De acuerdo a la Seremi de Salud

Ómicron sigilosa ya llegó a la región: Reportan 7 casos y llaman a estar alerta

Subvariante que es más contagiosa que la mutación original y que incluso podría no ser detectada por los test de PCR, produciría un aumento en las próximas semanas. Autoridad sanitaria no descartó que ante un alza importante de los casos, se vuelva al uso obligatorio de la mascarila.
lunes 11 de abril de 2022

Después de su identificación en Sudáfrica, ómicron desplazó a las otras variantes y se convirtió en la dominante a nivel mundial. No obstante, a inicios de enero se informó de la aparición de la subvariante BA.2 u ómicron sigilosa, la que es aún más contagiosa e incluso no sería detectada por los test de PCR.

Sublinaje que es la responsable de un aumento de los contagiados en Europa, además de Estados Unidos y que ya está presente en Chile. Y en la Región de Coquimbo.

“Tenemos que informar a la comunidad que hay siete casos de esta nueva subvariante en la zona, de los que cinco fueron detectados desde el 22 de marzo en adelante (…) podríamos decir que es una variante que está entrando a la región y que nos tiene que preocupar”, reveló la seremi de Salud, Paola Salas, a Diario El Día.

En este sentido, afirmó que la subvariante fue individualizada como resultado de la vigilancia genómica realizada por la secretaria regional ministerial, la cual analiza las mutaciones y sublinajes de las diferentes cepas identificadas a nivel local.

Por otra parte, como BA.2 es hasta 1.5 veces más transmisible que la cepa original, la también matrona y doctora en Salud Pública, señaló que es probable un alza de los infectados en las próximas semanas. “Las variantes que se van haciendo dominantes son aquellas más transmisibles y que se propagan entre los individuos debido a la movilidad (…) los casos son comunitarios en un 87% y eso significa que no se le puede hacer una mayor trazabilidad. La población debe considerar que el riesgo de transmisión de una nueva variante, siempre nos debe tener en alerta”, agregó.

De esta forma, la autoridad regional realizó un llamado a continuar respetando las medidas sanitarias como lo es el uso de mascarilla en lugares cerrados, lavado frecuente de manos y una ventilación constante de los lugares. “Como es más contagiosa, tiende a quedarse más en el aire y va haciendo este círculo vicioso que hace que el virus siga mutando”, sostuvo.

Eso sí, Salas no descartó que ante un alza en los casos nuevos, se pueda volver a disponer del uso del cubrebocas en los espacios públicos. “La última fase, la de alto impacto sanitario en la población, como lo es la aparición de una nueva variante con niveles bajos de vacunación en la población y además que esta no tenga una conducta preventiva, puede tornar obligatorio el uso de mascarilla en ambientes cerrados como abiertos. Así que a cuidarse, porque podemos perder todo lo ganado”, dijo.

Ómicron sigilosa es una subvariante muy similar a la ómicron original, por cuanto sus mutaciones de virulencia son análogas. Sin embargo, no cuenta con la particularidad en el gen S que facilita que la cepa inicial sea detectada en una prueba de Reacción en Cadena de la Polimerasa o PCR, por lo que podría ser más difícil de distinguir de otras variantes en pruebas más rutinarias.

 

Basándose en la información disponible sobre su transmisión, la gravedad, la reinfección, las pruebas diagnósticas, los tratamientos y los efectos de las vacunas, el Grupo Consultivo Técnico sobre la Evolución del COVID-19 de la Organización Mundial de la Salud (OMS), reafirmó que BA.2 debe seguir considerándose una variante preocupante. Al mismo tiempo, que subrayó que las autoridades de salud pública deberán continuar haciéndole un seguimiento detallado. 
Del mismo modo, aseguraron que se están realizando estudios sobre el riesgo de reinfección con BA.2 con respecto a otros sublinajes. Así pues, se han detectado reinfecciones por BA.2 tras la infección por el BA.1, pero los primeros datos procedentes de los análisis poblacionales indican que la infección por BA.1 protege en gran medida contra la reinfección por BA.2, al menos durante el período limitado del que se dispone de datos.