Iniciativa de la Compañía Minera del Pacífico (CMP)

A más de una década de su solicitud: Puerto Cruz Grande aún no cuenta con concesión marítima

Desde la ONG Oceana, afirmaron que CMP no puede realizar ningún tipo de construcción hasta que obtenga el acto administrativo que entrega derechos de utilización y goce respecto de las aguas.
jueves 15 de febrero de 2024

En noviembre pasado, la Corte Suprema rechazó los recursos de casación interpuestos por la Organización No Gubernamental (ONG), Oceana, que tenían como objetivo invalidar la Resolución de Calificación Ambiental (RCA) del proyecto Puerto Cruz Grande debido a que su propietaria, la Compañía Minera del Pacífico (CMP), supuestamente no había iniciado sus obras en el tiempo convenido. 

“Su caducidad constituye una sanción para el titular que, por pasividad o negligencia, no comienza con la ejecución de los trabajos dentro del plazo de cinco años desde la notificación del acto aprobatorio. Desde esta perspectiva, el análisis sobre la concurrencia de los criterios de sistematicidad, ininterrupción y permanencia debe ser realizado considerando la posibilidad del interesado de instar por la concreción de las gestiones, actos o faenas aptas para materializar el proyecto, porque sólo de esta manera su inacción podrá ser reprochada”, se afirma en la sentencia. 

De este modo, la infraestructura portuaria a instalarse en la costa de la comuna de La Higuera, volvió a la conversación pública después de varios años. 

Justamente, consultado el jefe de iniciativa, Martín Argaluza, señaló, hace un par de meses atrás, que ésta se encuentra en construcción desde 2020 y es así como, en ese momento, se estaban llevando a cabo labores tempranas en tierra. 
“Para el puerto, en específico, todavía nos encontramos tramitando los diferentes permisos sectoriales, además estamos a la espera del otorgamiento de la concesión marítima. Sin perjuicio de aquello, tenemos una RCA que nos permite efectuar obras iniciales, realizar estudios y optimizar la ingeniería”, agregó. 

Así, el jefe de proyecto manifestó que el acto administrativo que entrega derechos de utilización y de goce respecto de las aguas, debería ser autorizado en los próximos meses.

“Estamos trabajando para ello, así que nos encontramos a su espera (…). Por otro lado, el recibimiento ha sido bueno de parte de las comunidades, por cuanto anteriormente estuvimos presente en la zona de El Tofo, sin prejuicio de que siempre existan algunos detractores a los que no les gusta”, complementó. 

Precisamente, la demora en el otorgamiento de su concesión marítima es una de las temáticas que más interrogantes genera sobre el proyecto Cruz Grande. Esto, a causa de que, 12 años después la solicitud de CMP a la autoridad correspondiente, aun continua en tramitación. 

Cabe destacar que el plazo promedio para la entrega de este permiso es de 32 meses. Es decir, poco más de dos años y medio. 
Consultada la ONG Oceana, sostuvo que la infraestructura será dañina, ya que pretende establecerse en la zona de alimentación más importante para la fauna marina de todo el Archipiélago de Humboldt. 

“Al mismo tiempo, pondría en peligro los sectores de manejo de recursos bentónicos, afectando a los pescadores y pescadoras que viven de esta actividad. Hay que tener en cuenta que Cruz Grande no tiene concesión marítima, por lo que no puede hacer ningún tipo de construcción, a lo que hay que sumar que la iniciativa obtuvo su permiso ambiental hace casi 10 años. Es decir, sus impactos fueron evaluados en condiciones que ya no son las mismas y donde actualmente existe un Área Marina Costera Protegida de Múltiples Usos (AMCP-MU) que haría incompatible su operación”, dijeron desde la organización. 

En consecuencia, desde Oceana aseguraron que seguirán trabajando, apoyados por la información científica que los respalda, para impedir la materialización del puerto a través de todos los medios que les sean posibles.

De acuerdo a su Estudio de Evaluación Ambiental (EIA), el proyecto consiste en una instalación portuaria capaz de atender naves de hasta 300.000 DWT, cuyo propósito inicial es brindar los servicios de recepción, acopio y embarque de graneles minerales necesitados por la misma Compañía Minera del Pacífico.