A un año de la muerte del astrónomo: En qué está la causa por el caso de Thomas Marsh

Este 15 de septiembre se cumplió un año de la desaparición del astrónomo británico Thomas Marsh, de 61 años, quien estuvo extraviado por 55 días tras llegar al observatorio La Silla, propiedad del consorcio internacional European Southern Observatory (ESO).

El astrofísico había aterrizado en Chile el 14 de septiembre de 2022 en compañía de un estudiante de primer año de doctorado de la Universidad de Warwick (Inglaterra), que fue la última persona que lo vio con vida.

Su desaparición generó un amplio despegue de personal de rescate y búsqueda, acción que dio frutos  casi dos meses después. 
En efecto, el cuerpo de Marsh fue encontrado en un terreno de difícil acceso, al cual sólo pudo acceder personal especializado del Gope de Carabineros.

Según señalaron los participantes en la búsqueda, una de las estrategias que permitió dar con el paradero del científico fue recorrer una y otra vez aquellos sectores que eran considerados claves para la búsqueda, permitiendo un conocimiento más acabado del área y un rastro más específico.

El punto de hallazgo del cuerpo, de hecho, estaba dentro del denominado “sitio de interés” acotado por la investigación de la Fiscalía Regional de Coquimbo, con base en las evidencias encontradas en los paños durante las ocho semanas en que se extendieron las labores.

Al respecto, el fiscal regional de Coquimbo, Adrián Vega, indicó que, por 55 días, se buscó por cuadrantes en el área de La Silla, manejando la hipótesis de un eventual accidente.

“Él practicaba senderismo y habría tomado rutas que no eran usuales. Encontrado el cuerpo, luego de esos casi dos meses, se efectuaron las pericias de rigor, tanatólicas (sic), químicas y también entomólogicas para establecer lo que había sucedido”, sostuvo el persecutor.

En ese sentido, Vega es enfático en señalar que se descartó la participación de terceros, siendo la hipótesis más probable de la causa de la muerte una caída.

“No es que se extravió y que muriera por inanición y frío, fue una caída porque es un sector escarpado”, sostuvo el abogado.
En ese sentido, Vega afirmó que se estudiaron todas las hipótesis y,  por lo mismo, trabajó en la búsqueda la Brigada de Homicidios, la Brigada de Búsqueda de Personas, el Gope y el Ejército por si hubiese sido un accidente de montaña.

“Las fuerzas de tarea se conformaron en función de las hipótesis. Homicidios trabajó en la (tesis) de una desaparición por terceros o atentado  contra el astrónomo. Además, la Búsqueda de Personas analizó la posibilidad del accidente”, aclaró el fiscal.

El persecutor afirmó además, que todas las denuncias fueron indagadas en su momento.

“Toda lo que llegó se procesó y no aportó información precisa, sino hasta el hallazgo del Gope en el mes de noviembre”, afirmó.
Al respecto, el fiscal regional aclaró que la causa por la muerte del astrónomo no se ha cerrado, puesto que se está estudiando por parte del Ministerio Público y, los resultados,  se comunicarán a la familia de Marsh.

“La causa aparece vigente en términos formales, pero para determinar cuando se cierra tenemos que comunicarle el detalle a la familia. Pero debemos ver que no exista una necesidad de otra diligencia que pueda establecerse en este análisis que se está haciendo”, afirmó.

Sin embargo, el persecutor aclaró que en casos en que la búsqueda es muy extensa, como en el caso de esta investigación, se deben analizar todos los detalles y hacer todas las diligencias que falten.

“Tenemos que ver si persiste alguna otra diligencia que pueda afinarse, de mayor modo, alguna precisión de la autopsia o del examen tanatológico y entomólogico”, sostuvo el fiscal regional. 

Vega aclaró en todo caso que, tras encontrarlo y realizarle la autopsia, el cuerpo de Thomas Marsh fue enviado a Inglaterra tres meses después, para que su familia le diera sepultura.

Según pudo indagar El Día, la desaparición del astrónomo llevó a las autoridades del observatorio La Silla a duplicar sus protocolos, por lo que ahora, un científico o persona en el recinto debe anotar su salida indicando el destino y cuánto tiempo tardará. Esto con el objetivo de que no se vuelva a repetir este tipo de hechos.