Expertos descartan que seguidilla de sismos anticipe un terremoto

Tras seguidilla de temblores: Por qué Tongoy y La Higuera son epicentros constantes de sismos

Sergio Barrientos, director del Centro Sismológico Nacional aclara que si bien, esta condición se ha dado en algunos casos, no se puede tomar como un indicador. Además, aseguró que como país sísmico es obligación estar prevenidos ante un sismo de grandes proporciones.
martes 12 de septiembre de 2023

Desde la ocurrencia del sismo de magnitud 6,4 del pasado miércoles, se han dejado sentir una serie de movimientos de menor intensidad, pero que han preocupado a los habitantes de la zona.

No pocos recuerdan que lo mismo ocurrió en los días previos al sismo del 16 de septiembre de 2015, cuando se registraron varios sismos seguidos y luego se generó el terremoto y posterior tsunami.

Si bien los expertos descartan que exista una relación en estos movimientos telúricos o que se pueda repetir una situación similar en nuestra zona como aquel fatídico día de septiembre. 

El geógrafo de la Universidad Católica, Marcelo Lagos, explicó tras el sismo del pasado miércoles, en el programa Buenos Días a Todos de TVN, que “más allá de las réplicas que pueden acompañar este tipo de eventos, yo creo que parte de la reflexión que se tiene que hacer es que estamos en un lugar donde todavía no ha ocurrido un gran terremoto”.

El profesional sostuvo que desde Punta Lengua de Vaca hacia el norte, unos pocos kilómetros al sur de Tongoy, siempre hay energía acumulada para la posibilidad un gran terremoto. 

En ese sentido, Lagos fue enfático en señalar que un sismo de magnitud 6,4 es un evento cuyas características se pueden dar en gran parte del territorio nacional y en cualquier minuto.

En ese contexto, el geógrafo de la Universidad Católica, manifestó que eventos de, incluso, magnitud 7, se puedan manifestar en distintas partes de nuestro país, sobre todo en partes más cercanas a la costa, por la permanente tensión que se acumula ahí en la zona de subducción, donde la placa densa y pesada - la placa de Nazca - se introduce o “subducta” bajo la placa Sudamericana.
El experto destacó, en el programa de TV, que el sismo 6,4 de Tongoy del 6 de septiembre, se generó en el límite norte de la ruptura del año 2015, zona donde es altamente probable en que se concentre más actividad sísmica, porque es el lugar que no se movió aquella vez. “Se movió al sur de Tongoy y se movió al norte de Los Vilos”, explicó. 

“Al norte de Tongoy y al sur de Los Vilos, es común que se concentren especies de ‘cinturones sísmicos’, porque ahí claramente hay un reacomodo de estos ‘parches’ que no liberaron toda la energía en esa oportunidad y que son el preámbulo, probablemente, del futuro terremoto que vendrá al norte de Tongoy”, explicó Marcelo Lagos en su participación en el matinal.

En ese sentido, el director del Centro Sismológico Nacional (CSN), Sergio Barrientos, entregó detalles de los sismos que han afectado a la Región de Coquimbo, indicando que en el año, han ocurrido varios movimientos   sobre magnitud 5.

“Las estadísticas de los terremotos que ocurren aproximadamente en Chile son de casi un sismo de magnitud 7 al año, y por cada uno de ellos existen aproximadamente 10 terremotos de magnitud 6 y más de 100 de magnitud 5. Estos números no son exagerados en el país, es la sismicidad que se da habitualmente en Chile y no es raro que ocurran en la región”, señaló el experto.

En ese sentido, Barrientos explica que no existe una relación con el terremoto de 2015, porque este ocurre entre Los Vilos y la península de Talinay. En cambio, los que han ocurrido en la región con magnitudes superiores a 5, se registran bastante más al norte de La Serena, por lo que son independientes.

“No obstante, se ha dado que exista una seguidilla de sismos antes de un temblor más grande. Existen varios antecedentes, como el del año 2014 en Iquique y el de 1985 frente a las costas de Chile central. Ahí hubo con dos o tres semanas de anticipación una seguidilla de temblores, pero también en otros casos, han ocurrido una seguidilla de movimientos sin que exista uno principal posteriormente. Estos casos son habituales en Chile. No se puede tomar como indicador”, señaló el científico.

Sin embargo, el director del CSN  aclaró que al norte de Tongoy, como en toda la costa de Arica hasta la península de Taitao, cada año la placa Nazca debería desplazarse alrededor de 6,5 centímetros bajo la placa Sudamericana, pero no lo hace continuamente, si no cuando ocurren grandes terremotos.

“Los terremotos magnitud 8 equivalen a varios metros de desplazamiento, que van de 8 a 10 metros. Pero para que ocurra un terremoto magnitud 8 deben transcurrir alrededor de 100 años, e incluso más. Para que ocurra (un terremoto) en la zona del sismo de 2015, es probable que deba transcurrir varias decenas de años e incluso centenas para que se logre acumular la misma energía que se liberó”, explicó.

En ese sentido, Barrientos aseguró que la zona de La Serena ha quedado más “estresada” después de 2015.

“La zona bajo la subducción de La Serena ha quedado más cargada, pero se están haciendo los estudios para saber en realidad si en esa zona (la placa) se desliza más fácilmente, y sin grandes terremotos (...). Pero el más importante (sismo) ocurrirá más al norte, en la zona de Atacama. Es el que cumple 100 años desde que ocurrió. Esto es, la zona que se extiende desde eel sur de Taltal hasta Huasco”, afirmó el experto.

Sin embargo, el director del CSN reiteró que en el país siempre se debe tener en cuenta que un terremoto de magnitud considerable puede ocurrir en cualquier parte.

Respecto a los últimos sismos registrados en Los Vilos y Tongoy, Barrientos señala que son los lugares más activos de la región en cuanto a sismicidad.

“Tongoy es parte de la parte norte de la península de Talinay y cuando ocurre el terremoto de 2015, la zona que dejó de desplazarse bajo la placa Sudamericana, es precisamente la parte norte de esta península. Es por eso que esta parte quedó muy estresada, porque fue el término norte de la ruptura. Es así como el término sur, que es Los Vilos, son las zonas más activas después de este terremoto de 2015. Esas zonas quedan cargadas con tensiones adicionales, y se han activado esas zonas”, sostuvo el experto.

En cuanto a otra zona en la que se repiten siempre temblores como  es la comuna de La Higuera, Sergio Barrientos explica que “con la nueva red sismológica, después del año 2010, hemos comenzado a registrar hechos que antes no habíamos podido hacer. Hemos visto que existen sismos con magnitud mayor que 3 homogéneamente en todo el país, pero destacan lugares que si bien tienen temblores que no se sienten, nosotros podemos captar y, al publicarlos, la gente se da cuenta de que hay lugares que son permanentemente iluminados por la sismicidad y uno de ellos es precisamente La Higuera. Hace tiempo que se viene dando”, señaló.

Respecto a las causas de esta situación, el director del Centro Sismológico Nacional manifestó que se desconocen, aunque se manejan algunas hipótesis.

“Algunas de ellas puede ser que se trate de un lugar donde existe un contacto más rígido o pequeña montaña bajo ese lugar frente a las costas de La Higuera. Lo otro que podría ser, es una anomalía topográfica en la placa de Nazca que estuviera trabando el movimiento, lo que haría que apenas se pudiera mover y esto es justamente donde ocurrirían muchos temblores porque están totalmente acopladas las placas, y cuando se mueve un poquito se produce un temblor. Y una tercera hipótesis, según postulan algunos, es una anomalía de tipo fluido que facilita el desplazamiento de una placa con respecto a la otra y eso generaría una mayor cantidad de temblores que en otros lugares. Uno de ellos sería en La Higuera, pero no sería el único”, puntualizó. 

El director del Centro Sismológico Nacional manifestó en todo caso que, todavía, no existe la tecnología para prevenir un terremoto y no se sabe a futuro si podrá haber, por lo que las únicas herramientas para prevenir una tragedia es estar preparados para la posible ocurrencia de un terremoto.

“Debemos tener construcciones adecuadas. Conociendo el peligro a que estamos expuestos podemos preparar mucho mejor nuestras viviendas”, indicó el experto.