realizar es el revestimiento de la fachada exterior de la Cruz, lo cual podría llevarse a cabo, tras el compromiso del Presidente de la República Sebastián Piñera con la fundación Cruz del Tercer Milenio, quien se comprometió en lo personal a financiar toda esa obra.

Actual estado del monumento

Con el pasar de los años, la falta de mantención de la estructura de la Cruz del Tercer Milenio está provocando el reclamo tanto de autoridades locales como de los mismos visitantes, al percibir algunos deterioros en uno de sus ascensores y la oxidación de algunos pilares.
El hecho fue dado a conocer por los concejales de Coquimbo, Paola Cortés y Ramón Velásquez, quien expuso el problema en una sesión del concejo municipal de Coquimbo, afirmando que “es impresentable que tengamos en tan mal estado uno de los monumentos más grandiosos del país, sus escaleras están carcomidas por el óxido, los ascensores presentan fallas y otros. Creo que es urgente que se tomen cartas en el asunto, ya que fue muy difícil lograr la construcción de esta obra para no cuidarla, esto es grave ya que es un ícono de nuestro turismo”.
En una inspección visual realizada por un equipo de El Día, se observó claramente el accionar del óxido en las barandas y pilares metálicos expuestos a la brisa marina, además de constatar el mal estado de uno de los ascensores que conecta hacia los brazos de la Cruz del Tercer Milenio.
Ante ello, contactamos a la administración de la obra. Juanita Ardiles, administradora municipal a cargo del funcionamiento del recinto y su conservación, respecto de los reclamos indicó que “estoy consciente de que existen algunos problemas en la mantención de la cruz, pero eso es a causa del presupuesto que fue aprobado para este año, donde no se incluyeron estos gastos por parte de la antigua administración. Con respecto a uno de los ascensores que van hacia los brazos de la cruz, éste efectivamente tiene vencidas sus poleas y cuerdas, por lo cual mañana llegan los técnicos a realizar el recambio, por un monto de 6 millones de pesos.
“Las estructuras metálicas ya las incluí en el presupuesto 2014, donde las cambiaremos todas, con una inversión de 53 millones de pesos para solucionar estos problemas”.

Lo mencionado por Ardiles fue reafirmado por Luis Henríquez, jefe del Departamento de Planificación Municipal, quien señaló que “estamos próximos a generar nuestro presupuesto que incluye la mantención de los monumentos existentes incluyendo la cruz, con ello buscamos dar un cuidado mayor a nuestras obras. Sin dudas lo estamos priorizando”
Por su parte, el edil Cristian Galleguillos, en la última sesión del concejo, fue enfático y llamó a los concejales a buscar una pronta solución al problema existente en el monumento coquimbano, señalando que “este es uno de nuestros principales íconos en la comuna, por lo cual debemos velar por su durabilidad, mantención y seguridad. Solicitaremos un íntegro informe acerca del real estado de las estructuras que componen la cruz, para tener un real certeza de ello”.