Acusados alegan inocencia

¿Fue realmente la madre? Las pruebas que evaluará tribunal para dar veredicto en "Caso Melissa"

Ayer se presentaron los alegatos de clausura de acusadores y defensores en la causa que ha impactado a la Región de Coquimbo. El Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de La Serena dará a conocer hoy su decisión, luego de 17 extensas jornadas de audiencia.
martes 16 de mayo de 2023

Luego de semanas de intenso debate, el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de La Serena escuchó los alegatos de clausura en el Caso Melissa, del que entregarán veredicto el día de hoy.

Desde el viernes 21 de abril, el tribunal ha sesionado en extensas jornadas -de lunes a viernes- completando ayer 17 días de audiencias. La de ayer, fue la última oportunidad de los intervinientes para verter sus argumentos y sustentar sus teorías del caso, luego de la exposición de diversos medios de prueba, testimonios y peritajes que han dado forma al proceso.

Recordemos que el Ministerio Público acusa a la madre de la menor de edad como autora de los delitos de parricidio e incendio, además de cómplice de delitos sexuales atribuidos en autoría a su pareja, padrastro de la víctima.

Sobre todos los hechos, los acusados alegan inocencia.

En sus alegatos, la Fiscalía realizó un relato de los hechos, desde la primera denuncia en 2014, que nace de una alerta que la niña -de entonces 6 años- le hizo a su hermana mayor. Entonces, recalcó el fiscal Adrián Vega, “la madre le impone silencio” sobre estos delitos, provocando su retractación.

Así, Vega da cuenta de que, en septiembre de 2020, la madre se encontraba “presurosa” de arrendar la vivienda, donde llegaron a vivir con el mismo hombre sindicado en el pasado por estos delitos, al que describió como “el único hombre adulto” presente, hasta los fatídicos hechos del 26 de noviembre de ese mismo año.

Ese día y luego de que el padre y el hijo menor salieran de la casa -dijo el fiscal- la madre planeó una coartada, realizando conversaciones con un laboratorista dental, para luego dar muerte a su hija, iniciar el incendio y abordar un vehículo, en el que luego “debe volver” una vez que su pareja le comunicó de los hechos en una cuarta llamada, ya que no había respondido las tres primeras.

Sobre los delitos sexuales, el fiscal citó a los testigos y peritos que “corroboran” el mismo relato que la niña hizo a su hermana y refirió en una polémica sesión con la psicóloga de la Fiscalía, donde “logra contar” lo ocurrido.

En cuanto al día del crimen, en tanto, recalcó la “inexplicable frialdad de ánimo” con que la mujer conversó con la PDI, la prensa y la profesora de su hija tras la muerte de la niña. Y, resumen, refirió que el hecho “no tiene otra explicación”, que los abusos como el móvil para el crimen.

“¿Celos? ¿Intención de silenciarla para siempre? Es la “única explicación plausible”, dijo el fiscal, descartando un “perpetrador con habilidades extraordinarias” que pudiera haber cometido el crimen en el corto lapso de tiempo y sin ser visto.

Finalizando su intervención, el persecutor dijo que la madre de la niña “se ha encargado de que sólo queden retazos” de los hechos.

QUERELLANTE: PERSPECTIVA DE GÉNERO

Por su parte, María José Duarte, abogada del Programa de Apoyo a Víctimas de la Subsecretaría de Prevención del Delito, quien representa al padre biológico de la niña, comenzó su intervención haciendo un repaso por la “terrible historia de vulneraciones” a la niña y el entorno en que estaba inserta.

Así, abordó desde la convivencia de sus padres hasta el momento en que ésta se rompe cuando la madre “comete infidelidad” y llega al punto de la develación del abuso sexual en 2014, del que la mujer hizo “caso omiso”, hasta cuatro días después, cuando puso la denuncia. Junto con ello, la abogada consideró relevante que la madre “no quiso seguir con el proceso”, aludiendo como una ganancia secundaria lo que indicó frente a la psicóloga del Ministerio Público, que significaría un perjuicio para la familia, porque su pareja no seguiría aportando económicamente y ella tendría que buscar un trabajo de jornada completa.

Sobre la falta de lesiones de violación, la abogada citó a la perito Vivian Bustos, que ante la pregunta de los acusadores, señaló que existían ocasiones en que estos hechos “podrían no dejar marcas”.

Continuando con su alegación, repasó los momentos de la dinámica familiar del 26 de noviembre de 2020, captadas en un video de una cámara de seguridad y mencionó la “extraña actitud de la madre” ese día. “Llama la atención que elabore un relato detallado, pero de aspectos intrascendentes” en el contexto del crimen.

Asimismo, recalcó que no se evidencia “un sentimiento de culpa” que a su juicio una madre tendría al dejar “sola a su hija por primera vez” con dicho desenlace fatal. Y, adelantándose a los planteamientos de la defensa, indicó que los tiempos del incendio, son “minutos más o minutos menos”, que no logran exculpar a la mujer.

Del mismo modo, recalcó que “no hay indicio alguno” respecto del “hombre del overol” que la defensa ha planteado como sospechoso, afirmando que “es una teoría que intenta confundir, más que sustentarse en hechos científicos”.

Con todo, la abogada, como indicó en sus alegatos de apertura, pidió al tribunal fallar con “perspectiva de género” y condenar a ambos acusados.

DEFENSORÍA DE LA NIÑEZ: CONVENCIÓN DE DERECHOS DEL NIÑO

El abogado Daniel Cárdenas, de la Defensoría de la Niñez -también querellante en la causa- hizo suyos los alegatos de la Fiscalía y la abogada Duarte, ahondando en la importancia de dar voz a la víctima y no hacer caso omiso de lo que señaló en vida.

Primero, refirió igualmente al “medio en que la niña estaba inserta”, describiendo la familia como “un matriarcado”, en que la madre “determina lo que es verdad y mentira”.

El jurista citó el artículo 12 de la Convención de Derechos del Niño, que establece el derecho a “ser oídos”, una norma que tiene obligaciones para “el Estado, la sociedad y la familia”.

“El Estado debe hacer el máximo esfuerzo por escuchar al niño y no puede partir de la premisa de que no tiene las capacidades” para dar opinión de lo que le pasa, dijo. Esto, en relación a la develación que la niña hizo tanto a su hermana como a la psicóloga de la Fiscalía.

Sobre el resto de los hechos acusados, llamó a pensar si se pueden aceptar como verdaderos los planteamientos de la defensa, cuestionando el peritaje que esta encargó al DICTUC, con el que se establecieron los tiempos del incendio, el que, dijo, no consideró dentro de su simulación el entretecho de la casa.

DEFENSA: UN MÓVIL FORZADO

Para hacer sus alegatos, los defesores tuvieron 40 minutos cada uno.

El abogado Nicolás Pavez, representante de la madre acusada, comenzó su intervención respondiendo a la solicitud de Duarte por perspectiva de género, cuestionándose “qué hubiese sucedido” si el acusado por el crimen fuera un hombre y mencionando argumentos de los acusadores que, a su parecer, se apartan de dicha perspectiva, específicamente mencionando conceptos como “celos, infidelidad y tranquilidad” de la mujer como aspectos que dan indicios de su culpabilidad. “Es un insulto a las mujeres”, dijo.

Luego, pasó a argumentar por el delito de incendio, mencionando que la Fiscalía pide 18 años por dicho ilícito, sustentándose en dos peritos que no pueden determinar los tiempos del siniestro más allá de un “rango” de 30 minutos y no levantaron evidencias para analizar. En ese sentido, reforzó lo indicado por su perito del DICTUC, que estableció con una simulación tiempos cercanos a 1 y 2 minutos.

Bajo esa perspectiva, señaló que para encender el fuego y salir de la casa acorde a los tiempos del video, la mujer debió pasar 14 minutos dentro de la casa mientras ésta se incendiaba, lo que “no tiene lógica”. Y no pudiendo encender el fuego -continuó- “menos pudo matar a su hija”.

En esa línea, mencionó los peritajes al cuchillo levantado por la PDI, que según peritos tanto de la Fiscalía como de la defensa, no tiene indicios de haber sido lavado y que estaría mal medido por el SML. “No es el arma homicida”, recalcó Pavez, afirmando que no existe posibilidad física de penetrar en la víctima con ese cuchillo y dejar heridas de esas dimensiones.

Así, se preguntó el abogado “¿qué otras pruebas existen para condenarla a presidio perpetuo?”.

Siguiendo con sus alegaciones, indicó que la investigación de la Fiscalía “no está completamente agotada”, mencionando una actualización de coockies del computador junto al cuerpo de la niña -por apertura de la tapa del laptop- en un horario en que la mujer ya no estaba en la casa, y una llamada de 00:01 segundos en el teléfono de la víctima, de la que no se verificó si corresponde a buzón de voz u otra situación no esclarecida por la Fiscalía.

En la misma línea, repasó otros aspectos no abordados en el caso, como la declaración de un testigo que escuchó un vidrio romperse y una ventana rota a un costado de la puerta trasera de la casa, por donde pudo entrar un tercero.  “¿Se tomaron huellas? No”, dijo Pavez.

Así también mencionó un sillón de pallet roto en el patio de la vivienda, fijado por la PDI en el sitio del suceso, pero del que no se ahonda en la investigación. Esto, sumado al robo de $1 millón de pesos, que salió en la prensa sólo días después del crimen y fue obviado en las indagatorias, plantean para el defensor muchas dudas que no fueron resueltas por el persecutor.

En cuanto a los delitos sexuales, Pavez centró su alegación en las “lapidarias” declaraciones de la perito Greter Macurán que cuestionó la metodología de la entrevista realizada por la psicóloga de la Fiscalía, que se cita para sustentar la denuncia de 2014 y que mezcla “validación del testimonio con medición del daño asociado”, una práctica contraindicada, según dijo la psicóloga forense en el estrado. Para el abogado, esa prueba del Ministerio Público no tiene validez.

Asimismo, se refirió a los hechos de 2014, que fueron archivados por el mismo fiscal Adrián Vega y que hoy son añadidos a la causa. “No había indicio. ¿Qué cambia?”, cuestionó el defensor, afirmando que se trata de acciones para “construir de modo forzado un móvil” del crimen. Y recalcó que en todo el juicio “no se escuchó ninguna palabra por la participación” de los acusados en el caso de darse por acreditada la existencia de delitos sexuales.

Finalmente, pidió la absolución de su representada, indicando que en los 2 años y 6 meses que lleva privada de libertad, ha estado “encerrada en una pieza, porque si sale al patio la matan” y, en línea de lo que ha ido planteando a lo largo del proceso, sostuvo que “nos iremos de este tribunal sin saber quién mató a Melissa”.

DEFENSA DEL ACUSADO: EL JUICIO DE LOS “PODRÍA”

El abogado Alejandro García, de la Defensoría Penal Pública (DPP), representante del hombre acusado, inició sus alegatos llamando a los jueces a tener en consideración un fallo del 16 de mayo de 2023 por delitos sexuales, en cuya sentencia se sustenta que “los presupuestos del Ministerio Público se deben probar”.

En ese sentido, profundizó que la labor de un tribunal no es evaluar la veracidad entre distintas versiones, respondiendo con ello al abogado de la Defensoría de la Niñez.

“Es una ponderación de los elementos aportados por el persecutor, no es una contienda para ver qué versión es mejor. Es establecer si la única explicación plausible es que el acusado es culpable”, sostuvo, lo que a su juicio, no se cumple en este caso.

En ese sentido, refirió al peritaje de Vivian Bustos que “relativiza su informe” y se pone en supuestos, como el eventual uso de un preservativo que “surge para justificar que no hay ADN” en las muestras tomadas al cuerpo de la menor y abordó la declaración de un psicólogo que indicó que la niña tenía “mayoritariamente melancolía por no estar con su madre” y mostraba de forma secundaria un apego y cercanía peligrosa a desconocidos, que “podría” ser por un abuso.

“Este es el juicio de los ‘podría’”, fustigó el defensor penal público, aludiendo a que los peritajes han demostrado que no existen indicios de abuso sexual, pero que a la pregunta de los acusadores se han abordado posibilidades para “tratar de extraer conclusiones, porque no existe prueba”. Por este motivo, al existir “abundante duda”, dijo el defensor, el tribunal debiese absolver a los acusados.

Cabe señalar que la audiencia se desarrolló con una decena de personas en el público, todos familiares de la madre, quienes confían en la inocencia de la acusada. Tras los alegatos, los familiares se reunieron en el frontis del tribunal, tomándose de las manos, algunos de ellos con poleras estampadas con una fotografía de la niña y notoriamente afectados por el extenso proceso penal.

El veredicto se leerá el día de hoy a las 11:00 horas en el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de La Serena.