Está a un 16% de su capacidad máxima

Depende de lluvias este año: Embalse Puclaro está próximo a ocupar "aguas muertas"

Experto aclara que aunque fuese un año lluvioso, el grave escenario de sequía que enfrenta la cuenca del Río Elqui no se revertirá, “por lo tanto, se deben tomar los resguardos necesarios en la gestión del agua”.
lunes 13 de marzo de 2023

Pese al alivio que representaron las precipitaciones del 2022 para muchos regantes de la Región de Coquimbo, lo cierto es que la cantidad de agua embalsada está llegando a niveles realmente críticos. Este es el caso del Embalse Puclaro, que llegó al 16% de su capacidad máxima (220 Hm3).

De hecho, depende de las lluvias que se presenten este año para que no llegue al punto de aguas muertas (nivel mínimo) como sucedió en la temporada 2014-2015. Para ese entonces, la cuenca sobrevivía gracias al Embalse La Laguna, que llegó a tener 16,9 MH3, un 44% de su capacidad total, la que hoy está en un 47%.

Si bien Sebastián Norambuena, ingeniero agrónomo y Magister en Gestión de Recursos Hídricos del Laboratorio PROMMRA de la Universidad de La Serena, señaló que es muy pronto para aventurarse con proyecciones de precipitaciones para el invierno, el último reporte de la Universidad de Columbia pronosticó una fase neutra para el trimestre de febrero a abril, que significa que existen probabilidades de ocurrencia lluvias para la zona.

“Se ve que a finales del invierno existe probabilidad de pasar a una fase de El Niño, lo cual conlleva un poco más de probabilidades de eventos de precipitaciones. En conclusión, se debe seguir monitoreando el índice de El Niño (ONI), (...) para tener mayor claridad de lo que pueda ocurrir, con mayor exactitud, en mayo”, explicó el experto a Diario El Día.

Sin embargo, Norambuena aclaró que aunque fuese un año lluvioso, el grave escenario de sequía que enfrenta la cuenca del Río Elqui no se revertirá, “por lo tanto, se deben tomar los resguardos necesarios en la gestión del agua”, indicó. 

Por su parte, Alex Cortés, ingeniero repartidor de la Junta de Vigilancia del Río Elqui, agregó que “hoy se vive una situación similar a la de años anteriores, pero con un manejo distinto de los embalses. Nuestra proyección siendo la más pesimista, es partir sobre los 40 millones en ambos embalses, -Laguna y Puclaro-, de volverse a repetir es porque estaríamos en presencia de la sequía máxima o periodo máximo de sequía vivido”.

Al respecto, Hugo Miranda, presidente de la Junta de Vigilancia de Río Hurtado, detalló que producto de las lluvias y nieves del 2022, el Embalse Recoleta recibió 15 millones m³; el Cogotí 19 millones m³ y La Paloma 82 millones m³. En tanto, recordó que el 2021, el Embalse Recoleta recibió 2,6 millones m³ y el 2020, 6 millones m³.

Pese a ello, el dirigente alegó que “si no tenemos precipitaciones, ni nieve este 2023, la situación volvería a ser similar a la temporada 2020-2021, lo que sería muy complejo para las Juntas de Vigilancia que nos abastecemos de la cordillera solamente”.

En la misma línea, José Eugenio González, presidente de la Junta de Vigilancia del Río Limarí y de la Comunidad de Aguas del Embalse Paloma, hizo hincapié en que “a pesar de que el año anterior estuvo un poco mejor que el antepasado en términos de precipitaciones, seguimos en crisis, ya que el 2021 se gastaron gran parte de las reservas de agua”.

“La situación es bastante crítica, puesto que el nivel del Embalse Paloma está con un 13% de su capacidad máxima, lo que es similar en los demás embalses del Limarí”, alertó el dirigente.

REGAR CON MENOS AGUA

“El agua para el consumo humano está asegurada de todas maneras, pero en el caso de la agricultura, vamos a partir este invierno regando con un 10% de lo normal, con el fin de dejar reservas para la próxima temporada”, adelantó el presidente de la Junta de Vigilancia del Río Limarí.

Asimismo, Francisco González, presidente de la Asociación de Canalistas del Embalse Cogotí, anticipó que “al 30 de abril, -que es cuando se cierra la temporada agrícola-, el Embalse Cogotí quedará con alrededor de 17 millones de m³, así que esa será el agua disponible para la temporada del 2023 y 2024”.

En este punto, cuenta que “haremos turnos de riego, tal y como lo hacemos todos los años, pero los calendarios para el invierno y para la primavera-verano, se definirán en abril”.

LOS NÚMEROS EN CHOAPA

Sobre el crítico escenario, Ricardo Cortés, presidente de la Junta de Vigilancia del Río Choapa, detalla que “durante el último deshielo que se produjo en noviembre del año pasado, logramos embalsar alrededor de 25 millones de m³ de aguas útiles en el Embalse Corrales, de los cuales a la fecha, hemos consumido alrededor de 9 millones y medio”.

Agrega que en el verano tuvieron ciertos eventos en la cordillera, que les permitieron sostener un 25% de desmarque durante enero.

“Actualmente, en promedio se está extrayendo un caudal de 1000 m³ diarios y nos mantendremos al menos durante un mes más con un desmarque de un 20%, -que pretendemos proyectar hasta mayo, si el río lo permite-, lo que quiere decir que se entregará el 0,2% por cada uno de los derechos de agua que tiene cada una de las comunidades”, puntualizó el dirigente.

En este sentido, destacó que el año pasado terminaron la temporada alta con el embalse prácticamente seco, de hecho la Dirección de Obras Hidráulicas les autorizó a sacar recurso de las aguas muertas del Embalse para sostener el desmarque que tenían a esa fecha, el que era de un 6%.

Pese a ello, Cortés advirtió que “si bien el último invierno fue generoso en precipitaciones y el escenario es mucho más optimista, a lo que se suman los primeros pronósticos del fenómeno de El Niño, el llamado siempre es a generar una buena gestión del recurso y por eso, como Junta de Vigilancia apoyamos a nuestras distintas comunidades en las postulaciones de proyectos que permitan el trabajo contra la crisis hídrica”.

Profundizando en esta materia, Diego Alfaro, gerente de la Junta de Vigilancia del Río Choapa, precisó que “actualmente el Embalse Corrales está con 16,2 millones de m³ útil, pero aún nos falta entregar recurso, por lo que estimamos que quedaremos con 13 millones al finalizar la temporada de mayor demanda hídrica, -que comienza en diciembre y finaliza entre marzo y abril-, lo que a su vez dependerá de cómo se comporte el inicio del invierno”.

Alfaro también espera que los efectos de El Niño se hagan presentes durante el invierno, por lo que afirmó que “lo ideal sería poder iniciar la próxima temporada con unos 30 millones de m³”.

Por su parte, Alex Faúndez, gerente de la Junta de Vigilancia del Río Illapel, añadió que “en estos momentos el Embalse el Bato tiene almacenado casi 13 millones de m³ de agua, que equivale a un 50% aproximadamente, de eso, 11.200.000 son de agua útil, que equivale a alrededor de un 48%”.

“Nuestra situación es mucho mejor que la de los últimos cinco años, producto de las precipitaciones y la nieve que se acumuló el año pasado (...) sin embargo, si se produce el mismo fenómeno de falta de precipitaciones que en años anteriores, este almacenamiento nos tendría que durar por lo menos 2 temporadas y media”, sostuvo.